Diario de Noticias de Gipuzkoa

Un adicto al deporte con vida de ejecutivo

Iñaki Badiola ha puesto fin a dos meses agotadores. No encontró adversarios durante la campaña electoral, pero lo frenético de la misma le impidió disfrutar de una vida personal que a partir de ahora tratará de recuperar

De lunes a viernes, el despertador de Iñaki Badiola suena todos los días a las 5.35 horas. El empresario donostiarra se levanta entonces de la cama en su domicilio de una céntrica calle de la capital guipuzcoana. Apenas diez minutos para enfundarse las zapatillas de deporte y sus atuendos atléticos. A las 5.45 ha quedado con un grupo de siete amigos junto al carrusel de Alderdi-Eder para recorrer entre 16 y 17 kilómetros. Es ahí donde inician su marcha hacia la zona de las universidades, en Igara. A continuación se dirigen a Amara, a los aledaños de la ciudad deportiva de Anoeta, desde donde ponen rumbo a su punto de partida. Cinco días a la semana. De lunes a viernes.

El reto atlético de Badiola es claro. El próximo mes de noviembre viajará a Nueva York para correr la maratón de la ciudad estadounidense y firmar una marca de dos horas y 44 minutos. Es algo que se ha propuesto. Está seguro de conseguirlo y nada le llevará a dejar de entrenarse para lograrlo. Ni siquiera los numerosos grupos de gente que se encuentra a la salida de las discotecas de La Concha durante sus carreras matinales de los viernes. Badiola ya es una persona conocida y a partir de ahora se expondrá al cachondeo de los noctámbulos cuando le vean, aunque el nuevo presidente asegura que la oscuridad de esas horas le hará pasar desapercibido.

las pasiones del presidente

Sus tres hijos, lo principal

Muchas mañanas, cuando el empresario donostiarra regresa a su domicilio tras hacer ejercicio, aún duermen tres de sus principales pasiones: sus tres hijos. Badiola no es una persona casera, lo cual no significa que no le guste pasar horas y horas con su familia. Lo hace siempre que la agenda se lo permite pero, eso sí, con actividades que lleva a cabo fuera de su domicilio. Le encanta jugar a baloncesto con sus dos vástagos varones, de once y diez años de edad, y practicar la natación con su hija Marta, de cinco, la cual llama "cursillos" a los momentos que pasa junto a su aita en la piscina. El gusto por involucrarse en las actividades físicas de sus hijos llevó incluso a Iñaki Badiola a hacer sus pinitos como entrenador. Sucedió con motivo de la Donosti Cup, cuando dirigió a los equipos de sus hijos, que juegan en el Santo Tomas Lizeoa.

Los dos hijos de Iñaki Badiola cambiaron en el citado campeonato el blaugrana y el merengue por el naranja de su equipo escolar. Y es que uno es del Real Madrid y otro del Barcelona, aunque la insistencia de su padre a este respecto va dando sus frutos. En una tarea probablemente más complicada que la que supuso lograr el beneplácito de los accionistas el pasado jueves, Badiola consiguió en su día que sus dos vástagos le pidieran a Olentzero sendas camisetas txuri-urdin, junto a las que cayeron unos pares de botas. También disfrutó de estos mismos regalos Marta, la pequeña de la familia, que además encontró junto al arbol de Navidad una muñeca. Regalo adicional.

música

REM y Counting Crows

El portal de internet Youtube cuenta con un completo arsenal de canciones dedicadas a Badiola. Aficionados blanquiazules han introducido en la red vídeos musicales con divertidos subtítulos alusivos a la campaña electoral. High de Lighthouse Family (un grupo de nombre muy similar al de la empresa china del presidente), Macho Man de Village People o The Final Countdown de Europe son algunos de los temas escogidos, aunque ninguno de ellos casa con los gustos musicales del donostiarra. A éste le pierden REM y Counting Crows, por lo que éxitos como Losing my religion o Mr. Jones son unos habituales en el coche o en el MP3 del presidente blanquiazul.

¿Y en lo gastronómico? A Badiola le encanta la comida china y le gusta cocinar algunos de sus platos más típicos. Sin embargo, el presidente txuri-urdin no le hace ascos a la gastronomía autóctona, y se le hace la boca agua cuando habla de unos txipirones o una chuleta con un buen Rioja. Cualquiera de estos platos será poco para que el nuevo presidente txuri-urdin recupere los cinco kilos que ha perdido a lo largo de las dos últimas semanas de la campaña. Badiola ronda habitualmente los 74-75, y actualmente está en tan sólo 67. Buen provecho, Iñaki.

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