Tras siete años de gobierno tripartito, la sociedad catalana ha tomado la determinación de cambiar la orientación política, la composición y el liderazgo del Govern de la Generalitat. Cuando falta una semana para las novenas elecciones al Parlament de Catalunya desde el restablecimiento del autogobierno, el nacionalismo moderado de Convergència i Unió está en condiciones de obtener una mayoría que le garantiza la investidura de Artur Mas como president, según el sondeo realizado por el Instituto Noxa para La Vanguardia.

La investigación demoscópica dirigida por el profesor Julián Santamaría prevé que CiU volverá a ganar las elecciones con el 39,3% de los votos, que le proporcionaría entre 63 y 65 escaños. La mayoría absoluta está en 68, así que no será un camino de rosas para el nuevo Govern, que difícilmente conseguirá apoyos para llevar a cabo los sacrificios y las medidas impopulares que exigirá la batalla contra la crisis.

Con relación al resultado de hace cuatro años, CiU experimentaría un aumento de hasta diecisiete diputados, todos ellos procedentes de las formaciones políticas que han integrado la coalición de gobierno durante los últimos siete años. El tripartito se desploma. Los tres aliados pierden votos y representantes, y la fórmula de coalición es la más rechazada de todas.

La encuesta de Noxa prevé para el Partit dels Socialistes, que lidera José Montilla, un 20% de los votos y 31 o 32 escaños, es decir, el peor resultado de la historia del PSC, con un retroceso respecto a 2006 de seis puntos y cinco o seis escaños. El trabajo de campo del sondeo se realizó la semana pasada, entre el 15 y el 18 de noviembre, pero no recoge el impacto que puede haber generado en la opinión pública el anuncio de José Montilla de presentarse por última vez a las elecciones.

Sólo Artur Mas y José Montilla son, de entrada, los únicos aspirantes reales a la presidencia de la Generalitat. Y ante este dilema la opinión pública catalana también se muestra determinante. El 51% prefiere a Mas como president, frente al 28% que se inclina por Montilla. Ambos líderes son los únicos candidatos que obtienen de los entrevistados una valoración de aprobado. Mas es el político catalán que recibe mejor nota, un 6, seguido deMontilla con un 5,1.

En cualquier caso, José Montilla no estaría en condiciones como en el 2006 de liderar una mayoría alternativa a CiU con Esquerra Republicana e Iniciativa per Catalunya-EUiA, pero tampoco una mayoría antinacionalista como en el País Vasco con el PP.

Esquerra Republicana es, de los socios del tripartito. el que sufre el peor descalabro, según el sondeo de Noxa. La previsión es de 7,9% y entre diez y doce escaños, o sea, en el mejor de los casos, una pérdida de nueve diputados, casi la mitad. ICV-EUiA resiste mejor, pero también pierde votos y escaños. Logrará, según Noxa, el 7,5% de los votos y entre nueve y diez escaños.

Por su parte, el Partido Popular apenas capitaliza el desgaste del tripartito y aún pierde algunos sufragios en favor de Ciutadans, pero mantiene intactos sus 14 diputados. Es una buena noticia para Alicia Sánchez-Camacho que el PP vuelva a figurar como tercera fuerza parlamentaria pero no sería un resultado que genere optimismo de cara a las generales. Y todo seguramente porque al PP –y al PSC–, además de CiU, le hace la competencia Ciutadans. El partido de Albert Rivera es el único junto a CiU con posibilidades de aumentar en votos. El sondeo de Noxa le pronostica cuatro escaños, uno más que en el 2006. Para el resto de las opciones hasta ahora extraparlamentarias, el trabajo de Noxa no prevé que logren escaño. Si la participación es muy baja, podría llegar a entrar Solidaritat Catalana per la Independència.

Hacer un pronóstico sobre la participación es lo más difícil, debido a la tendencia que manifiesta los ciudadanos a ocultar su comportamiento abstencionista. Hace cuatro años expresaba su determinación de ir a votar el 71% y al final sólo acudió a las urnas el 56%. Ahora afirma que sí irán a votar con toda seguridad el 74%, lo que permite pensar que la participación podría ser levemente más alta esta vez.

Uno de los datos del sondeo de Noxa que aportan más emoción es la elevada cantidad de indecisos. Hasta ahora sólo tiene decidido su voto el 65% de los encuestados. O sea que hay todavía un 34% de ciudadanos que se decidirán durante la última semana de campaña. Es un porcentaje suficientemente elevado como para decidir el resultado.

Observando la tendencia respecto a sondeos anteriores, sólo CiU y Ciutadans mejoran resultado respecto al sondeo de septiembre. Teniendo en cuenta que la actividad de los líderes ha sido intensa y continuada desde el regreso de las vacaciones de verano, podría concluirse que el mensaje centrado en la economía adoptado por CiU está calando mejor que la campaña socialista basada en ataques sistemáticos a la figura de Artur Mas. Un dato significativo del sondeo es que a la pregunta "¿quién cree que está más capacitado para sacar a Catalunya de la crisis?", el 37% de los que votan al PSC responde que Artur Mas, frente al 36% que confía en Montilla. La gran fuga de votos del PSC va en dirección a CiU: pierde el 27%.