Las zapateadas son la oportunidad para encontrarnos frente a frente, de manera pacífica y autoconvocada. Para recuperar el espacio y la voz pública, hacer efectivo el ejercicio democrático y garantizar el cumplimiento de nuestros derechos constitucionales.
Somos sujetos, familias, colectivos, un movimiento diverso. Gente con diferentes saberes trabajando para defender la vida.
Contra la represión policial, la desinformación de la propaganda oficialista, la criminalización de las manifestaciones sociales y el miedo provocado, el yasuní nos ha unido.
Nos seguiremos encontrando en las calles y plazas, colegios y universidades, mercados y parques para hacer oír nuestra voz. Vamos a defender nuestros derechos al ritmo del tambor.
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