El e–mail del mal
César Fernández García
Editorial Alfaguara
2007
Serie roja 
223 pp.

El XXII Premio Jaén de Literatura Juvenil ha recaído en esta novela que, con el ritmo de una película de acción, reflexiona sobre la naturaleza del mal. Uno de los personajes remueve al protagonista al afirmar: “El mal también se ocupa de lo pequeño, de ti y de mí. El mal existe y la responsabilidad individual también. La astucia más hábil del diablo es convencernos de que no existe”.

La acción comienza cuando un becario de Filología Clásica recibe un e–mail bastante extraño, que se produce a raíz de que el estudiante haya conseguido un manuscrito medieval considerado maldito.  Se trata del Satanae legatum, una obra anónima, que ha llegado a sus manos de forma nada legal. 
El reportero de una revista acepta el encargo de escribir un reportaje sobre lo que pudo ocurrir en realidad con el joven filólogo. Todo parece indicar que el reportaje no será nada complicado. Sin embargo Eva, una joven que también investiga el caso, arrastra al periodista a una aventura, en la que apariencia y realidad se mezclan confusamente. Persecuciones, secuestros, asesinatos, misterios inexplicables fuerzan a que el protagonista se enfrente con peligros constantes. Pero el mayor peligro no está fuera, sino dentro de cada uno. Por eso el periodista tendrá que saldar cuentas con un suceso que se remonta a su infancia y que ha conformado su forma de sentir, vivir y amar. La ayuda de Eva será esencial para dar el paso necesario en su proceso de autoconocimiento y de encarar la vida.

Tras la apasionante trama, en la que no faltan desde secuestros hasta asesinatos, late una afirmación de León Tolstoi que se cita en la novela: Si no quieres que el mal exista, no obres mal. Todos los males del mundo provienen de que el hombre cree que puede tratar a sus semejantes sin amor.

Los pilares que sostienen la trama están bien anclados. Desde la caracterización de los personajes hasta la ambientación de escenarios urbanos se ayuda a levantar una historia que discurre con la visibilidad que exige un lector del siglo XXI. El desenlace es impactante, si bien todas las secuencias conducen hacia él desde el principio y sin trampas. La modernidad de la acción, la vigencia del tema y el cuidado del estilo (poético en las descripciones, sugerente en los diálogos y conciso en las narraciones) hacen de esta novela una lectura muy recomendable.

En definitiva, una historia atrayente, bien construida y que incita a la reflexión.