Después de desempolvarlo y volver a pintar las publicidades que lució en la década del 80, el auto del Vasco se exhibirá en el Museo del autódromo Mouras. Previo a ello, giró unas diez vueltas en La Plata.

Este miércoles en el Roberto Mouras de La Plata, el Vasco Jorge Oyhanart se reencontró en pista con el dueño de tantas alegrías, de tantas tristezas, de tantos sentimientos encontrados: el Ford Falcon volvió a girar.

Con motivo de poder exhibirlo en el museo que se encuentra en el autódromo platense, donde descansan las máquinas de las mayores leyendas del automovilismo nacional, el Vasco reconstruyó el auto que no manejaba desde hace unos 30 años. Su diseño idéntico al de aquellos tiempos, se lució otra vez sobre la cinta asfáltica en unas diez vueltas que sirvieron para verificar que la magia nunca se desvaneció.

¿Qué sensaciones provocó volver a subirse al Ford?

En ese sentido soy medio apático. No vivo de los recuerdos, sino del día a día. Pienso que hay que estar evolucionando todo el tiempo, parte del éxito se trata de eso. Lógico que es una sensación muy linda, pero rescato los comentarios de las personas felices porque se reconstruyó. Este auto ha hecho feliz a más de uno. El paso de uno no ha sido en vano.

El Museo del Mouras es un lugar ideal. Va a estar en continuo funcionamiento ya que se pone en marcha cuando se realizan eventos. Será un momento para recordar como corrían y eran los autos de antes, completamente diferentes a los de ahora.

¿Cómo fue volver a manejarlo?

Di como diez vueltas. Giramos con algunos de los chicos que estuvieron en el taller ayudándome y acompañándome en este proceso y mis nietos. Dimos unas vueltas para corroborar de que esté todo bien, porque ya esta semana tiene que trabajar. Hoy irá a una casa de TC que abrirá en Pergamino, donde se expondrá junto al de Gálvez, entre otros.

El diseño es exacto al de aquellas épocas ¿Cuánto tardaron?

Este año Mazzaccane (Hugo, presidente de la ACTC) me pidió que lo reconstruyera para exponerlo. El auto es el original que ganó las seis carreras. Las publicidades están pintadas con un pincel, con una pintura que se utilizaba en esa época, todo tal cual como era antes. Falta poner algunas que estuvimos haciendo, pero con el transcurso de los días podremos terminarlo.

Finalmente, entre charlas sobre la diferencia del TC de antes con el de ahora, el Vasco se refirió a la vuelta de su hijo, Mariano, a la categoría con los Mil Kilómetros de Buenos Aires, quien estará acompañando a Roberto Videle y el titular, Facundo Gil Bicella, piloto al cual el equipo de Oyhanart prepara la planta impulsora.

“Es una alegría muy grande y también un cag*** importante. Estoy más asustado que lo que uno puede disfrutar. Anduvo muy bien en todo lo que se ha subido, pero también hay que saber respetar a los demás y saber que esta es una categoría muy difícil. Esperemos que todo salga bien y que podamos darle una gran alegría a Pilar”, concluyó.

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