El efecto booster consiste en un refuerzo de la respuesta inmune debilitada a la tuberculina (no ausente) por la primera prueba empleada. El resultado de la segunda prueba es el que se considera el válido.
Dado que la prueba de la tuberculina puede llegar a dar un resultado imperceptible en pacientes de edad avanzada que se infectaron en la juventud o en vacunados no infectados por Mycobacterium tuberculosis, porque la capacidad de reaccionar a la inoculación del derivado proteico purificado disminuye con el tiempo.
Así como en los pacientes inmunodeprimndos como son muchos de los pacientes con [[enfermedades
autoinmunes]], debido a la propia enfermedad o bien a la medicación prescrita (tipo corticoterapia, uso de fármacos modificadores de la enfermedad).
En estos casos para detectar el denominado efecto booster se repetirá una nueva prueba 7-10 días después.
En pacientes a los que se realiza Mantoux , tras su lectura a las primeras 72 horas y es negativo posteriormente, ha de repetirse en 7-10 días.
Destacar que en el caso de tener que repetir la prueba es necesario realizarla en los plazos de tiempo indicados previamente señalados para evitar que el efecto booster nos lleve a interpretar un resultado positivo como una conversión reciente.
La positividad de la segunda prueba de tuberculina, por efecto Booster, implica las mismas consideraciones que si la primera determinación fuese positiva.