NOTICIAS | EL BAÚL DE LOS RECUERDOS DE LA LIBERTADORES / NOTA 5| 06.04.2012 17:54 hs

"Los uruguayos están locos", decía Spencer con deseos de irse

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  • Spencer y Linazza en el balcón de la pensión de la calle en Montevideo.
    Spencer y Linazza en el balcón de la pensión de la calle en Montevideo.
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  • 21/02/1960: Acción anuncia la llegada de la esperanza de Peñarol
    21/02/1960: "Acción" anuncia la llegada de la "esperanza" de Peñarol
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La incorporación del ecuatoriano a Peñarol generó una guerra política en la AUF. Después de la final que ganó ante Nacional, pronunció esa frase al ver que todos los jugadores se tomaron a golpes de puño.

El año futbolístico uruguayo de 1960 se abrió con la confirmación de lo que Hugo Bagnulo, director técnico de Peñarol desde febrero de 1958, había previsto: el 7 de enero renunció al cargo. Inmediatamente surgió la danza de nombres para sustituirlo. Los húngaros Hirsch y Orth; el argentino Guillermo Stábile; el brasileño Flavio Costa y el oriental Juan Carlos Corazo —reciente laureado campeón en el Sudamericano de Guayaquil de diciembre de 1959—, aparecieron como candidatos.

El 10 de enero retornó de Ecuador el técnico Juan López después de dirigir a la selección de ese país, con buen éxito, en el referido campeonato donde ocupó por primera vez en la historia el cuarto lugar. También él, se sumaba a la lista de posible futuro técnico de Peñarol. Se le tributó una gran recepción en el aeropuerto. Allí estaba Hugo Bagnulo, en primera fila, para recibir a su amigo.

“Dado que lo tuvo a su cargo durante su actuación en Ecuador —señaló el vespertino"Acción" en un amplio reportaje publicado al día siguiente—, interrogamos a Juancito López acerca del delantero Alberto Spencer, jugador de 22 años, por cuyo concurso se interesa Peñarol: ‘Sin lugar a dudas —señaló al respecto—, es un gran jugador. Tiene juventud y se desempeña en los tres puestos centrales de la línea de ataque (...) Hay que tener en cuenta que el Real Madrid ya puso sus ojos en este jugador y que agotará todos los recursos posibles para lograr su contratación".

La afirmación destacada en negrita confirma lo que expresaba Bagnulo, recogido en la nota anterior No. 4. El retorno de Juan López y su opinión sobre el ecuatoriano reafirmó aquella idea que estaba"en carpeta".

El 25 —siempre de enero de 1960—, fue designado DT de Peñarol el uruguayo Roberto Scarone que dirigía desde hace años en Perú.

Peñarol adquirió a Spencer por 10.000 dólares

En tiempos donde los dirigentes decidían los jugadores a contratar sin la preeminencia que hoy en día tienen los directores técnicos convertidos en omnipotentes"dueños" de las resoluciones sobre la adquisición de jugadores, los directivos de Peñarol entendieron que debían buscar con urgencia algunos futbolistas para reforzar el equipo para la nueva temporada. La interrogante surgía sobre la posibilidad que pudieran ser utilizados en la final pendiente por el título de Campeón Uruguayo de 1959. El reglamento, claramente, no permitía esta posibilidad. Pero, los aurinegros uruguayos resolvieron emprender la lucha contra los molinos de vientos...

El 21 de enero, el Presidente de Peñarol Cr. Gastón Guelfi, viajó a Ecuador para contratar a Alberto Spencer. Al día siguiente"El Día" informó que "Nacional se interesó por Spencer y concretó una oferta". En los hechos, el Everest había tasado al jugador en 10.000 dólares. Nacional ofreció 12.500. Al llevar Guelfi a Guayaquil la cotización había subido a 15.000...

En la mañana del 31, el Presidente Guelfi retornó a Montevideo. Destacó que "al Presidente del Everest, Alfredo Isaías y al Presidente de la Federación Ecuatoriana, Muñoz Medina, personas que hicieron todo lo posible para que el éxito se alcanzara. Las tratativas se hicieron en presencia de directivos del Everest, de Spencer y de sus familiares. En un primer momento el jugador deseaba la mitad de lo que se pagaba por su pase. Tuve que disuadirlo de esa posición y explicarle que en la mayoría de las transferencias, los jugadores como máximo, obtenían el 20% y que por lo tanto a él se le trataba con suma deferencia ya que de los 10.000 dólares que se pagó por su pase, 4.000 dólares fueron para él".

“La Mañana" ofreció el resto de las condiciones de la transferencia: "Si Peñarol fuera de gira —como se espera—, jugaría ante el Everest asegurándole 2.000 dólares más de recaudación. Si no lo hiciera deberá abonar 3.000 dólares. El plazo para cumplir esta condición vence en los primeros meses de 1961 (...) Asimismo, no existe el compromiso de pagarle a Spencer un salario mensual de 250 dólares, como se ha informado. Percibirá entre el mínimo o máximo, la mejor paga adjudicadas a futbolistas del plantel superior".

Spencer no viajo a Montevideo con el Presidente Guelfi porque tenía compromisos que cumplir. Con el Everest jugaba por el campeonato de la provincia ante la selección de Quito y, como refuerzo del Barcelona, se había comprometido a jugar frente a Palmeiras en Guayaquil. Guelfi completó la información: "Spencer tiene tanta ansiedad que me estaba esperando en el aeropuerto cuando llegué. Es soltero y viene solo a Montevideo...".

22/02/1960: "El Diario" muestra las primeras fotos de Spencer a su arribo a Montevideo.
 

Decisiva reunión de la Conmebol en Montevideo

Por esas cosas exclusivamente atribuibles al destino, una huelga de diarios dejó sin prensa al Uruguay durante varios días de febrero de 1960. Por esa exclusiva razón, cuando los periódicos reaparecieron, apenas difundieron mínimas noticias de las reuniones de la Confederación Sudamericana de Fútbol llevadas a cabo a partir del 15 de febrero de 1960. Las mismas se desarrollaron en la vieja casona sobre la principal Av. 18 de Julio de Montevideo, donde funcionaba la sede de AUF y de la Conmebol. Tampoco se publicaron amplios detalles en la prensa de los demás países del continente que se limitó a transcribir los escuetos cables de las agencias de noticias. Por estos motivos me ha sido imposible obtener la lista de asistentes a esos encuentros trascendentes donde —en los hechos—, se puso en marcha el Campeonato Sudamericano de Clubes Campeones de América al realizarse el sorteo de los partidos de cuartos de final, aprobándose el reglamento definitivo.

El sorteo arrojó los siguientes partidos de cuartos de final para el torneo que comenzaba a partir del 15 de abril de 1960, debiéndose poner de acuerdo los clubes para las fechas de los mismos: San Lorenzo (ARG) vs. Esporte Clube de Bahía (BRA); Campeón de Uruguay que no se conocía hasta el momento) vs. Jorge Wilstermann (BOL); Universidad de Chile vs. Millonarios (COL) y Olimpia (PAR) vs. Universitario (PER). El dirigente peruano que asistió pidió y se le concedió, un plazo de dos semanas para confirmar la participación de los cremas incaicos cuya inscripción fue en carácter condicional.

Transcurridas ese plazo no hubo respuesta afirmativa sobre la participación de Universitario en el nuevo certamen. De esta forma, sin jugar, Olimpia de Paraguay quedó automáticamente clasificado para disputar las semifinales.

La incertidumbre uruguaya por el campeón

El Campeonato Uruguayo de 1959 no pudo culminar en tiempo y forma por consecuencia de los resultados deportivos. Nacional y Peñarol culminaron igualados en el primer lugar con 26 puntos al terminar la disputa de las dos ruedas el domingo 28 de noviembre. El viaje de la Selección de Uruguay para participar en el Campeonato Sudamericano Extraordinario en Guayaquil, que comenzó el 5 de diciembre, impidió la disputa de la final inmediata para consagrar al campeón. De acuerdo al reglamento los clubes tenían que ponerse de acuerdo en la fecha en que dirimirían el título, comunicándolo a la Asociación. El tiempo fue transcurriendo sin que ello ocurriera...

Uruguay con la base de los jugadores de Nacional y sin el aporte de ningún futbolista de Peñarol —fueron excluidos por AUF porque el club no los autorizó a concurrir a las prácticas por no estar de acuerdo con el preparador físico designado—, se consagró Campeón Sudamericano en el Estadio Modelo de Guayaquil. Con su equipo armado, con la dirección de Ondino Viera que llevaba cuatro años en el cargo y con la aureola triunfal de sus jugadores que retornaban triunfadores de Guayaquil, Nacional aguardaba con tranquilidad la instancia decisiva.

Spencer debutó marcando 3 goles a Atlanta

Peñarol dirigido por Roberto Scarone y con el mismo plantel de 1959, arrancó el año sesenta a los tumbos y con malos resultados. Para colmo, en un clásico disputado ante una formación juvenil de Nacional, que se llevó a cabo en la cancha de Estudiantes de La Plata, el 13 de febrero de 1960 —ese día debutó Roberto Matosas con la camiseta aurinegra—, perdió por goleada 0:4. Cuatro días después, en la reunión de la Junta Dirigente de AUF, los clubes grandes de Uruguay informaron que se habían puesto de acuerdo para disputar la final por el título de Campeón Uruguayo de 1959 el... domingo 20 de marzo de 1960, en horas de la tarde, en el Estadio Centenario. Ese día se conocería el rival de Jorge Wilstermann, Campeón de Bolivia, en los octavos de final del Campeonato Sudamericano de Clubes Campeones.

El lunes 22 de febrero de 1960, en horas de la tarde, Alberto Spencer bajó de la escalerilla del avión en el aeropuerto de Carrasco. Venía solo. Con un pequeño bolsito deportivo en su mano izquierda y un portafolio en la derecha. Lo esperaban el Presidente Guelfi; el Secretario de Prensa del club, José Valverde y un siempre sonriente Juan López. Con grandes anuncios en la prensa, fue promocionada como "la esperanza de Peñarol".

Ese mismo día, 22 de febrero, sin ningún tipo de anuncio, ni publicidad, también llegó "para probarse" un modesto jugador argentino, entreala derecho (No. 8), nacido en Saladillo el 29 de septiembre de 1933, que no había llegado a jugar en la primera división de Estudiantes de La Plata y Quilmes, pero que había triunfado en Centro Iqueño de Perú, consagrándose campeón en 1956 dirigido por Scarone. Se llamaba Carlos Abel Linazza. Ambos jugadores pidieron pase oficial en AUF el 4 de marzo.

El 8 debutaron ambos jugadores en Peñarol (que insólitamente y por única vez en su historia, vistió camiseta roja), enfrentando a Atlanta de Villa Crespo donde jugaban Errea, Carlos y Mario Griguol, Osvaldo Zubeldía, Artime, Betinotti y los uruguayos Wálter Roque y Manuel Pedersen. Peñarol ganó 6:2 con... ¡Tres goles de Spencer!

Guerra reglamentaria por Spencer, Linazza y Pedra

Al día siguiente el vespertino "Acción", convertido en vocero oficial de Peñarol, lanzó una interrogante que conmocionó el ambiente: "¿Están habilitados Spencer y Linazza para la final?" Fue la batalla que inició una guerra en la Asociación Uruguaya de Fútbol con los dos clubes grandes en pugna.

Ante la situación planteada Peñarol fue por más y redobló la apuesta. Adquirió al entreala izquierdo de Liverpool, Guillermo Pedra —también moreno como Spencer—, en tanto"Acción" anunció que también actuaría en la final. Era un nuevo ataque al reglamento que determinaba que la final tenía que ser disputada por los equipos con sus jugadores que actuaron en la temporada 1959 cuyo campeón definía la final. Pedra había sido la figura de Liverpool en ese año evitando que el club descendiera. Ahora, al pasar a Peñarol, tenía la chance de clasificarse campeón defendiendo la camiseta de un club al que había enfrentado con Liverpool... El 12 de marzo, con Spencer, Linazza y Pedra, el "nuevo Peñarol" goleó a Tigre de Argentina 5:0 con dos goles de Spencer y dos de Linazza.

Faltando apenas ocho días para la gran final la confusión era total. Peñarol daba por descontado que los tres nuevos jugadores defenderían al club en la final. Nacional resolvió romper el silencio. El Presidente del club, José Añón, apareció en la prensa afirmando que lo que pretendía Peñarol era "un verdadero absurdo". Y agregó: "Nacional mantiene su posición principista y de acatamiento a todas las disposiciones reglamentarias. No podemos guardar silencio frente al absurdo de las pretendidas inclusiones de Spencer, Linazza y Pedra, por parte de Peñarol en el clásico del domingo. Absurdo es pretender reglamentar o reformar los estatutos de la Asociación para definir una final del campeonato uruguayo. No existe ningún antecedente que abonen las inclusiones de esos jugadores de Peñarol, que han solicitado pase en la temporada de 1960 y que se pretende ahora puedan actuar en un partido final correspondiente a la temporada 1959".

08/03/1960: Tercer gol de Spencer el día de su debut con camiseta roja, única vez que Peñarol usó ese atuendo.
 

El miércoles 16 de marzo de 1960 fue definido por "Acción" como "La hora 0". Esa noche, en la Asociación Uruguaya de Fútbol la Junta Dirigente resolvió por 7 votos a favor y 3 en contra,"la habilitación de los jugadores incluidos en la lista de limitación presentada el día 14 de marzo de 1960". La resolución no sólo amparó a Spencer, Linazza y Pedra (éste no jugó la final), sino también a las nuevas incorporaciones del modesto club El Tanque que, en el preliminar de la final, disputaba la definición del Campeonato de la Extra, la última división amateur que, por entonces, tenía el fútbol uruguayo.

Todos los jugadores —menos Spencer—, a las "piñas"

Asistí a aquella final del 20 de marzo de 1960 que cerraba la historia. Se agotaron las 67.446 entradas que se pusieron a la venta. Hasta hoy en día, esa cantidad de ingresos adquirido por los hinchas constituye el récord de colocación de localidades para un partido entre dos clubes locales en el Uruguay. Un sol pleno de otoño iluminó la tarde dominguera. Arbitró Pablo Víctor Vaga. El "nuevo Peñarol" formó con Maidana, William Martínez y el brasileño Salvador; Pino, Goncalvez y Aguerre; Cubilla, el argentino Linazza, Hohberg, el ecuatoriano Spencer y Borges. El mismo equipo que había armado Hugo Bagnulo con los dos nuevos jugadores incorporados. Nacional lo hizo con Roberto Sosa, Troche y Di Fabio; Collazo, Rubén González y Mesías; Salvá, Héctor Rodríguez, Wálter Gómez (sí, la gran estrella de River Plate, aquel de "la gente ya no come / por ver a Wálter Gómez"), el paraguayo Romero y Escalada.

El partido fue muy parejo. Al terminar el primer tiempo Nacional tuvo el perjuicio de la lesión de Wálter Gómez. En tiempos sin cambios en los equipos, aquel notable jugador que era Wálter actuó en desventaja física en la segunda etapa, como figura nominal, en la punta izquierda. Peñarol ganó 2:0 con goles de Cubilla a los 78’ y Linazza de penal a los 87’. A esa altura del partido los dos equipos tenían siete jugadores cada uno en la cancha. Al convertir el gol Cubilla se generó una gresca enorme. Todos los jugadores —menos Spencer—, se trabaron en una lucha a golpes de puño, con intervención de la policía. Cuando los ánimos se calmaron, el juez expulsó a Borges, William Martínez, Hohberg y Aguerre en Peñarol, y a Wálter Gómez, Collazo, Rubén González y Escalada de Nacional.

Casi cinco décadas después, en el programa "Habla la Historia" que realizo para VTV, con biografías de aquellos campeones del pasado, Néstor Goncalvez en el diálogo que transcribimos a continuación, contó una anécdota imperdible.

-“Nos peleamos todos. Aquello fue realmente complicado"
-En realidad, Tito, se pelearon todos menos el ecuatoriano Spencer que se apartó del lío y se puso en la línea de la mitad de la cancha, contra la Tribuna América, mirando como todos se golpeaban...
-“Sí, es cierto. Cuando volvemos al vestuario, mientras festejábamos, nos encontramos con Spencer que nos miraba con ojos de sorpresa y nos decía: 'ustedes los uruguayos son locos, están locos. ¿Cómo se van a pegar así por el fútbol? Yo aquí no sigo, no me quedo, me voy mañana para Ecuador. Ustedes están locos...' Bueno, lo calmamos, le explicamos cómo eran las cosas en los clásicos y por suerte para todos, Alberto siguió con nosotros...".

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1 COMENTARIOS

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Que gran material de archivo.

07-04-2012 19:09:50