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Bon Scott aún sigue cantando

Acaba de editarse "Bonfire", una caja que reúne grabaciones de AC/DC con su primer cantante.
Adriana Franco
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18 de enero de 1998  

El de 1980 fue un año duro para el rock. En pocos meses murieron Bon Scott, John Bonham y John Lennon. La desaparición abrió otras historias y todos ellos, en distinto grado, se convirtieron en leyendas.

Bon Scott grabó junto a AC/DC los primeros discos. El éxito masivo llegó justo después, con "Back in Black", aquel disco que comenzaba con fúnebres campanas y que la banda realizó con el fantasma de su primer cantante instalado en su estudio, en un lugar de privilegio, observando y riendo.

Sin embargo, fueron esos años justamente los que trenzaron los hilos que harían posible que, desde Australia, la banda irradiara su rock furioso hacia todo el mundo.

Para los amantes del rock duro, Bon siempre será insustituible. Y de eso se construye la leyenda. A pesar de que casi nadie lo vio en vivo, y de que fue con Brian Johnson que la banda australiana obtuvo su licencia de grande. Pero allá están esos años, convertidos en míticos, para los que la figura de Bon calzaba a la perfección. Al hombre le gustaban los excesos y había hecho de ellos un estilo de vida. Un amigo lo recuerda en un motel de Melbourne tirándose a la pileta desde su ventana, en el segundo piso.

Como los hermanos Angus y Malcolm Young (las dos guitarras de la banda), había nacido en Escocia, pero de chico fue llevado por su familia a Australia. En los primeros años fue donde se acuñó su nombre. "Cuando comencé el colegio mis compañeros me cargaron por mi acento escocés y me amenzaron con que debía cambiar mi manera de hablar en una semana. Por supuesto, no lo hice. Fue encontes cuando comenzaron a llamarme Bon Scottish, y de allí quedó el Scott".

Luego de una olvidable prehistoria, la banda encontró su forma a mediados de 1973, cuando a las dos guitarras se sumaron Phil Rudd en batería, Mark Evans en bajo (que en 1977 fue reemplazado por Cliff Williams) y Bon Scott que, con 27 años era ya un veterano del rock y había sido, en ocasiones, el chofer de la banda.

Con fieros tatuajes en sus brazos (un águila, un león y un símbolo de Escocia), el personaje resultó el adecuado: los hermanos Young lo admiraban por algunos entreveros con la Justicia y porque el ejército lo había rechazado por inadaptado social. Su filosofía de vida no era particularmente profunda, pero era ideal para el rock and roll. "El alcohol, las chicas, transpirar en el escenario y la mala comida te mantienen en forma. Todo eso es bueno para uno", declaró el bandido Bon, durante la gira por los Estados Unidos de 1978.

La máquina estaba en marcha

Esos años dejaron varios discos: "High Voltage", "Let There Be Rock", "Powerage", "If You Want Blood You Got It" y "Highway to Hell". Discos que fijarían las bases del metal de los ochenta.

Pero aún había más: grabaciones en vivo, versiones que anteceden a las conocidas y algunas outtakes. Con ese material acaba de editarse "Bonfire", una caja a la medida de los fans que incluye tres discos, uno de ellos doble, con ese material, más "Back in Black", un cuadernillo con fotos, anécdotas y declaraciones, stickers, un póster y hasta un llavero con el logotipo de la banda y un práctico abridor de botellas.

No hubo esta vez necesidad de excusas o aniversarios exactos para esta edición. Sobre los motivos es Angus Young el que habló en exclusiva con La Nación . "Cuando Bon murió, en 1980, nosotros sentimos que no sería algo bueno editar este material, porque aquello fue una verdadera tragedia para todos, no podíamos pensar en hacer nada en ese entonces. Pero allí estaba todo este material, y era bueno que la gente que sigue a la banda pueda escucharlo".

El trabajo fue arduo. Horas de escuchar cintas, recordar anécdotas y elegir con certeza. "Fueron años muy intensos, te lo aseguro. Y escuchar las cintas trajo de nuevo a la memoria muchos recuerdos. Hay algunas grabaciones de Australia, otras de Inglaterra. También están las canciones que filmamos en un concierto en París y algunas son de Nueva York de un programa de radio en el que tocamos en vivo y que nunca se había editado".

El humor inteligente

Angus asegura que al escuchar el material muchas viejas historias volvieron a la luz. Nuevamente, fue como si el viejo cantante estuviera allí. "Era un tipo con mucho humor y a la vez muy inteligente. Esa es la mejor definición de Bon, un tipo que cultivaba el humor inteligente", lo recuerda Angus.

Así como la música, el título de la caja venía de aquellos primeros y duros tiempos cuando Bon bromeaba con que iba a ser famoso alguna vez y que su álbum solista se llamaría "Bonfire".

No llegó a hacerlo. El 19 de febrero de 1980 murió en Londres, luego de una terrible borrachera. Poco antes le había dicho a una revista de Glasgow: "Estoy en la ruta hace quince años y no tengo intenciones de dejar de estarlo. Así es como conocemos mucha gente, bebemos mucho y tenemos un montón de diversión".

Quedaron sus discos. Es cierto que la banda se había refinado, y hasta se habían animado a poner coros y segundas voces en "Powerage". Pero no hay caso, las sutilezas no opacaban el aire de pelea callejera. Ejemplo singular: "Night Prowler", de "Highway to Hell". Allí se escuchan dos suspiros (¿de Bon?) justo antes de que comience la guitarra y un saludo, "Shazbot, Nanoo, nanoo", la señal con la que Robin Williams se comunicaba con su planeta en la serie "Mork and Mindy", de la que Scott era un admirador incondicional. Ese tema, esas palabras de extraño saludo fueron lo último que grabó.

Para fanáticos

"Bonfire" es una tentación para cualquier fan de los AC/DC que se precie. Demasiada. Porque allí está la voz de aquel mito que fue Bon Scott, pero también, como bonus track, "Back in Black", el primer disco con Brian Johnson. Aquel de estricta tapa negra.

De la época Scott trae "Live", grabado en vivo en los Atlantic Studios de los Estados Unidos, "Let There Be Rock", un álbum doble con la música de una película que grabaron en un concierto en París, y "Volts", que recopila las ideas que la banda iba dejando en el estudio, unos meses antes de darle forma definitiva bajo el nombre de "Highway to Hell" y algunas joyas perdidas, como "School Days", el tema de Chuck Berry que sólo había salido en la edición australiana de TNT.

El libro que acompaña la edición tiene fotos, anécdotas y letras manuscritas, pero poco agrega de fechas y datos técnicos.

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