¿Qué pasa en la muerte?
Todos los difuntos, buenos y malos, pasan a la presencia de Jesucristo, Juez infalible.
La Navidad debe ser una fiesta familiar en la que predominen la alegría, la luz, la unión, la paz.
el Espíritu de Dios irrumpió en mi vida para configurarme interiormente a Cristo-Sacerdote.
Francisco nos trajo la presencia de Jesús y el amor del Padre a todos los corazones.
Usted pertenece a cada uno de nosotros. Usted, con su humildad y su modestia, cautivó a todos.
Ante todo, me vuelvo a mi Dios para decirle: ¡gracias, Dios mío! Soy un anciano pleno y feliz.
Ser sacerdote es la experiencia más sublime que puede vivir un hombre sobre la Tierra.