Por: Kerym Rivas
Continuamos nuestro repaso a las grandes composiciones que hicieron historia en el rock colombiano.
30. ‘Drulos’ – Ultrágeno
El violín de Amós Piñeros provee uno de los intros más curiosos y al tiempo memorables de la música colombiana antes de que la guitarra de Andrés Barragán desate la rabia, esa de la cual Piñeros fue uno de los más grandes retratistas durante los noventas. El título proviene de una expresión usada para referirse a los consumidores de drogas y la letra plasma el desasosiego que se vivía a finales de los noventas en un país que no terminaba de recuperarse de la ola de violencia que lo azotó a comienzos de la década.
Incluido en: ‘Ultrágeno’ (1998)
29. ‘El Pobre’ – Bajo Tierra
La órganica instrumentación y esquelética producción hacen sonar ‘El Pobre’ como una improvisación a cargo de un grupo de amigos reunidos alrededor de una fogata. Sobre unos gentiles acordes y una caja de percusión la banda armoniza una letra de despecho de parte de un bohemio abandonado por quien lo ve como “un amante pobre”. Entre líneas la canción retrata la opinión que el grueso de la sociedad tenía sobre los artistas.
Incluido en: ‘Lavandería Real’ (1997)
28. ‘Latinoamérica’ – Sigo Cero
El único registro de este proyecto liderado por Humberto Monroy (QEPD) y Roberto Fiorilli es la respuesta colombiana a las suites progresivas como ‘2112’ y ‘Close to the Edge’. Treintaitrés minutos de melodías sinuosas y ritmos fluctuantes que entre sus numerosos pasajes retrata un cuadro tan amplio como el territorio del que toma su nombre.
Incluido en: ‘Latinoamérica’ (1970)
27. ‘Me Siento Loco’ – Los Yetis
Los Yetis nace en Medellín de la unión artística de los hermanos Juan e Iván Darío López, su sonido estaba fuertemente influenciado por el merseybeat de la primera etapa de The Beatles. Esta, su más recordada composición, estuvo a cargo de los dos hermanos junto al guitarrista José Ignacio Durán; dominado por un sonido lisérgico que obedecía a la llegada de la psicodelia a la música colombiana.
Incluido en: ‘Olvídate (Música Hippie Para el Cuerpo y la Mente)’ (1968)
26. ‘Sin Reacción’ – Mutantex
Ramiro Meneses comanda desde la batería este himno del underground antioqueño, tema central de la cinta ‘Rodrigo D. No Futuro’ protagonizada por el mismo Meneses. Crudo tanto en composición como en producción, el tema retrata la ansiedad de una juventud que se perdía en el caos producto de la violencia que por aquel entonces golpeaba a Colombia.
Incluido en: ‘Rodrigo D. No Futuro’ (1989)
25. ‘Siloé’ – Compañía Ilimitada
Inspirada en el sector del mismo nombre ubicado en Cali, ‘Siloé’ fue la puerta de entrada de Compañía Ilimitada a la escena rockera que no pudo resistir su cautivadora melodía principal, el romanticismo urbano de su letra y mucho menos la cadencia del solo de saxofón que la corona en su sección media. Dos versiones existen, la original más cercana al synth pop y la regrabación incluida en ‘Contacto’ con mayor presencia de la guitarra eléctrica; cualquiera que se elija es merecedora de aplausos.
Incluido en: ‘El Año del Fuego’ (1985) y ‘Contacto’ (1988)’
24. ‘Picando el Cielo’ – Catedral
Antes de Ultrágeno fue Catedral, el lado más grunge de Amós Piñeros en contraposición al hardcore que dominaría su segunda banda. En esta canción, dedicada a un amigo suyo fallecido, Piñeros exhibe su faceta más poética lamentando la fragilidad de la vida humana sobre una base instrumental de guitarras rasgadas y un bajo sinuoso hechos a la medida de la escena de Seattle.
Incluido en: ‘Catedral’ (1994)
23. ‘Ola de Violencia’ – Masacre
La guitarra de Juan Carlos Gómez, el bajo de Dilson Díaz y la batería de Mauricio “Bull Metal” Montoya (QEPD) dan forma a un apocalipsis instrumental sobre el cual Alex Oquendo ruge con la furia de una bestia enjaulada, entonando una letra que pareciera sacada de una novela post-apocalíptica; pero es en realidad un reflejo de lo que se vivía. ‘Ola de Violencia’ es el retrato de una sociedad cayéndose a pedazos entre desplazamientos forzados, atentados terroristas y el uso desmedido de la fuerza estatal, una descripción tan adecuada de la narcoguerra como cualquier documental.
Incluido en: ‘Reqviem’ (1991)
22. ‘Igor y Penélope’ – Pasaporte
El irresistible duelo de guitarra y sintetizador con que abre ‘Igor y Penélope’ es uno de los sonidos más identificables de la Colombia de finales de los ochentas. La canción pone en voz de Elsa Riveros la historia de un padre sobreprotector preocupado por las aventuras amorosas de su hijo. Para una época en que el país ya sufría las repercusiones del narcoterrorismo, ‘Igor y Penélope’ fue una bienvenida distracción empaquetada en una melodía irresistible.
Incluido en: ‘Pasaporte’ (1988)
21. ‘El Melenudo’ – Los Ampex
Una de las primeras denuncias a los prejuicios de una sociedad demasiado conservadora para sí misma, ‘El Melenudo’ exhibe al cuarteto capitalino advirtiendo a los que señalaban a los rockeros de desaseados e inadaptados que un cambio se gestaba a través de la música, todo sobre un beat seductor con guitarras punzantes. La canción hizo parte del último de tres trabajos prensados por la banda en sus dos años de existencia.
Incluido en: ‘The Ampex’ (1967)
20. ‘Escudo y Espada’ – Kraken
Mejor recordada por su hiperactivo riff principal a medio camino entre heavy y speed, así como por las letras entonadas en el cortante falsete de Elkin Ramírez, ‘Escudo y Espada’ es también la canción con la que frecuentemente concluyen los conciertos de Kraken y hay una razón para ello. Fue la canción que, sumada a la recolección de 300 firmas, convenció a Codiscos de prensar el que pasaría a ser el primer larga duración del metal colombiano.
Incluido en: ‘Kraken I’ (1987)
19. ‘Baracunatana’ – Aterciopelados
Aterciopelados le imprime su propio estilo a la canción de Lisandro Meza convirtiendo la melodía del acordeón en un ping pong de notas entre el bajo y la guitarra sin sacrificar un gramo de su cadencia original y manteniendo una estética puramente rockera. La entusiasta interpretación vocal de Andrea Echeverri da el toque final a este entretenido tributo a la música popular en clave de rock.
Incluido en: ‘La Pipa de la Paz’ (1996)
18. ‘Vasija de Barro’ – Génesis
Tras la disolución de Siglo Cero, Humberto Monroy (QEPD) se radicó en las comunas hippies de Usme donde encontró una rica fuente de inspiración en la música andina y así nació Génesis, proyecto que fusionaba rock con música andina en un acople acertado y de estructuras concisas en contraste a las ambiciones progresivas de Siglo Cero. En ‘Vasija de Barro’ Monroy le entrega el mando a una flauta y una zampoña que entre melodías exquisitas dan fe de la sorprendente compatibilidad que puede haber entre los dos conceptos.
Incluido en: ‘Génesis’ (1974)
17. ‘Barkizidio’ – I.R.A.
David Viola inaugura la primera canción del primer trabajo de I.R.A. con un parafraseo a modo de burla del Himno Nacional antes de empezar el galope punkero y sus arengas contra el Gobierno y más específicamente contra el entonces Presidente Virgilio Barco a quien acusa de “imbécil” e invita a renunciar porque “el crimen te ha vencido”. Posiblemente la primera canción rock dedicada a un Presidente en la historia de Colombia, el mensaje denunciaba la inoperancia del Estado ante los actos de violencia que perpetraba el Cartel de Medellín.
Incluido en: ‘Barkizidio’ (1989)
16. ‘El Blues del Bus’ – Banda Nueva
Jaime Córdoba compuso esta canción en un descanso durante un ensayo, con un simple riff de blues y el acompañamiento en el piano quedó lista la melodía; pero lo que la hace destacar es la letra que, en una de las mejores sátiras de la historia del rock nacional, describe los impases que llegan a ocurrir “al montar en un bus en Bogotá” citando la línea con que concluye cada verso. Cuarenta años después y el contenido de la letra sigue vigente.
Incluido en: ‘La Gran Feria’ (1973)
15. ‘Niño Gigante’ – Ekhymosis
La canción que bautiza el último trabajo de la etapa metal de Ekhymosis empieza con un duelo de guitarras entre Juanes y José Uribe al que pronto se unen el bajo de Andrés García y la batería de Esteban Mora. El ataque de la banda es tan contundente que poco importa lo escueto de la letra entre los trepidantes riffs y solos robustecidos por la acertada producción de Federico López. Testamento de una época que Juanes ha puesto demasiado empeño en negar, aquella en que la integridad artística era su norte.
Incluido en: ‘Niño Gigante’ (1992)
14. ‘Fango’ – La Pestilencia
Canción que corresponde a una reinterpretación del tema 'Evil' de The 4-Skins. Al furioso beat introductorio de José León Pineda le acompañan la guitarra de Francisco Nieto y el bajo de Héctor Buitrago en uno de los intros más recordados del rock nacional, acto seguido entra en escena Dilson Díaz descosiéndose en diatribas contra las instituciones políticas, referenciando incluso en la segunda estrofa el asesinato del Ministro Rodrigo Lara Bonilla y, una línea después, cerrar con la frase “Barco ha naufragado”.
Incluido en: ‘La Muerte… Un Compromiso de Todos’ (1989)
13. ‘La Causa Nacional’ – Sociedad Anónima
La versión colombiana del rock satírico que desde España llegaba por parte de Los Toreros Muertos, Sociedad Anónima fue fundada por Carlos Posada, ex integrante de Compañía Ilimitada. En esta canción Posada provee un beat básico en su guitarra sobre el cual se mofa de las medidas tomadas por el Gobierno contra la ola de violencia desatada a lo largo y ancho del país. Irreverente, brillante e hilarante como pocas parodias políticas en la música colombiana
Incluido en: ‘El Álbum de Menor Venta en la Historia del Disco’ (1989)
12. ‘Pogotá’ – Agony
A comienzos de los noventas el metal bogotano poco a poco surgía como escena relevante en el mapa rockero nacional, habiendo tomado nota ya de lo hecho por la vieja guardia del “Metal Medallo”. Pogotá es el nombre de una ciudad subterránea pero ansiosa de hacerse notar; la de los muchachos que religiosamente se reunían en el bazar de la calle 19 a comprar discos y mirar los volantes de toques locales, los mismos que coleccionaban cassettes grabados del programa radial de Andrés Durán, los que de la mano de quienes consumían otros géneros llevaron al nacimiento de Rock al Parque. Agony la bautizó cambiando una letra al nombre y con cuatro riffs, un beat demoledor y una letra que tocaba las fibras de quienes gestaban esa revolución le brindó a sus habitantes un grito de guerra que veinte años después siguen atesorando.
Incluido en: ‘Agony’ (1994)
11. ‘Soledad Criminal’ – 1280 Almas
Introducida por la línea de bajo más famosa del rock colombiano, cortesía de Juan Carlos Rojas, ‘Soledad Criminal’ es el retrato de una sociedad infectada por la hipocresía y de una escena rockera aún precaria que luchaba por consolidarse. Los versos ascienden describiendo la miopía del establecimiento y el pesimismo de quienes luchaban contra este, hasta desembocar en un catártico estribillo que se encuentra ya codificado en el ADN del rockero colombiano.
Incluido en: ‘Háblame de Horror’ (1993)
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