Permítanme, con perdón, que en estas líneas que siguen mire mucho para la tierra. Que barra para casa, vamos. Pero la ocasión lo merece. La Málaga ciclista -y esperemos que también los demás mortales de la provincia- estará desde este sábado muy pendiente del Tour de Francia. Porque por primera vez en este siglo XXI habrá un corredor de la tierra en la prueba reina del calendario internacional.
Luis Ángel Maté, ese lince andaluz que se ha ganado la simpatía de ciclistas y aficionados por su carácter alegre y su forma valiente de correr metido siempre en las escapadas y animando las etapas, estará en la línea de salida de Lieja. Desde que en 1990 lo hicieran Jesús Rosado y Mario Lara –este último no lo terminó tras quedar fuera de control en una contrarreloj a cuya salida llegó tarde-, Málaga ha visto hasta 21 ediciones sin ciclistas de la tierra.
Son en total cinco los hombres que han disputado la Grande Boucle. Los hermanos Dámaso (1973 y 74) y Pedro Torres (1973, 75, 76, 77, 78 y 80); Sebastián Pozo (1977 y 78), y los ya mencionados Rosado y Lara en el 90. Así que Luis será el sexto en hacerlo cuando todo empiece en Lieja.
Jesús Rosado, el último malagueño en correr el Tour, en 1990
Lo cierto es que, desde principios de temporada, Maté y Cofidis ya pensaban en la ronda gala. Faltaba demostrar que lo merecía. Pero el marbellí se lo ha ganado a pulso. Fiel a su estilo de siempre, si nos ponemos a contar los kilómetros que ha rodado escapado este año podrían salirnos más de mil. De hecho, sólo le ha faltado alzar los brazos en un año en el que se ha vaciado casi a diario. Ramírez Abeja, con más competición que él en febrero, le privó en Benalmádena de un triunfo que llevaba su nombre. Era la primera etapa de la Vuelta a Andalucía y el Lince se ‘cascó’ una cabalgada de 200 kilómetros con apenas cuatro días de carreras en las piernas. Después se llevó la general de la Montaña y las Metas Volantes.
Después lo hemos visto escapado en casi todas las carreras que ha corrido. París-Niza, Cataluña, Castilla y León y más recientemente en el Dauphiné. Allí, su tentativa junto a Egoi Martínez murió a 18 kilómetros de meta. Incluso en el Campeonato de España se dejó ver, pero el tiránico Movistar no le dio opción.
En este Tour de Francia estará a las órdenes de su jefe de filas y buen amigo Rein Taaramae, ya recuperado y en plena forma después de un inicio de año plagado de lesiones. El estonio es el líder indiscutible del equipo, pues David Moncoutié tampoco está ya para meterse en peleas por la general aunque a buen seguro dará guerra en la montaña. Maté será, por tanto, un hombre de equipo. Pero conociéndolo, que nadie se extrañe si un día aparece en el podio para vestirse con un maillot de lunares, que se da en Francia al mejor en la montaña pero podría pasar perfectamente por una equipación andaluza de tintes folklóricos. De hecho, ya lo llevó en la París-Niza.
Y hablando de ese jersey a puntos rojos, ya hubo un malagueño que lo consiguió en su época. Corría el año 1973. Fue Pedro Torres Cruces, nacido en el pequeño pueblo de Humilladero, quien se lo trajo para casa además de anotar, en la localidad pirenaica de Pau, la única victoria de un ciclista de la provincia. Hasta ahora.
Pedro Torres, ganador del maillot de la montaña en el 73
A Maté, por ahora, le avalan dos victorias en su palmarés profesional: una etapa en el Tour de San Luis (2010) y otra en el Tour du Sud (2011). El año pasado cumplió uno de sus grandes objetivos: debutar en una carrera de tres semanas como la Vuelta a España. Ahora cumple el de ponerse un dorsal en la prueba que todo ciclista sueña con correr desde pequeño: El Tour de Francia. Así que a partir del sábado, el Lince andaluz alegrará las carreteras del país vecino y a buen seguro dará guerra en la carrera. Mientras, a dos mil kilómetros, los malagueños seguirán a ‘su’ corredor 22 años después. Maté recordará aquella época de cadete y junior en la que tenía que ir a Cádiz desde Marbella sin más apoyo que el de su familia. Será su primer Tour y, por tanto, especial para él. También para sus paisanos.
Víctor Martín
es malagueño de adopcion, ya que nacio en madrid.