Evelyn Ugalde

Evelyn Ugalde

Ha salido de la lámpara de Aladino, una nueva escritora, muy conocida por los niños, ya que posee un don especial para entretenerlos y hacerlos felices.

Evelyn Ugalde, ahora nos sorprende con su libro “Cuando los cuentos
crecen”, donde coloca a los imborrables personajes de los clásicos cuentos de hadas, en situaciones llenas de humor, picardía y con pinceladas de fina ironía. Con vocabulario sencillo, nos lleva de la mano de aventura en aventura y al final nos suelta, para que disfrutemos de los desenlaces inesperados y sorpresivos. A veces nos desconciertan, ya que son tejidos entre la magia y la realidad y al terminar cada cuento, sentimos que hemos colocado la última pieza del rompecabezas o dimos el jaque mate, en un juego de ajedrez. Sutilmente, los personajes hacen uso de la tecnología moderna, del consumismo, del embellecimiento postizo, con sus causas y sus efectos. Evelyn nos enseña sin aleccionar y narra sabrosamente. Estoy segura que deleitará con su pluma tanto a jóvenes de mirada inquieta, como a los adultos que tenemos en nuestro paladar, todavía, el dulce sabor de la niñez.

Prólogo de Lara Ríos del libro "CUando los cuentos crecen"


Uno de los cuentos de esta antología es:

De cómo Pinocho se las ingenió para seguir mintiendo

-Pinocho, hijo, Pinoooochooo. ¿Dónde estás, bandido? Pinoooocho, contesta, te comió la lengua Fígaro. Contesta niño, desde que eres un niño de verdad, parece que te dejaron las orejas de palo.
-Qué pasa, viejo, no ves que estoy ocupado- dijo Pinocho a su padre Gepeto.
-Ocupado, ocupado, todo el día frente a esa computadora, esa es una pérdida de tiempo, que lo diga yo que estuve dentro de una ballena, yo que recorrí tantos lugares, a mí no me engañan fácilmente, ese aparato es obra del demonio- gritaba colérico Gepeto.
-Si, si, Gepeto- respondió aburrido Pinocho- ¿qué pasa, para qué me interrumpes?.
-Te preparé tu té especial de corteza de cedro, deja de lado tu "computadorcita" y échale algo a ese estómago, que ya no está lleno de aserrín.
-Bueno, bueno, ya voy, ahhh y recuerda que odio el incienso con olor a roble, me recuerda esa época de mi vida...bueno tu ya sabes.

Pinocho tiró la puerta y se enfrascó de nuevo en su pasatiempo favorito: chatear. Y es que aunque Pinocho se convirtió en un niño "de verdad" todavía sufría de la constante vigilancia del Hada Madrina" que le repetía constantemente: "aunque ahora eres un niño de carne y hueso, no voy a permitir que digas mentiras, sabes que tengo una fijación con ese feo hábito y si antes cada vez que lo hacías te crecía la nariz, ahora no solamente te crecerá sino que se te llenará de espinillas y barros. Así que, no te quiero atrapar mintiendo, entiendes Pinocho".
Así que Pinocho tenía que hacerle caso o se arriesgaba a bajar aún más su popularidad, que ya de por sí estaba por los suelos: "mira que tieso camina", se mofaban sus compañeras; "es un cabeza hueca" lo criticaban sus profesores, y no olvidemos esa famosa cancioncilla que le recitaban sus amigos burlones:
"aserrín, aserrán los maderos de San Juan"...
Por lo que él no podía darse el lujo de tener la nariz más grande y llena de espinillas y logró por mucho tiempo evitarlo, pero como todo ser humano, sentía de vez en cuando esa necesidad de decir una mentirilla blanca, aunque fuera para desahogar su rebeldía.
-No puede ser que esa hada madrina me obligue a ser un niño perfecto, no se vale, por qué no me tratará como los
otros niños, que me pegue pellizcos o me quite algunas horas de televisión, pero no, ella tiene que darse importancia y hacer pedazos mi ya de por sí difícil adolescencia.
Esa era la triste vida de Pinocho, hasta que alguien le presentó la maravillosa Internet y por supuesto el primer
lugar visitado por Pinocho fue el "chat". Y esa fue la solución a sus problemas, por fin podría mentir, fingir que era otra persona, tomar el puesto de un astronauta o de un ingeniero, hacer amistad con cientos de personas, mintiendo sobre su edad, su sexo, su oficio, su nacionalidad, su familia, su helado favorito, todo era
una mentira. Y lo mejor era que su Madrina no se enteraría, porque ella, al igual que Gepeto, odiaban las nuevas tecnologías. ¿Qué mejor solución?



Evelyn Ugalde Barrantes
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-Bachiller en Comunicación Colectiva
-Periodista desde hace 10 años en medios de comunicación como La Nación, Canal 7, La Prensa Libre, Central American Weekly y demás.
-Ha colaborado con más de 20 medios de comunicación del país con reseñas y comentarios de libros.
-Actualmente lo hace con La Prensa Libre, Zurquí de La Nación, El Florense, revista Destinos, revista Perfil, revista PH, periódico OJO y demás.

-Directora de primera revista literaria en Internet: Clubdelibros.com Empresa de fomento a la lectura.
-Ha organizado al menos unas 100 actividades de fomento a la lectura desde hace 4 años.
Entre ellas:
-unas 50 presentaciones de libros
-unas 60 ferias del trueque de libros
-Unos 15 ciclos de cine y literatura
-unos 40 talleres de lectura con maestros
-unos 60 talleres con niños de fomento a la lectura
-unas 60 actividades literarias realizadas en Librerías, Centros culturales, cines, bares, etc.
-unos 10 festivales de lectura
y mucho más.
-Trabaja como promotora Cultural de la Editorial de la Universidad a Estatal a Distancia, de la Librería Universal, de la Librería Internacional, de la Librería Lehmann, de la librería Francesa y demás.
-Es miembro del Consejo Nacional del Libro y la Lectura de Costa Rica
-Trabajo durante cuatro años en la Comunicación de la feria Nacional del Libro, con la Cámara Costarricense del Libro.

-En el año 2006 publica su primer libro: “Cuando los cuentos crecen”, una recopilación de cuentos. Con la Editorial Uruk.
-Actualmente acaba de publicar “Una estrategia de animación para cada día” con la editorial Uruk