MADRID, MIÉRCOLES 9 DE ABRIL DE 1969
ABC
INFORME SOBRE LA CRISIS GUINEANA EL JEFE DEL ESTADO ESPAÑOL RECHAZO UNA
ABSURDA ACUSACIÓN DE MACIAS CONTRA LA GUARDIA CIVIL
Dificultades de las autoridades indígenas a los españoles que quisieron ser repatriados
Furiosas represalias y vergonzosas vejaciones contra los guineanos sublevados y vencidos
ESPAÑA, PESE A TODO, GENEROSAMENTE DISPUESTA A MANTENER SU APOYO
ECÓNOMICO A LA JOVEN REPÚBLICA
DEMAGOGIA, PROVOCACIONES Y VIOLENCIAS
LOS DESMANES DE LAS MASAS HICIERON CUNDIR EL PANICO ENTRE LOS ESPAÑOLES
RESIDENTES EN GUINEA
Contradicciones y falsas imantaciones del presidente Macías a lo largo de una crisis ocasionada por el
caos económico de la nueva Administración
España, que fielmente ha cumplido todos sus compromisos con Guinea Ecuatorial, estaría, incluso,
dispuesta a mantener su colaboración y ayuda pese a los incidentes suscitados en los pasados meses de
febrero y marzo, según se dijo ayer en medios bien informados. De todas maneras, de cara al futuro, es al
presidente Macías a quien corresponde demostrar su espíritu constructivo, con voluntad de cooperación y
fidelidad en su palabra ante España y las Naciones Unidas, para hacer posible esa presencia española.
EL PRESIDENTE MACIAS
La composición de la crisis guinearía, pasadas los momentos cruciales, es ahora cuando puede ser
analizada con la reconstrucción de los hechos conforme a las versiones aportadas por muchos de los
evacuados voluntariamente, y quienes coinciden en afirmar que ni el prestigio internacioral de España ni
su limpia ejecutoria descolonizadora han sufrido quebranto o menoscabo alguno.
La crisis de Guinea Ecuatorial se centra en la personalidad discutida, pero obviamente también crítica, de
Francisco Macías Ngue-ma. Su biografía, ceñida exclusivamente a los datos profesionales, reseña la
ocupación de varios puestos administrativos y otros políticos, en el ámbito municipal de Mongomo de
Guadalupe, hasta que al comienzo del régimen de autonomía es elevado a la categoría de vicepresidente
del Consejo de Gobierno electoralmente. Desde dicho puesto Macías ejerció singular influencia en el
marco político guineano, muy poblado de líderes y figuras notables.
OPOSICIÓN AL GOBIERNO ESPAÑOL
Su actuación en la Conferencia contitucional, en su calidad de vicepresidente del Gobierno autónomo, fue
encaminada en todo momento a alzarse con la bandera de la oposición al Gobierno español. Presentó un
proyecto de Constitución redactado por un notario retirado de Madrid y, al ser desestimado este proyecto,
denunció ante las Naciones Unidas que la Constitución lograda en la Conferencia por todos los delegados
guineanos había sido impuesta. Este fracaso en Madrid se vio corroborado más tarde, durante el pasado
mes de agosto, cuando por referéndum fue aprobada la carta magna del nuevo país, que admitieron los
guiñéanos en la Conferencia celebrada en Madrid.
LAS ELECCIONES
Llegadas las elecciones generales, durante el pasado mes de septiembre, los políticos guiñéanos con
personalidad propia, adquirida en el desarrollo de la Conferencia constitucional, presentan sus propias
candidaturas (unas cerradas a los miembros de su grupo y otras de coalición). Bonifacio Ondo Edu, de
quien pudo pensarse que en torno suyo estarían la mayoría de quienes admitieron la Constitución, y
también todo el bloque del partido Munge, rechazó aceptar compromisos con sus correligionarios. Ello,
en consecuencia5 ocasionó que _ pagase su error en las elecciones presidenciales, máxime cuando Maclas
acogió como miembros de su equipo a militantes y seguidores de Ondo y del Munge.
Ocurrido el "ballotage" (la insuficiencia de votos por ninguno de los cuatro candidatos en la primera
vuelta electoral para la Presidencia, ya que ni se proveyeron ¡os puestos de la Asamblea de la República v
de los Consejos Provinciales), en la secunda vuelta Alacias concierta la negociación con Atanasio
Ndongo, a íin de que con los votos que reunió éste pueda alcanzar la mavo-ria sobre Ondo Edu. Asi
ocurrió, una mañana de septiembre, en la casa de la familia Balboa, que Atanasio Ndong y Macia
formaron bloque electoral frente a Bonifacio Ondo, resultando derrotado éste y siendo proclamado el
primer presidente de la República de Guinea Ecuatorial Francisco Macias Nguema.
CAOS FINANCIERO DE LA ADMINISTRACIÓN GUINEANA
Después de la independencia con el primer Gobierno guineano configurado en base u los compromisos
del presidente cnn los Partidos míe h> apoyaron, se hallan nidudablcmcu´.ü las dclermnanles de ht crisis
actual, finr cnanto que Macías ,´esccníic siempre de sus rivales po-líticos como es el caso de Bonifacio 0n
do, que fue a ¡¡unir a ¡a ce.rcel por de cisión del presidente. Otro factor impórtente, a la hora de analizar
antecedentes di- la crisis, es el caos financiero en Que cayó la Administración giuneana. des-l/:´rdady c
ir,ii>ac:ei:le ante los nuevos gas tos que la independencia llevaba cansigo A esto hay signar la actuación
de determinados grupos españoles, con quie nes Macías tuvo contactos durante el des-arrollo de la
Conferencia constitucional.
DEMAGOGIA PRESIDENCIAL
Desde el principio, Macías, como una ol´tssinnida convicción, cree que va a .v.v >>b¡cío de un
derrocamiento y eliini-n´i..ión física par ¡¡arte de los qr.if-cs madereros es palióles ín´.ic ´¡I farsear
aboyjron en las elecciones a Bonifacio Olido) v Je los oficiales de la Guardia Na cional, a quienes
prometió ascensos que no hizo realidad. En este ambiente, el problema de la- a-ynda. económica,
española cabra sinaulur imperlanci-a. Rompe, el diálogo con el embalador español cucado, precisamente,
e! -ministro de Hacienda es-/vi!í>/ y oíros Departamentos ministeriales habían elaborado va los planes
concretos de ayuda a Guinea, que por desgracia no lleqaron a detener la escolada demagógica de Macías
en sus discursos por la isla y el continente.
DESMESURADO AUMENTO DE GASTOS DE PERSONAL
Como tantos otros líderes del mundo sub-desarrollado, Macias necesitaba satisfacer con cargos públicos a
su clientela política y tribal. Resultado de esto, lógicamente, es el desmesurado aumento de los gastos de
personal en los presupuestos para 1969 y el déficit de 426 millones de. pesetas, que en él mismo se
presentaba.
No distante hallarse en Santa Isabel téc-nicos del Ministerio de Hacienda para resolver este problema,
Macías achacaba a la Embajada de España el retrasar la solución del mismo. El íínipo español que
rodeaba al presidente le ofrece la posibilidad de un Banco con el supuesto respaldo internacional. Por otro
lado, las visitas que le hicieron representantes de algunas compañías petrolíferas americanas pudieron
deslumbrar-le v liacerle pensar que Guinea podía ser un Kuwait ecuatorial. Por último, presionó a
empresarios forestales españoles, amena-zandoles con la nacionalización de sus concesiones si no le
pagaban los quinientos millones de pesetas que esperaba.
ACTOS DE PROVOCACIÓN Y BANDOLERISMO
El día 13 de febrero pasado, en vísperas cío su viaje a Río Muni, varios emisarios le informan a Macías
sobre el ambiente de desconetento míe reinaba en distritos donde electoralmente eran fuertes Ondo Edu y
Atanasio Ndongo. y donde las llamadas Juventudes Guineanas cometían actos de provocación y
bandolerismo a pequeña escala. Impulsado por sus propios temores, Macias encuentra el recurso de
culpar a los antiguos colonos, exaltando el sentimiento antiblanco en las masas guineanas.
EL INCIDENTE DE LAS BANDERAS
El incidente de las banderas—conocido en todas sus dimensiones—fue la excusa para el
desencadenamiento de la crisis, en la que apegas tuvo valor la buena voluntad espuñola para solucionar
este problema con la negociación diplomática conforme manda la práctica internacional al respecto.
El 23 da febrero, a su regreso a Bata después de un recorrido por el interior de Rio Muni, Marías llama al
cónsul, y en una violenta escena }e declara perdona no grata, a la vez que ordena a un piquete de su
guardia ijue acuda a la Cancillería del Consulado para que descuelgue la bandera española. El embajador,
advertido de esta postura, se traslada desde Santa Isabel a Bata, donde se enirevista con el presidente y,
después de tres reuniones, parece resuelta la cuestión, pues Macias firmó una orden, dirigía a todas las
representaciones diponáticas, por la que se limita el número de banderas a ondear un .-íns edificios
respectivo.-. Sin entbargo. en el curso de e*ta¿ entrevjíla?. Macías lanzó jnto]eral>íe3 acusaciones contra
la Gua-rdia Civil española, los ofíciales españoles de la Guardia Nacional y el propio embajador, a quien
también declaró persona no grata y puso plazo paí´a abandonar el país.
ESTADO DE EXCEPCIÓN Y CAM-PAÑA ANTIESPAÑOLA
El día 26 vuelve a Santa Isabel y explica la situación a los oficiales de la Guardia Civil y les pide que, sin
realizar ningún acto de ocupación militar, actuasen de la manera más eficaz para proteger a ios españoles
de la campaña antihispana a que se había incitado y que sobre todo en las ju-ventudes, no se podía
detener. La corbeta "Descubierta", y a bordo de ella el coronel Alarcón, zarpó hacia Bata, presencia que
resultó más tarje beneficiosa para negociar la salida del continente de los españoles.
El día 27 Macías envía nn telegrama a la O. N. U. protestando por tn-.a ferie >¡e actos provocativos
cometidos por el embaja dor de España, y en esta fecha también declara e! estado de excepción en todo el
territorio de Guinea, dando asimismo el paso decisivo de atacar al embajador, a la Guardia Civil, a los
madereros, con un discurso que difunde Radio Ecuatorial de Bata. El embajador intentó, hablando con
varios ministros guiñéanos, que ese discurso no se difundiese en Santa Isabel para que no provocase
pánico entre los españoles. Y cuando en principio parecían dispuestos a ello, -los ministros hubieron de
ceder ame las instrucciones directas de Maclas de que se propagase el discurso citado.
DESMANES DE LAS MASAS Y PÁNICO EN LOS ESPAÑOLES
Macías, al día siguiente, envía a U Thant un telegrama solicitando la retirada inmediata de la Guardia
Civil y el envío de ciento cincuenta "cascos azules". Don Jaime de Piniés, en carta remitida al secretario
de la O. N. U, expone que España retirará sus fuerzas tan pronto el último civil español que lo desee haya
abandonado Guinea. El embajador español en las Naciones Unidas, el 1 de marzo, solicita en carta di-
rigida a U Thant el envío de observadores con el propósito de que comprueben direc-teJiíente la realidad
de lo* hechos.
Entretanto, el pánico había cundido entre los españoles residentes en la isla y en «1 continente, dados los
desmanes de las masas guineanas, sobre todo los de las juventudes, formadas especialmente por hombres
sin ocupación. E! día 3 de marzo, Ata-nasio Ndongo, entonces ministro de Asuntos Exteriores, llega a
Guinea procedente de Madrid. Ndongo envía a Castiella un telegrama en el que pedía la evacuación de las
fuerzas españolas y la firma de un Acuerdo militar; telegrama que es contesado con otro de! ministro
español en el me dice que dichas fuerzas abandonarán Guinea cuando el ultimo español allí resi-lente
fuese, si lo deseaba, evacuado, y que, :n consecuencia, no resultaba necesaria la legociación de un nuevo
Convenio militar.
GOLPE DE ESTADO Y CONTRADICCIONES DE MAGIAS
En esta situaeión se produce el golpe de Estado contra Macías en la madrugada del 5 de marzo. Las
furiosas represalias y vergonzosas vejaciones áe que fueron objeto los vencidos no hicieron sino empeorar
los momentos crítico! por los que atravesaba el país.
Macías, en la misma mañana de! golpe de Estado, agradeció la neutralidad española en una entrevista
concedida aj encargado de Negocios. Al día siguiente envía a U Thant un telegrama solicitando, por
tercera vez, el envío de fuerzas de paz de la O.N.U. En uri enérgico telegrama del ministro español (le
Asuntos Exteriores a Macías—que asumió la cartera de Asuntos Exteriores, junto a la que ya poseía de
Defensa—, España rechazó las acusaciones de >rue era blanco y expresó nuevamente la teas española
sobre la evacuación de las Fuerzas Armadas allí destacadas. El 8 de marzo, el secretario general de la
O. N. U, envía una Misión de observadores y pide a Macías cooperación para que pueda desarrollar su
cometido. Asimismo, por invitación española, llegaron a Guinea dos observadores de la Organización
para la Unidad Africana.
ESPAÑOLES RETENIDOS EN GUINEA CONTRA SU VOLUNTAD
La Misión especial de la O. N. U., a lo largo de conversaciones con Macías y con si encargado de
Negocios español, dejó claro e! ánimo de diálogo y de cooperación, y el propósito español de buscar
soluciones constructivas a la actitud intolerante del presidente. Macías prohibe a los diplomáticos
españoles que hablen con sus compatriotas del interior de Río Muní, al mismo tiempo que en Santa
Isabel, en la Cámara de Comercio, el vicepresidente y varios ministros se reúnen con finqueros y
comerciantes españoles para convencerles de que no abandonen el país. Por ello, Macías seguidamente
prohibió la salida de hombres de los que Guinea no podía prescindir para su desenvolvimiento
económico.
IMPUTACION RECHAZADA POR EL CAUDILLO
Al termino da arduas negociaciones se llegó a un acuerdo con Macías, a traves de gestiones del presidente
de la Misión de la O. N. U., mediante el cual se establecía una moratoria de dos meses ¡tara que la
Guardia Civil abandonase Guinea. Pero Maclas rompió su palabra —como así lo hace patente un informe
de U Thant—al cablegrafiar al Jefe del Estado español solicitando la inmediata retirada de las tropas
españolas por considerar que su presencia constituye una "provocación" contra el pueblo guineano.
El Jefe del Estado español rechaza semejante imputación, mientras el mismo día 21 el representante de
España cerca de la O. N. U. informaba al secretario general de ésta que España había decidido retirar
inmediatamente, y con carácter definitivo, todas las fuerzas estacionadas en Guinea, una ves que se hubie-
sen repatriado todos los españoles residentes en el país que voluntariamente quisieran hacerlo.
OBSTACULOS A LA REPATRIACIÓN DE ESPAÑOLES RESIDENTES
Por vía aérea y marítima, desde ios pn-m.eros momentos, los españoles allí residentes que lo deseaban
comenzaron a ser evacuados, operación que en los primeros días fue obstaculizada por las autoridades
guineanas.
Sin embargo, posteriormente, y hasta estos días, la evacuación de las personas civiles y de las Fuerzas
Armadas han terminado pacífica y ordenadamente, rectificando las autoridades de la joven República su
primera postura.
ACTITUD AMISTOSA DEL GOBIERNO ESPAÑOL
Finalmente, se dice en Madrid en circulos generalmente bien informados al respecto, que el Gobierno
español, una vez atendido el deseo de todos los españoles que rían querido evacuar Guinea, está dispuesto
a mantener generosamente su apoyo para el desarrollo de la nueva República, dentro de un marco de
entendimiento mutuo. Guinea, se dice en dichos círculos, tiene la última palabra.—Cifra.