Aunque todavía está lejos de las definiciones a nivel nacional, el PRO ya analiza apoyar la candidatura presidencial del peronista disidente Felipe Solá y promueve a Gabriela Michetti como su vice. “El primero que se sentó a dialogar con nosotros fue Solá. No voy a decir nada más”, indicó, seco, el jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri, durante un acto de campaña en Plaza San Martín.
Macri se refería, seguramente, a la reunión reservada que tuvo con Solá en la jefatura de Gobierno hace unos 15 días; unas horas después de que el líder del PRO confirmara que se bajaba de las presidenciales para ir por la reelección en la Ciudad y que convocaba al diálogo al resto de la oposición. Está convencido, dicen sus íntimos, que cuatro años más de gestión con Cristina Kirchner en la Casa Rosada son el peor escenario.
Tras esa reunión en la jefatura de Gobierno, Solá se reunió con Emilio Monzó, uno de los principales armadores del PRO. Pero todavía no habría nada cerrado. Varios referentes del macrismo promueven ir a una interna con Eduardo Duhalde.
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