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“Siento que no tengo mucho para decir”

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2 OCT 2013 | 08:11 “A veces creo que las entrevistas son ridículas, por eso trato de eludirlas”, dice Paola Krum, que se destaca en “Traición”, la obra que dirige Ciro Zorzoli y que marcó su año laboral. Una charla distendida y sin casete con una actriz particular.

Por Javier Firpo - Jfirpo@larazon.com.ar

Paola Krum.
Paola Krum.

Paola Krum se graduó de “actriz de perfil bajo”. Es una de las mayores virtudes que siente que logró en su extensa carrera actoral. No lo dice, lo sugiere. Como sea se las ingenia para pasar inadvertida, para evitar flashes, gambetear pedidos de entrevistas, ni hablar a la hora de los eventos: “Conmigo no cuenten” parece tener un letrero fosforescente a la altura de la frente. “Te digo la verdad, me dan una fiaca tremenda las notas”, admite casi cómplice Paola, que sobresale en “Traición”, la pieza de Harold Pinter, dirigida por Ciro Zorzoli, y en la que también actúan Daniel Hendler y Diego Velázquez.

“Soy muy pachorra para las entrevistas y francamente me pasa que siento que no tengo nada que decir. Me incomodan, no sé, pienso en las boludeces que contesto, ¿a quién le importa? O me pregunto: ¿por qué lo que digo le va importar al lector con todas las preocupaciones que tiene?”.

¿Siempre te pasó esto, o se agudizó con los años?
(Sonríe tímida) Se agudizó, te juro. Yo entiendo que dar notas forma parte de mi trabajo pero me parece algo ridículo, entonces, cuando puedo, me rebelo.

¿Te preocupa el tenor de las preguntas, o qué?
Depende de lo que esté promocionando. En las pocas notas que di por “Traición”, curiosamente, nunca me pasó de hablar tanto de mi trabajo y de que me preguntaran poco por cuestiones personales. A mí me incomoda tener que hablar de mis cosas, los periodistas a veces no tienen límites (se queja con otra sonrisa, ésta con aire de advertencia).

¿No encontraste una fórmula para salir a flote de las preguntas incómodas?
Mil veces, pero cuando tengo que aplicarla, me sale mal, me pongo nerviosa y termino incomodándome. Es que no sé mentir.

Pese al “sufrimiento”, Paola dice que, gracias a su forma de ser, terminó construyendo cierto respeto de parte de los medios. “A veces se cuela alguna cuestión inoportuna, me han inventado cada pavada...”.

¿Qué te inventaron?
Hace un par de meses dijeron que había tenido una Gripe A que me había consumido al punto de haber adelgazado ¡28 kilos! (Se ríe para no llorar) Imaginate, peso 52, llego a perder 28 kilos y me tendrían que ir a visitar al cajón. Por eso me preservo a la hora de las notas, o me permito elegir el medio.

Pasando al plano laboral, Krum, de 42 años, se siente realizada con “Traición”, una obra que la llena por todos lados. “Desde hace tiempo que quería trabajar con Ciro Zorzoli, un director que admiré a partir de trabajos como ‘Estado de ira’ y ‘Las criadas’. Imaginate que admirás a alguien que te termina llamando y te cautiva con sensibilidad y delicadeza”.

¿Cómo?
Me mandó un mail diciéndome que le gustaban determinados trabajos míos, ahondó en detalles propios de alguien que te estudia, que te sigue, que sabe quién sos. Y ahí me propuso formar parte de ese gran triángulo amoroso que conforma “Traición”.

¿Cómo es que te dirija Zorzoli?
El apuesta al conjunto, no quiere que nadie haga la suya, que ninguna actor se despliegue en solitario. Ciro enfatiza en las miradas, los gestos.

Parece algo básico...
Sí, pero no siempre se da. De hecho, es uno de los constantes temores que yo tengo, porque muchos colegas piensan sólo de manera unipersonal y se olvidan del compañero, por lo cual se pierde el sentido de la actuación.

Cuenta Paola que estará con “Traición” hasta fin de año para luego concentrarse en la puesta sobre “Electra”. Siente satisfacción y tranquilidad de tener resuelto el año laboral, un tema siempre espinoso en la vida de un actor. “Mis elecciones pasan por el deseo de sentirme completa, no lo pienso como proyectos exitistas. Yo los pienso desde la satisfacción personal, te juro”.

¿Cómo será tu personaje?
Electra, una demente total. Conflictuada, una persona enamorada de su padre y que odia a su madre. Me va a exigir mucho, pero me estimula el desafío.

¿Y la tele? ¿Nada de nada?
Parece que nada de nada. Es que estoy en otra sintonía y no es una mandada de parte. Es cierto. Yo no puedo hacer teatro y televisión a la vez. No me da la cabeza para eso. Por otra parte, quiero pasar más tiempo con mi hija Eloísa (de 5 años, producto de su relación con Joaquín Furriel), que es mi combustible cotidiano.

¿Por qué tan poco cine en tu trayectoria?
Sabés que no sé. Pero es cierto, hice re poco cine (“Río escondido”). Creo que tiene que ver con saber moverse en el medio, y yo no lo sé. Tampoco a nadie conocido, viste. Porque el cine se maneja así, de manera medio endogámica. Y también me da fiaca hacer esa movida, creo que esas cosas te tienen que salir naturalmente, si las forzás es para embarrarla.

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