Mañana, una cumbre regionalen Conakry en la que participarán los jefes de Estado de Guinea, Liberia, Sierra Leona y Costa de Marfil, discutirá  la epidemia de Ébola, que ya ha causado más de 700 muertos en África del oeste.

Ante  la grave situación, el presidente de Sierra Leona, Ernest Bai Koroma, y la presidente de Liberia, Ellen Johnson Sirleaf, renunciaron a participar en otra cumbre, prevista en Washington, y que reunirá a cerca de 50 jefes de Estado o de gobierno africanos.

El gobierno estadounidense ya anunció que la epidemia será parte importante de los temas que serán abordados en los tres días de la cumbre.

Precisamente, Sierra Leona y Liberia tomaron medidas drásticas ante la epidemia de fiebre hemorrágica, provocada en gran parte por el virus del Ébola.

La directora general de la Organización Mundial de la Salud anunció un plan de $100 millones y los presidentes de los países de África occidental presentarán un plan de lucha contra la epidemia de $100 millones de dólares, dijo la OMS.

La Organización también difundió nuevos datos sobre la epidemia en África occidental, para la que no existe vacuna. Así, hasta el 27 de julio se habían registrado más de 1 300 casos, incluyendo a 729 personas que fallecieron en Guinea, Liberia, Nigeria y Sierra Leona.

Horas después de que la presidenta liberiana ordenara el cierre de todas las escuelas, su homólogo sierraleonés, decretó el estado de emergencia.

"Los desafíos extraordinarios requieren medidas extraordinarias. La enfermedad causada por el virus del Ébola constituye un desafío extraordinario para nuestra nación", dijo Koroma en un discurso difundido por televisión.

Koroma también anunció medidas como poner en cuarentena las áreas afectadas por el Ébola, desplegar fuerzas de seguridad para proteger al personal médico y prohibir las reuniones públicas, así como allanar los lugares en los que se piensa que puede haber enfermos.

El mandatario también dijo que hubo más de 130 supervivientes de esta enfermedad, recalcando las posibilidades de curarse que tienen las personas ingresadas en centros de salud. (AFP)