Rumbo a la Cumbre del APEC

El éxito de la 24ª Cumbre del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC), previsto por el embajador chino en Lima, Jia Guide, no es gratuito. Como sede del encuentro, el Perú muestra índices de crecimiento por encima del promedio regional, un ambiente favorable para las inversiones, y además goza de una evaluación positiva de su economía por las calificadoras de riesgo, lo cual configura un panorama inmejorable para tan importante cita.

El representante diplomático de la República Popular China en la capital peruana ha considerado que la cumbre, que se realizará del 19 al 20 de noviembre, constituirá una excelente oportunidad para reforzar lazos con las economías de América Latina y así fomentar al más alto nivel la interconectividad de ambas costas del Pacífico.

El Perú asumirá la presidencia del bloque en el cónclave que reunirá a presidentes y jefes de Estado de 19 países y a los líderes de China Taipéi y Hong Kong, y, para ello, el Ministerio de Relaciones Exteriores ha dispuesto un presupuesto de 74 millones de soles para la organización de encuentros preparatorios que se desarrollarán en las ciudades de Lima, Arequipa, Piura, Trujillo, Tacna y Tarapoto.

Es la segunda vez que el Perú es elegido la sede del foro, y para conseguirlo se necesitó el consenso de los 21 países que integran la plataforma económica. Ninguna otra nación de este bloque ha sido anfitriona en tan corto plazo, por lo que la designación es un reconocimiento a su vocación por incentivar el libre comercio en el mundo.

Para esta edición de la Cumbre APEC, el tema del foro es Inversión en Desarrollo del Capital Humano, y uno de los ejes centrales de discusión será el uso de la tecnología en la educación inclusiva para beneficiar a los sectores más desfavorecidos de la sociedad. Otro tópico será el estímulo del intercambio comercial para que se beneficien no solo las grandes compañías, sino también la pequeña y mediana empresa; así como el fomento de la exportación de productos agrícolas entre sus miembros ante la desaceleración de las economías debido a la caída de los precios de las materias primas.

El encuentro también será ocasión para poner al Perú en vitrina como ejemplo de crecimiento, sobre todo porque se trata de un importante logro en un panorama mundial que aún muestra los efectos de la desaceleración, fenómeno que ha perjudicado a potencias como Estados Unidos y a bloques como la Unión Europea, pero que no ha impedido los niveles de expansión de la economía peruana.

De esa manera, el evento consolidará la imagen de un país que practica una férrea disciplina fiscal, que respeta las normas legales de las inversiones y el comercio y que incentiva una economía abierta dispuesta a lograr nuevos acuerdos comerciales. En tal sentido, la presidencia peruana del APEC es, sin duda, un paso más para consolidar la política exterior de integración a la comunidad internacional, pero, sobre todo, servirá para promover más desarrollo y consolidar el progreso económico con la captación de nuevos capitales.