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01.08.2000 | 00:00

Los Políticos

Una manera de presentar a Los Políticos: “No hacen rock chabón. Tampoco los produce Daniel Melero. No son stones ni modernos.

Una manera de presentar a Los Políticos: "No hacen rock chabón. Tampoco los produce Daniel Melero. No son stones ni modernos. Son, simplemente, cinco buenos músicos de rock. El guitarrista, por ejemplo, sabe tocar muy bien la guitarra. El bajista es bueno en el bajo. El baterista es de los mejores que hay en plaza. Y el tecladista y el cantante saben lo que hacen. De hecho, casi todos han pasado por distintos conservatorios y escuelas de música, tanto en Buenos Aires como en los Estados Unidos. Tienen una banda que se llama Los Políticos y son capaces de generar un rock poderoso, deudor de Steve Vai, de Led Zeppelin y de la ironía de Frank Zappa, con un sonido lo suficientemente pop y profesional como para no desentonar en cualquier radio. Si es que pudieran sonar seguido en la radio, claro".

Otra manera de presentar a Los Políticos: "Cuando, en 1998, Mario Pergolini recibió en la Rock & Pop la ingeniosa versión à la Satriani del «Himno a San Martín», no dudó en pasarla con la insistencia suficiente como para que los oyentes llamaran a la radio para preguntar de quién era el tema y cuándo salía el disco. Pero no había disco ni banda: era apenas un demo de dos músicos que se habían cansado de hacer jingles de publicidad, y que ahora tenían la idea no del todo acabada de hacer un álbum sólo de guitarras. Pero nacieron Los Políticos".

El asunto es así. Los Políticos se originaron a fines de 1998. En 1999 editaron su disco debut y dieron sus primeros shows. Y ahora, después de terminar su primer videoclip (del tema "11 mil televisores rotos", que presenta a un político trucho pidiendo a gritos que lo voten, "¡manga de hijos de puta!"), planean volver a los escenarios. "Fue medio loco: primero estuvo el disco y después salimos a tocar", dice Anel Paz, guitarrista. "Pero la idea es desarrollar una estrategia que no desgaste el grupo. Ir de a poco." "Aprendimos a regular la ansiedad", dice Federico El Tío Ariztegui, tecladista. Fernando Buriasco (bajista) lo resume así: "La idea es tocar una vez por mes, pero con buenos shows. Es preferible tocar poco pero bien, antes que tocar mucho y mal".

Cuando decidieron armar el grupo, Paz y Ariztegui reclutaron a Buriasco, bajista que venía de pasar una temporada en los Estados Unidos corriendo motos (en Daytona, Savannah, West Palm Beach) y que acababa de asociarse con Paz para armar un estudio de grabación. Buriasco sugirió sumar a Emmanuel Cauvet, quien por entonces estudiaba música en el Musician Institute de Los Angeles, y tocaba con –y vivía en la casa de– su tío, Stanley Clarke, reputado bajista de jazz. La voz llegó desde Praga. Después de vivir cuatro años en Checoslovaquia y pasar por varios grupos de rock y agencias de publicidad, Martín Misenta decidió regresar a la Argentina. Y se transformó en el quinto político.

Dice Paz: "Nosotros estábamos descontrolados a nivel instrumental, pero no teníamos melodía. Martín terminó de darles forma a las canciones".

Los Políticos no tienen muy en claro qué estilo hacen. Pero tampoco les preocupa averiguarlo. "Nunca pensamos qué género hacer. Los temas fueron saliendo; nos pusimos a tocar y lo que quedó es producto de lo que puso cada uno", dice Paz. Ariztegui arriesga una descripción: "Tenemos cosas progresivas pero también tenemos máquinas, loops, guitarras muy podridas y un sonido pop". Y después se enganchan hablando de cómo la crisis económica afecta al rock; del riesgo que implica abandonar el oficio de jinglero (Paz era socio de la agencia Raya, una de las que más trabaja en el rubro) y poner un estudio de grabación; de la prehistoria de la cerveza Budweiser ("Es checa, nació en el siglo xvii", dice Misenta); de la diferente mentalidad de los músicos en los Estados Unidos ("Allá todos tocan con todos, y si aparece uno que toca algún género que no conocen, no lo desprecian sino que lo invitan a tocar para aprender más").

Si se tiene en cuenta el poco tiempo que llevan como grupo, las cosas no les han ido nada mal. Acaban de firmar un contrato de difusión y distribución por Internet con mp3.com, sitio en el que sus canciones suman 600 clics mensuales. "Es una buena alternativa porque acá el mercado está muerto", concluye, lapidario, Buriasco.

Por Fernando Sanchez