Real Madrid

Marcó una época porque su talento permitió que el fútbol diera un salto de calidad. Nadie hasta entonces mostraba tanta técnica, tanta visión de juego y elegancia. René Petit llevó al Madrid a unas copas de éxito que hacía una década que no alcanzaba. Desarrollaría lo mejor de su carrera en el Real Unión de Irún, pero siempre se sintió y se expresó como madridista.

René Petit nació en Dax (Francia) aunque se educó y vivió en España. Curso estudios en ese gran vivero de futbolistas que fue el Colegio del Pilar. Tras culminar el bachillerato, ingresó en el Madrid junto a su hermano, el malogrado Juan, un extraordinario interior izquierda. A pesar de su juventud, se hizo hueco en el plantel de un primer equipo que no dominaba en España desde 1908. Era distinto a todo lo que habían visto hasta entonces. Era un futbolista total, capaz de jugar en cualquier demarcación, todo lo hacía bien.

De su mano, llevaría de nuevo a los blancos a las grandes finales, primero en 1916, cayendo en el partido decisivo ante el Athletic. Al año siguiente tomó revancha venciendo en la final al Arenas de Guecho. Todavía se recuerda el impresionante gol que marcó en el minuto 85, con el equipo vencido. Tras sortear a todos los adversarios que le salían al paso, firmó un golazo que puso las tablas en el marcador, desniveladas finalmente por Ricardo Álvarez. El Madrid volvía a conquistar la Copa, título que René repetiría al año siguiente, pero ya en las filas del Real Unión de Irún, donde seguiría sembrando su estela de futbolista de leyenda.

La historia del Club siempre le recordará como uno de sus mejores futbolistas, quizá su primera gran estrella. Siguió muy vinculado al Club, que en 1952, con motivo de las Bodas de Plata, le conmemoró. Santiago Bernabéu le impuso la insignia de oro y brillantes del Club, en reconocimiento a uno de los mejores jugadores que habían engrandecido la joven historia de un Club legendario. Fue internacional con Francia. Falleció en Fuenterrabía el 14 de octubre de 1989.

Características:

El futbolista total, es la definición que cuadra con las características de René Petit, un delantero que jugaba de medio, un medio que jugaba de todo. Portentoso físicamente, pero sobretodo dotado de una técnica impropia de la época, su fútbol sirvió para enamorar a una incipiente afición que le consideró como su primer y gran ídolo.