I. ARQUITECTURA INDÍGENA
No es mucho lo que se conoce respecto a la arquitectura precolombina en el territorio que hoy es Colombia. En primer lugar, no se conocen con certeza los orígenes y características del poblamiento de esta parte de América; las diferentes hipótesis que circulan a este respecto son aún motivo de discusión. En segundo lugar, los diversos hallazgos arqueológicos en distintas zonas rara vez contienen evidencias arquitectónicas; se trata en su mayoría de descubrimientos aislados, no siempre suficientemente estudiados y a partir de los cuales no se ha podido aún establecer con claridad un panorama secuencial y coherente de las relaciones entre los distintos desarrollos precolombinos. Las disciplinas que se ocupan del estudio de las culturas indígenas -fundamentalmente la antropología- son relativamente recientes en el país. Podría afirmarse que, salvo algunos pioneros, es a partir de las últimas tres décadas que comenzaron, con rigor científico, los estudios sobre estas culturas. Falta hacer análisis comparativos, profundizar los trabajos arqueológicos y ampliar los estudios etnográficos de los grupos indígenas todavía existentes para poder avanzar hipótesis interpretativas sólidas sobre los distintos desarrollos culturales y sus eventuales conexiones. Es de esperar que en el próximo futuro, la extensión de los trabajos en estos temas permiten desarrollar una visión más acabada de la que se tiene hoy en día.
No se puede abordar con observaciones de especialista el área inmensa y compleja de la arquitectura indígena; tampoco se puede pretender adelantar estudios nuevos que serían demasiado dispendiosos. A lo más que podemos aspirar -y es lo que se desarrolla en las páginas siguientes- es a recopilar algunas evidencias dispersas sobre la arquitectura de estos pueblos, ya estudiados por distintas personas, y presentarlos de manera coherente. Para ello se optó por ordenar la información disponible a partir de criterios arquitectónicos, en unas etapas que van de las manifestaciones más elementales a las más complejas, bajo el supuesto de que el nivel de complejidad en la arquitectura está relacionado con el nivel de complejidad cultural más general y entendiendo por “complejidad arquitectónica” no sólo la elaboración constructiva, sino el conjunto de nociones y concepciones ligadas a la creación arquitectónica.
Para el establecimiento de los distintos “estadios culturales” que se pueden reconocer en el territorio colombiano, se adoptó el esquema propuesto por el antropólogo Gerardo Reichel-Dolmatoff1 que distingue, en términos generales, cuatro niveles básicos que brevemente se podrían describir así: a) Nivel paleoindio, correspondiente en América al paleolítico, caracterizado por grupos nómadas de cazadores y recolectores; b) Nivel formativo, de grupos sedentarios tribales, fundamentalmente selváticos (amazonas y costa atlántica) que llegan al desarrollo incipiente de la cerámica y la agricultura; c) Nivel de cacicazgos, con el dominio territorial de hoyas hidrográficas relativamente restringidas, centradas en la agricultura del maíz y con organización social jerárquica, y d) Nivel de federaciones de aldeas, que es un estadio superior de desarrollo de los cacicazgos, con estructura de clases claramente diferenciada, incipiente formación del Estado y dominio de un vasto territorio; esta etapa al parecer sólo fue alcanzada por los Tayrona y los Muisca y fue interrumpida por la conquista española. Debe aclararse que estos cuatro estadios están ordenados en una progresión según su grado de complejidad cultural y por lo tanto no expresan necesariamente ni una secuencia cronológica, pues de hecho en distintos momentos coexistieron grupos con diverso grado de desarrollo, ni una continuidad cultural, pues no conforman una línea evolutiva que permita caracterizar cada estadio como base eficiente del siguiente. Este criterio de ordenamiento “ideal” o “lógico” aunque no respeta las características de evolución de cada una de las culturas precolombinas ni su desenvolvimiento cronológico, es sin embargo muy útil para el análisis que nos proponemos pues permite entender las manifestaciones arquitectónicas como un proceso inteligible y unitario y como alternativa a la simple constatación de una multiplicidad de expresiones inconexas y aisladas.
Las referencias arquitectónicas que se utilizan son extraídas, a la manera de ejemplos, de los grupos más conocidos y estudiados, procurando que fuesen representativas de los distintos estadios culturales. Para investigadores que se interesen en profundizar este tema, se remitirá en cada caso a la bibliografía pertinente. Abrigamos la esperanza que próximamente se efectúen en el país estudios que amplíen y mejoren el conocimiento de esta parte de nuestra historia arquitectónica, la cual, somos consientes, sólo dejaremos aquí esbozada, y utilizando exclusivamente trabajos ya realizados.
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1. “Colombia indígena – Período prehispánico”, por Gerardo Reichel-Dolmatoff. Manual de historia de Colombia, Tomo I – Instituto Colombiano de Cultura, 1981.
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