Foto: Archivo Fundación Rigoberta Menchú Tum
El primero de octubre da inicio el debate oral y público en contra de Pedro García Arredondo, quien fuera jefe del Comando Seis de la extinta Policía Nacional cuando el 31 de enero de 1980 se procediera a quemar la Embajada de España. Allí murieron calcinadas 37 personas, en su mayoría campesinos que buscaban la mediación del entonces embajador español Máximo Cajal para acabar con la represión y desaparición de campesinos en El Quiché.1
En el juicio, que se llevará a cabo en el Tribunal B de Mayor Riesgo, darán su testimonio 14 personas y participarán seis peritos. Se contará también con dos pruebas anticipadas, siete audiovisuales y 104 pruebas documentales.
Embajador mediaría para que el gobierno escuchara sus demandas
El único sobreviviente, el Embajador Máximo Cajal, dio su testimonio al Juez encargado, Eduardo Cojulún, en abril de 2012, dos años antes de fallecer. En su declaración en torno a lo que él llamó “una película de terror”, “relató cómo las fuerzas de seguridad rodearon la sede e irrumpieron por el techo y al romper la puerta, armados con fusiles y hachas.”2
El campesino indígena Gregorio Xuya también sobrevivió el incendio. Fue trasladado, junto a Máximo Cajal, al hospital, de donde fue secuestrado y asesinado. Su cuerpo, torturado, fue dejado frente a la Rectoría de la Universidad de San Carlos de Guatemala.
Foto: Archivo Fundación Rigoberta Menchú Tum
Poco antes de la masacre, los campesinos del norte de El Quiché habían estado en la capital para pedir al gobierno que cesara la represión en sus comunidades. El presidente del Congreso de entonces los había recibido, pero al volver a sus comunidades aumentó la represión, por lo que decidieron regresar a la capital para buscar nuevamente ser escuchados. Como no tuvieron acogida en las entidades del Estado, buscaron apoyo a nivel internacional y creían que el Embajador español, con el apoyo de otros embajadores, iba a ser clave para detener la represión en las comunidades.3 Los intentos terminaron con lo que se conoce como “la quema de la Embajada de España”, en la que 37 personas fueron quemadas vivas.
El escritor y diplomático Fernando Schwartz, en su reseña sobre el libro que Máximo Cajal publicó en el 2000 sobre el hecho, escribió: Sigue leyendo →