Por decisión del presidente Porfirio Lobo, la universidad estatal asumió desde el 10 de julio el control del más grande centro hospitalario del país, al que acuden cada día miles de hondureños de todas las latitudes en busca de su salud perdida.
Las compras irregulares de medicamentos, el pago de sueldos y salarios a personal que no labora y el traslape de horarios de los médicos son algunos de los muchísimos problemas de corrupción que enfrenta el hospital y que lo han llevado prácticamente a su destrucción en perjuicio de los hondureños más pobres.
TH DESCUBRE CORRUPCION
En el marco del proceso de descentralizar los 28 centros asistenciales de Honduras, puesto en marcha por el gobierno en el 2011 por presiones sociales, sólo el Hospital Escuela emitió 535 órdenes de compra directas de medicinas o bajo la modalidad de licitaciones privadas a favor de 23 proveedores que presentaron sus ofertas y sólo el 10 resultó beneficiado con 116,6 millones de lempiras, equivalente al 88% de la inversión.
En la licitación también participaron empresas no autorizadas por la Secretaría de Salud, lo que demostró la injerencia de intereses políticos y económicos que impiden al Estado prestar un óptimo servicio al pueblo.
Lobo aseguró al respecto en rueda de prensa que “ahora la fiesta se terminó tanto para trabajadores como para algunos proveedores (del hospital)”.
Las irregularidades encontradas en las compras de medicamentos del Hospital Escuelas las denunció ante el Ministerio Público en marzo el Centro Legal Anticorrupción (ALAC) de la Asociación para una Sociedad Más Justa (ASJ), en representación de Transparencia Internacional.
La ASJ es socia desde febrero de Transparencia Internacional, organismo mundial no gubernamental que lucha contra la corrupción política en todo el mundo.
TH y ALAC son organismos de la ASJ.
La fiscalía especial de Lucha contra la Corrupción registró la denuncia bajo el número 1791-2012, pero a cuatro meses de presentada aún no se vislumbra una firme voluntad del Ministerio Público para castigar a los responsables de los delitos.
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MILLONARIA EROGACIONES
Una auditoria del Tribunal Superior de Cuentas del 2007, entregada recientemente a la UNAH, avala las investigaciones de TH.
El tribunal detectó que el gobierno pagaría sueldos y salarios por 4,5 millones de lempiras a personas que no asiste a trabajar en el Hospital Escuela, y que eroga otros 5,5 millones en el traslape de horarios de los médicos.
Esa modalidad consiste en que hay doctores que atienden sus clínicas privadas o que laboran en otros hospitales en el mismo horario que aparecen con turnos de seis horas consecutivas en el Hospital Escuela.
Se ha comprobado además la emisión de cheques por 3,2 millones de lempiras sin detalles de respaldo de la persona que cobró el dinero.
La investigación, que el Tribunal de Cuentas mantuvo oculta durante cinco años por razones aún ignoradas, estableció que el Hospital Escuela extendió 4.000 incapacidades por enfermedad a sus trabajadores por 132.000 días por un monto de 6,6 millones de lempiras. El centro cuenta con más de 2.000 empleados.
PRECIOS EXAGERADOS
El director ejecutivo de la ASJ, Carlos Hernández, dijo a Revistazo que “el Hospital Escuela históricamente ha comprado medicinas a precios exageradamente superiores a los que se ofrecen en una licitación pública”.
Instó a la rectora universitaria Julieta Castellanos a buscar los mecanismos de participación social para hacer más ética su gestión en el centro hospitalario.
Hernández respaldó también la iniciativa de Castellanos de evaluar el personal del Hospital Escuela “a fin de que la atención a los enfermos sea más cálida y humana”.
En el 2011, el presupuesto del Hospital Escuela fue superior a los mil millones de lempiras, equivalente al 11% del presupuesto de la Secretaría de Salud.
El 60% del presupuesto se destina a pagar salarios y el 12,2% en adquirir medicinas.
