Servicios | Archivo | Escríbanos | Economicos.com | Fax gratis | En PDA, celular, e-mail, RSS | ||||||
|
Saprissa 0 - Pérez Zeledón 1: ¡Guerreros y campeones! Una faena llena de dignidad y coraje les deparó la victoriaJosé Luis Rodríguez jorodriguez@nacion.com Hay historias que se escriben con sangre; por la hombría de quienes la escriben; con dignidad, por la honestidad y la entrega. Pérez Zeledón derrotó anoche a Saprissa, 1 a 0, en tiempo suplementario, y se coronó como el indiscutible campeón del torneo de Apertura, en una jornada histórica que se rubricó con decoro. Sabíamos que no habría calidad técnica; que sería más un duelo de gladiadores, una característica típica de una final, donde el resultado prima sobre el espectáculo; que Saprissa propondría el juego y que los del Sur se dedicarían a esperar, contando, eso sí, con un arma conocida y letal: el contragolpe. Pues bien, así se desarrolló este choque crucial, que requirió de los tiempos suplementarios para dar su veredicto. El primer cuarto de hora enseñó un claro dominio saprissista. Desde el arranque los morados propusieron el juego, mientras que su rival procuraba ganar tiempo con base en la marca férrea del mediocampo y con el orden defensivo que se le conoce al plantel de Carlos Restrepo. Mas, a partir de un error del arquero Porras, quien tomó con sus manos una devolución de José Pablo Fonseca, los anfitriones entraron en una seguidilla de yerros y de confusión. Eso le permitió a los de azul tomar confianza y atreverse a plantear algunas opciones ofensivas importantes, la más notable aquella que le sacudió el paral de mano derecha a Porras, ante remate de Freddy Fernández (17'). Los campeones no se quedaron atrás y esto obligó a Donny Grant a realizar dos o tres intervenciones de mérito, principalmente la del minuto 44, cuando, "como gato panza arriba" el guardameta repelió un soberbio cabezazo de Gabriel Badilla. La vía del agotamiento Se dio como en el boxeo. Los peleadores administran las fuerzas y lanzan sus golpes con cálculo, procurando herir donde más duele y tornándose avaros con la inversión del músculo. Si en el primer lapso se presentaron algunas situaciones propicias en ambas porterías, en el segundo estas fueron más escasas. Mientras Restrepo agotó sus cambios en los 90 minutos reglamentarios, Hernán Medford se guardó sus cartas para la fase extenuante de la sobrevida. Y en el minuto cinco del tiempo suplementario, Pablo Nassar hundió la daga en el tejido de Porras, tras un servicio de Keylor. Como era de esperarse, herido de muerte, Saprissa se vino encima. Pero no se crea que los generaleños se amilanaron. Por el contrario, ejercieron una defensa digna de su clásica estirpe. Con clase, con fuerza, pero, sobre todo, con inteligencia. Mientras los morados intentaban llevar la pelota hasta las huestes del arquerazo Grant, tras cada embate que superaban los del Sur, el balón se dirigía a un extremo, donde el veterano Geiner Segura lo controlaba, lo dominaba, "lo dormía" hasta desesperar al adversario y, con ello, ganaba segundos preciosos. El árbitro sonó el pitazo largo. Entonces, el abrazo enorme de los hombres del Sur se fundió, entre el sudor y el júbilo, con el aplauso de la tribuna morada, que le reconoció los méritos al mejor.
|
Sala de Redacción
|
||||
© 2004. LA NACION S.A. El contenido de nacion.com no puede ser reproducido,
transmitido ni distribuido total o parcialmente sin la autorización previa y por escrito de La Nación S.A. Si usted necesita mayor información o brindar recomendaciones, escriba a webmaster@nacion.com |