Una alianza para “alentar el progreso de nuestras regiones dentro de la Unión Europea” y “lograr mejoras para nuestros ciudadanos”. Así ha resumido el presidente del Principado de Asturias, Javier Fernández, la importancia de la Macrorregión del Sudoeste Europeo (RESOE) tras firmar la adhesión de Asturias esta mañana en Oporto.

En un acto en el que también han intervenido el presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijóo; el presidente de la Junta de Castilla y León, Juan Vicente Herrera, y los presidentes de las comisiones de coordinación y desarrollo regional del Norte y Centro de Portugal, Emidio Gomes y Pedro Saraiva, el jefe del Ejecutivo regional ha abogado por “la capacidad de cooperación, la búsqueda común de objetivos por encima de las fronteras y de las lenguas y la superación de los estrictos intereses estatales”, porque, ha añadido, la Unión Europea es “el ámbito adecuado para afrontar nuestros problemas y acabar con esta prolongada recesión que aún sufrimos”.

Las cinco regiones que hoy han rubricado en Oporto esta alianza -las regiones Norte y Centro de Portugal, Castilla y León, Galicia y Asturias- comparten dificultades como la caída de la natalidad, el envejecimiento y la pérdida de población. A pesar de que es un desafío que afecta a partes importantes del territorio, ha insistido Fernández, “ni las instituciones nacionales ni las europeas han dado hasta ahora una respuesta suficiente”.

“Ése es uno de los objetivos en los que hemos de empeñarnos. Quienes gobernamos las regiones castigadas por el problema demográfico tenemos la responsabilidad de hacernos oír en la Unión Europea y juntos podemos lograrlo. Para eso estamos hoy aquí, para intentar hacer. Para alcanzar objetivos como los que cita el memorando”, ha destacado.

Concretamente, el memorando de adhesión de Asturias destaca tres ámbitos de actuación prioritarios: transportes y logística, competitividad industrial mediante el impulso de la investigación y el desarrollo (I+D) en los procesos industriales, e investigación y excelencia universitaria, defendiendo la creación de un área de excelencia dentro del Espacio Europeo de Enseñanza Superior que implique a las universidades de la macrorregión. También alentarán la colaboración entre las universidades y las empresas, con prioridad para la cooperación tecnológica y el desarrollo de actividades de I+D+i.

Sobre la mejora de las comunicaciones, el presidente asturiano ha destacado la construcción del Corredor Atlántico: “Ha de ser prioritaria, porque hablamos de una infraestructura vertebral para la península Ibérica y para la propia Unión Europea”. Una obra que, ha advertido, “sólo cumplirá su finalidad si se completa con el despliegue de infraestructuras previsto en el Noroeste peninsular”.

También ha defendido Javier Fernández la capacidad de la industria como motor de desarrollo económico. “España, Portugal y la Unión Europea en su conjunto puedan afrontar con más garantías su porvenir favoreciendo el tejido industrial. La potencia industrial no puede estar acotada a unos estados, es un patrimonio común de toda la Unión. Ni España ni Portugal deben resignarse a ser un destino turístico”, ha subrayado.

“Por fortuna”, ha reseñado, “en esta alianza contamos con una espléndida base en torno a la industria del automóvil para fomentar la cooperación y, especialmente, la investigación y la innovación. En esa meta, la colaboración entre nuestras universidades, y entre ellas y el mundo empresarial, es un factor de singular importancia”.

Vocación por la cooperación

La RESOE – herramienta con una estructura flexible que no conlleva la creación de nuevos organismos y no supone un coste añadido— se presentará ante la Unión Europea como una alianza económico-jurídica para contar con más peso administrativo y demográfico de cara a obtener recursos comunitarios, crear un área de expansión económica, fomentar la cooperación empresarial e impulsar la colaboración institucional para ahorrar costes y mejorar la prestación de servicios a los ciudadanos.

Las cinco regiones que desde hoy la conforman consideran, además, que la RESOE es el espacio adecuado para coordinar esfuerzos frente a los desafíos demográficos que afrontan. Afectados por problemas de envejecimiento, dispersión y despoblación, todos estos territorios sostienen que es necesario que la Unión Europea diseñe políticas específicas para atender esta situación.

Asturias ha mostrado desde la incorporación de España a la Unión Europea su vocación de cooperación con los territorios próximos, pero también con otras regiones europeas con retos similares y potencialidades de cooperación. Muestra de ellos son las alianzas atlánticas que Asturias ha desarrollado dentro de la Conferencia de Regiones Marítimas y del Arco Atlántico y que ahora se refuerzan con la integración en la alianza de las regiones del sudoeste europeo.

La macrorregión RESOE se amplía en un momento en el que las tres comunidades autónomas españolas dejarán de ser para la UE objetivo número 1, lo que significa la pérdida de ayudas comunitarias como las percibidas hasta ahora. El nuevo escenario presupuestario prima las alianzas territoriales para optar a los fondos destinados a fomentar la economía productiva y generadora de empleo. La Comisión Europea ha planteado favorecer estas fórmulas de cooperación interterritorial con una nueva línea de subvenciones y propiciar una mayor racionalidad en el gasto público.

Galicia y la Región Norte de Portugal constituyeron en 1991 una eurorregión. Posteriormente, en el año 2000, Castilla y León creó una comunidad de trabajo con la misma área portuguesa. En 2010, se constituyó la macrorregión de los tres territorios a los que desde hoy se suman Asturias y la región Centro de Portugal.