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Ávila y Cantabria mantienen su actividad

Nissan confirma al Gobierno el cierre de su fábrica de coches en Barcelona

La factoría cuenta con tres instalaciones, 3.000 empleados directos y unos 12.000 indirectos. El Gobierno había ofrecido alternativas a la compañía y dice que la clausura le costará 1.000 millones de euros.

Nissan confirma al Gobierno el cierre de su fábrica de coches en Barcelona

Nissan ha comunicado al Gobierno a primera hora de esta mañana el cierre de su planta de Barcelona, una decisión que el Ejecutivo "lamenta", ha informado el Ministerio de Industria, que ha propuesto a la presidencia de la firma japonesa crear un grupo de trabajo para buscar alternativas a la fábrica.

"Lamentamos la decisión de Nissan no solo de marcharse de España, sino de marcharse de Europa. Y todo esto a pesar de enormes esfuerzos por parte del Gobierno para apoyar el mantenimiento de la actividad empresarial y del empleo, que es lo que más nos preocupa en estos momentos. Nosotros no vamos a quedarnos de brazos cruzados y seguiremos buscando fórmulas para mantener el empleo. Vamos a explorar todas las opciones posibles, insisto, todas las opciones posibles porque lo que nos preocupa es mantener esos empleos" ha asegurado Arancha González Laya, ministra de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación de España

La clausura afecta a las tres instalaciones que la compañía tiene en Barcelona -la principal en Zona Franca y las satélites de Montcada i Reixac y Sant Andreu de la Barca que le suministran- en las que trabajan cerca de 3.000 personas. A esto habría que añadir otros 13.000 empleos indirectos (20.000 según los sindicatos).

Conocida la noticia, un millar de trabajadores se han concentrado ya a las puertas de la fábrica de Zona Franca con intención de cortar la Ronda Litoral en breve, según informa Gerard Melgar desde Barcelona.

En la historia reciente de la industria española del automóvil, este es el segundo gran cierre que se produce, después de que en 2011 lo hiciese la de Santana en Linares (Jaén) tras años sin apenas producción y mantenida artificialmente por la Junta de Andalucía.

La noticia, adelantada por la cadena SER, se producía por antes de la la rueda de prensa del consejero delegado de Nissan, Makoto Uchida,, en la que ha anunciado el cierre de la planta dentro de un plan para reducir hasta 2023 un 20% su capacidad de producción en todo el mundo, hasta unas 5,4 millones de unidades, y recortará un 15% sus costes en el período (unos 2.600 millones de euros).

Por su parte, el presidente de la Generalitat de Cataluña, Quim Torra, ha convocado para esta mañana, a las 11.00 horas, una reunión con el vicepresidente del Govern y consejero de Economía, Pere Aragonès, el consejero de Trabajo, Chakir el Homrani, y la consejera de Empresa, Àngels Chacón, para analizar el anuncio de Nissan.

A finales del mes de enero, el presidente del Gobierno Pedro Sánchez aprovechó el Foro de Davos para mantener una reunión con la cúpula de la alianza Renault-Nissan-Mitsubishi tras la cual aseguró que "el empleo en la factoría catalana estaba asegurado".

No obstante, en los últimos días, varios medios japoneses habían asegurado que la multinacional tiene intención de cerrar su planta catalana y que trasladará su producción a fábricas de Renault. El primero en hacerlo fue el diario Nikkei, a mediados de mes.

Protesta en Barcelona de los trabajadores de Nissan

En principio, las instalaciones que la compañía tiene en Ávila (que fabricó camiones hasta el año pasado) y en Corrales de la Buelna (Cantabria), no se verán afectadas ya que producen componentes para vehículos que se montan en diversas plantas de la alianza Renault-Nissan- Mitsubishi. Las plantillas de ambas suman otros 1.000 empleos.

Nuevo plan de la alianza

De hecho, la posición de Barcelona quedó bastante debilitada con el anuncio del nuevo plan estratégico de la Alianza Renault-Nissan-Mitsubishi que contempla un reparto de regiones según el cual, Europa será liderado por Renault y Nissan pasa a un segundo plano. Asimismo, la asignación de productos también hacia que, a medio plazo, los vehículos que hoy se producen en Zona Franca pasasen a ser responsabilidad de Renault y de Mitsubishi.

Desde el pasado 4 de mayo, los trabajadores de Barcelona estaban en una huelda indefinida. A principios de semana, el Gobierno, que había ofrecido distintas alternativas a la compañía para que mantuviese sus instalaciones, avisó al constructor de que cerrar la planta le costaría 1.000 millones de euros. Y mantenerla abierta con nuevos proyectos, unos 300 millones.

Así lo ha recordado en una nota oficial esta mañana el ministerio de Industria, en el que asegura que la viabilidad de Barcelona era posible gracias al plan presentado hace unos meses a la presidencia de Nissan Motor; y que la salida anunciada le supondrá "un importante coste reputacional en un mercado de más de 500 millones de habitantes" ya que abandonar la Ciudad Condal es salirse de Europa. Nissan tiene otra gran fábrica en el Viejo Continente, pero está en Sunderland (Reino Unido) y, por tanto, fuera de la UE. Y, por tanto, a expensas de posibles aranceles que perjudiquen su competitividad.

REUTERS

Producción al 25% de su capacidad

Las malas noticias para Nissan Barcelona empezaron a acumularse en 2018, cuando se anunció que dejaría de fabricar el turismo compacto Pulsar, al que luego se sumó en 2019 la pérdida de la versión diésel de la furgoneta NV200 Finalmente, en febrero de este año se anunció que en mayo se ponía punto final al montaje de la 'pick up' Mercedes Clase X, quizás su productor más rentable y fabricada dentro de un proyecto común con la compañía alemana y Renault. De esta manera, los casi 140.000 vehículos que salieron de las cadenas de montaje en 2011, se transformarían este año (y en la prevision no entra la crisis del coronavirus) en apenas 40.000 con solo tres productos: las pick up Nissan Navara y Renault Alaskan, mas la furgoneta eléctrica NV 200e.

Esta sucesiva descapitalización se había concretado ya en un ERE a mediados de 2019 que supuso la salida de 600 empleados de Zona Franca. A cambio, Nissan se comprometía a invertir 70 millones de euros en una nueva nave de pintura que... solo sería necesaria si se adjudicasen nuevos modelos.

En 2009, la compañía ya había reducido su plantilla en otros 589 empleados. Después llegaron años de crecimiento, con Frank Torres al frente de Nissan Motor Ibérica -precisamente el mismo ejecutivo que ahora se hará cargo del desmantelamiento de Zona Franca- con la adjudicación de modelos nuevos, como el Pulsar, que no tuvo éxito en el mercado.

La pandemia de COVID-19 no ha hecho más que empeorar la situación y en estos momentos la fábrica está parada, con una huelga indefinida que afecta a parte de la plantilla, mientra que el resto continúa afectada por un ERTE

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