Muerte de madre habría causado fuerte depresión a Israel Huerta

Vecinos del autor del tiroteo, con desconcierto, lo describen como "tranquilo". Ayer había estado celebrando con su familia.

por Manuel Valencia y Jorge Maltrain
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Como un hombre tranquilo, de pocas palabras y muy cercano a su familia definieron a Israel Huerta Céspedes (45) los vecinos y "amigos de la infancia" -como se definen- del ex auxiliar de la PDI.

Huerta llegó en 1980, junto a sus padres y sus 10 hermanos (seis hombres y cuatro mujeres), a vivir a la población Baquedano, una villa conformada por casas de ladrillos y ubicada en el sector de Rinconada de Maipú.

La familia provenía de la zona campestre de Las Cabras, Sexta Región.

En esas calles creció y vivió hasta que se casó y formó su familia. Huerta está casado y tiene dos hijos con quienes vivía en Puente Alto.

"Pero igual siempre pasaba acá porque era muy cercano a su mamá, la venía a ver siempre", cuenta una desconcertada vecina, que no quiso revelar su nombre.

La madre de Huerta, Julia Céspedes, murió hace dos meses de una repentina trombosis. Su fallecimiento impactó duramente al autor del tiroteo. "Se deprimió mucho, lo afectó mucho. Fue un golpe muy duro, muy fuerte", agrega la vecina.

Ayer los hermanos se habían reunido en la casa para organizar una misa por la muerte de su madre. "La casa quedó como herencia para los 10 hermanos y aquí llegamos todos", explica Juan Huerta, hermano mayor del autor de la masacre.

"Mi hermano era una persona tranquila, y lamento que lo traten como un delincuente, no entiendo qué le pasó por la cabeza. Le disparó a personas que no conocía y no sé porque si los 10 somos personas tranquilas y no reaccionamos así", agrega.

El carácter pacífico de Huerta es lo que más destacan quienes lo conocen hace 31 años. "Israel era una persona demasiada tranquila, incluso más que los hermanos. Era muy alegre y apegado a su familia ", señala uno de sus amigos, Omar Villarroel, quien vive en la casa contigua a la de Huerta.

Antecedentes

Sin embargo, pese al consenso en torno a su carácter pacífico, el episodio de ayer no fue el primero en el que Huerta se involucró con las armas. De acuerdo con uno de sus amigos, Danilo Hermosilla, ya lo había visto portando armas de fuego con anterioridad.

"Una vez tuvo un problema con gente del sector que parece que eran traficantes y esa vez hubo disparos", revela Hermosilla, sin entrar en mayores detalles.

Israel Huerta no tenía un trabajo estable. Estaba cesante hace un mes, cuando dejó de trabajar en un colegio de Peñaflor.

Antes trabajó seis años como auxiliar de aseo en la Brigada de Homicidios de La Reina, de la Policía de Investigaciones. Sin embargo, en 1994, fue despedido por mala conducta.

Luego, tuvo otras labores esporádicas "y cuando no tenía pega vendía cosas en la feria y con eso se manejaba", agrega Villarroel.

Ayer en la población Baquedano, los cercanos comentaban lo sorpresivo del hecho, y no alcanzaban a convencerse: "Ayer estuvimos compartiendo y bailando, se veía alegre", describe su hermano.

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