El gran error de pensar primero en el precio.
El vehículo de cuatro ruedas que iba a motorizar a la India, comparándose con leyendas como el Ford Modelo T o el VW Beetle, lleva camino de desaparecer, ¿el problema? No hacer bien las cosas.
La India es el segundo país más poblado del mundo, circunstancia que le brinda un tremendo potencial de ventas a aquellas empresas automovilísticas que apuesten por este carismático país, caracterizado por su sociedad de castas y las diferencias de clases sociales.
Desde la compañía de capital hindú Tata, se estudió a principios del año 2005, la posibilidad de acaparar el mercado del automóvil de los estratos humildes de la población, al cual se movía en viejas motocicletas de origen japonés y en los incómodos tuc tuc.
Para ello, se decidió que el objetivo debía ser crear un coche cuyo precio fuera menor de 120.000 rupias – menos de 1.800€ – recortando gastos y lujos, entendiendo que la gran masa de compradores, adquirirían un coche de cuatro ruedas de carácter espartano, antes que cualquier motocicleta o vehículo de segunda mano.
El tijeretazo en costes se plasmo en un vehículo llamado Tata Nano, el cual no contaba con aire acondicionado ni calefacción – por lo menos en los modelos más modestos – elevalunas eléctricos o sistemas de seguridad pasiva como air bag, la reducción de costes se podía ver plasmada en que las diminutas ruedas del Nano, iban agarradas al vehículo con únicamente tres tornillos, reduciéndose así el coste de un cuarto e “innecesario” tornillo.
En el año 2009 se produce la venta del vehículo que revolucionaría el mercado del automóvil, con unas dimensiones de un metro y medio de ancho, algo más de tres metros de largo y unos centímetros más de un metro y medio de alto hacía presencia, o lo intentaba, ya que su motor monocilíndrico de 35 cv, apenas le dejaba superar los 100 km/h.
Las ventas previstas eran de más de 240.000 unidades anuales, cifra que jamás se llegó a alcanzar – las ventas máximas fueron en el año de su lanzamiento con poco más de 75.000 unidades – barajándose multitud de razones como responsables del catastrófico desastre.
Conocido en el mundo entero como el coche más barato del mundo, tuvo varios errores que hicieron que sus ventas estuvieran en unos niveles muy por debajo de lo esperado. Empezando en que la estrategia empresarial centrada en el precio y no en el producto fue el primer gran error, anteponer los costes a las necesidades del cliente y no conocer la idiosincrasia del target a quien va dirigido fue todo un torpedo en la línea de flotación de las ventas del Tata Nano
Los clientes que deseaban adquirir uno de estos modelos Nano, se sentían intimidados por los lujosos y sofisticados concesionarios de la marca, no entrando nunca a los puntos de venta y aquellos que lo hacían, les suponía un gran esfuerzo lograr la financiación necesaria para poder acceder a uno de los modelos.
Ya con los primeros Nano en las carreteras, se descubrió que su ruidoso motor no tenía la potencia necesaria para llevar a las 5 personas que prometía el coche o que su manejabilidad y conducción era de lo más incómoda, a la inexistencia de una barra estabilizadora, pero lo que de verdad mató el Nano, fue la ruinosa campaña de marketing, relacionando el Tata Nano, con el Coche más barato del mundo.
Nadie quería verse conduciendo el que era conocido como el coche low-cost una etiqueta que si en un inicio se veía como una gran carta de presentación, al poco de su comercialización, fue una tremenda roca imposible de apartar.
Desde Tata se ha intentado paliar todos los fallos de marketing y comercialización, intentando por ejemplo una mayor penetración en el mercado, colocando el Nano en centros comerciales o siendo la misma Tata la encargada de financiar el vehículo además de realizar sonoras campañas en toda la India, en la que cambiaba una moto por un modelo del Nano si éste era financiado, a pesar de todo ello, las posteriores ventas lograban mes a mes record de pérdidas y de cifras negativas en la evolución de ventas.
Gran error el de no conocer a tu cliente
Fuente: Motor Pasión Futuro.com, Diario Motor.com, Coches20.com, La Nación.com…
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