Cine, Críticas

Toy Story 3: Día y Noche

Por Migue Muñoz

3 Comentarios 26 Julio 2010

Toy Story 3: Día y Noche

Se ha hablado demasiado de Avatar, hace unos meses se estrenó la Alicia de Tim Burton y, sí, han arrasado y seguirán arrasando en otros soportes, pero este verano lleva consigo una bomba de relojería que se prevé demoledora para los futuros indicadores de taquilla: la tercera parte de la saga Pixar por excelencia, Toy Story. Aquel largometraje fundacional que hizo que John Lasseter y sus muchachos estuvieran en todas las listas, de la década pasada, que pronosticaban los nombres de aquellos que iban a ser santo y seña del futuro de la cinematografía mundial. Hoy día, la animación, junto a la comedia son los dos géneros venidos de EE.UU., claramente, más en forma.

Los logros del cierre de este portento hecho trilogía resultan encauzar en una virguería formal y de fondo, que provoca que la renderización final alcance mediante el 3-D un itinerario deslumbrante entre el fetiche y la emoción pura.

La calidad técnica de las producciones de los estudios de animación por ordenador más importantes de la industria provocan la absorción de la vena idólatra del espectador: los objetos, las figuras, los detalles, los colores,… Todo, absolutamente todo, lanza dosis directas de anhelo hacía cada matiz que la pantalla muestra. Las obras de Pixar son como un tótem de deseo profundo. No estamos hablando tan sólo de la necesidad de hacerse con el merchandising oficial de la película, algo que introdujo Lucas con su deslumbrante Star Wars (diría que ya es hasta necesario en cualquier obra que alcance suficientes niveles de introducción dentro de la memoria colectiva popular), para hacer que los personajes emblemáticos sean un poco más nuestros, sino que también, otorgar al que visiona la posibilidad de respirar las formas y vivir dentro de cromatismos etéreos. Esa formalidad absoluta en el terreno de los dibujos en el que se halla el Disney clásico y el Miyazaki más diáfano: soltura y brillantez aferradas con firmeza a un genuino lirismo. Pero si la inocencia clásica se ha aferrado al esqueleto de estos creadores, en Pixar no es que el adulto sea casi más público potencial que el target infantil, sino que el centro neurálgico de sus historias rezuman melancolía al querer disfrutar del presente y lo que aguarda el futuro, pero con nostalgia hacia el fulgor del pasado: animación por ordenador pero con cariño por lo orgánico; la búsqueda de la emoción a través de la máquina.

toystory01

Alumbramiento del cine futuro desde lo minúsculo

Lo asombroso de la saga de Toy Story (trasladable a cualquier película Pixar) es la capacidad de sus creadores a la hora de transferir referencias externas dentro de un universo propio y hacer que de ese sincretismo renazca un nuevo nivel de interpretación, una referencia nueva. Además, lográndolo mediante terrenos íntimos, cercanos, poco dados a la épica grandilocuente, desde lo minúsculo. La emoción del western clásico de John Ford, o el del pre-crepuscular de Anthony Mann, con sus traiciones y el desengaño vital del paria, o la saga galáctica de George Lucas, en territorios cotidianos como un porche, un incinerador de basura, la rugosidad del asfalto o la ventana de una habitación llegada la oscuridad nocturna.

No se trata de copiar aquello a lo que se siente afinidad como autor, por ejemplo en los ochenta hubo una clara disposición por intentar reproducir caracteres de las producciones spielbergianas pero con escasa profundidad: El secreto de Joey (Roland Emmerich, 1985) lo intentó a través de crear atmósfera y referenciar a través de juguetitos y aparatos electrónicos varios que no lograban ni siquiera un tributo encomiable a Spielberg y Lucas. Les fallaba lo que Lasseter siempre ha buscado y ha hallado, aquello que la crítica siempre ha vanagloriado de los clásicos: la emoción intrínseca en cada elemento componente del relato.

toystory02

En Toy Story 3 el intertexto es tan vasto que sería necesario ahondar en más visiones de la película para asimilar todo el tesoro de personajes y matices narrativos con el que se nos abruma de un modo enriquecedor: la siniestralidad de la historia del Oso Abracitos, el Payaso Sonrisitas y Baby; el gamberrismo hacia Ken y Barbie o el slapstick ejercido sobre la doble personalidad de Buzz Lightyear no son más que ramitas argumentales que forman parte de un tronco férreo repleto de magia, realidad, languidez, perdida de inocencia y miedo a descarriarse de la unión del grupo.

Se está hablando mucho respecto a que es la entrega más oscura de la trilogía, haciendo hincapié en el aspecto de que, normalmente, las últimas entregas de la mayoría de sagas van mutando de la luminosidad a la oscuridad del alma de sus personajes, pero como en el admirable corto que antecede a la película, Day & Night, con una simbiosis magnífica entre animación tradicional y digital, con la maestría de Teddy Newton entre otros muchos artesanos; la saga de los juguetes por antonomasia juega desde su primera entrega a saltar entre la alegría por vivir, experimentar y alcanzar la felicidad sempiterna, así como a adentrarse en el terreno de la desolación, la frustación y el desconsuelo. Almas desangeladas con energía de larga duración en un fresco audiovisual que se ha ido puliendo a lo largo de quince años y que alcanza movimientos, gestos y matices en una horna que alumbra la animación y el cine futuro. Cegadora en sumo grado.

toystory03

Si Toy Story 2 tuvo el privilegio de adentrarse en la lista de secuelas que, increíblemente, superan el, ya de por sí, elevadísimo nivel de la primera entrega, Toy Story 3 promete ser, dentro de la inagotable inventiva narrativa de los estudios Pixar, otro punto y aparte memorable, y hoy por hoy, indispensable.

    toystory_cartel

  • Toy Story 3
  • Animación, Estados Unidos, 2010
  • Director: Lee Unkrich
  • Reparto (voces): Tom Hanks, Tim Allen, Joan Cusack, Michael Keaton
  • Guión: Michael Arndt
  • Música: Randy Newman
  • Duración: 103 minutos
  • Estreno en España: 21 de julio de 2010
  • Distribuida por: Buena Vista
  • Enlaces: IMDB
Related Posts with Thumbnails
Comparte este artículo:
  • Print
  • Facebook
  • Digg
  • Twitter
  • del.icio.us
  • Google Bookmarks
  • Meneame
  • BarraPunto
  • MySpace
  • LinkedIn
  • Technorati
  • Wikio
  • Add to favorites
  • Bitacoras.com
  • email

Autor

Migue Muñoz

Migue Muñoz - quién ha escrito 15 entradas en Koult.

29 años (Castellón). Soy publicitario y estoy opositando para profesorado de Lengua y Literatura. Desde pequeño me ha obsesionado todo lo relacionado con lo audiovisual y aquello que se inserta dentro del ámbito artístico y cultural.

Contactar al autor

Tus Comentarios

3 Comentarios hasta ahora

  1. Raúl dice:

    Un fantástico artículo, como el del FIB. Creo que das en el clavo con lo de que la entrega es la más oscura de las tres. Enhorabuena.

  2. luna dice:

    Fabuloso, y fabuloso película.

  3. Manuel dice:

    Artículo pésimamente escrito, parece que se le ha volcado la caja de las comas encima del texto. …Y los de la congregación aplaudiéndose unos a otros.
    Por favor, un poco de rigor aunque estemos en verano.


Comparte tu opinión

Publicar un comentario

Newsletter

Introduce tu dirección de e-mail para recibir los últimos artículos y noticias de Koult:

Twitter

koult.es on Facebook

© 2010 Koult. Potenciado por Wordpress.

Diseño de Zuri Negrín basado en un tema de Woothemes.