Niños lectores autónomos, apuesta por la democratización

Ante la falta de literatura infantil desde hace 40 años, IBBY ya suma 25 mil 563 títulos para menores y jóvenes. Se requieren estrategias para evitar los distractores sociales del ambiente adheridos a la Industria 4.0.

Cobra mayor relevancia que a través de la literatura puedan ponerse en contacto con otras realidades.

Liliana Cavazos

Cuando Antoniorrobles recibió asilo en México tras la Guerra Civil española (1939) no cesó en su objetivo: infancia y poderosas historias reales, pero elevadas con lo imaginario y lo irracional. La ampliación de su repertorio en los años siguientes fue su consolidación como patriarca de las letras infantiles españolas y uno de los máximos impulsores del mismo tópico en suelo azteca.

Enfrentó el reto de labrar camino en terrenos que por esos años eran menos explorados y demandados, sobre todo frente a cuentistas y novelistas que cautivaron la atención de lectores adultos con realismo mágico y ficción histórica. En su futuro, hoy presente, las posturas y sus representantes aún luchan por privilegiar la lectura infantil, pero han encontrado en la pedagogía y en el desarrollo sustentable valiosos motivos para cristalizar su posicionamiento.

“Una persona que lee tiene mayores competencias psicosociales y aspecto cognitivo (...) La información que obtiene desde la lectura nos puede ayudar a democratizar”, explicó Azucena Galindo Ortega, directora general de IBBY México, respecto a las ventajas del temprano fomento a la lectura.

Esta asociación encausada a impulsar la lectura infantil y juvenil nació pocos años después del regreso de Antoniorrobles a España, cuya ausencia del suelo mexicano motivó que a finales de los 70 se lanzara una convocatoria dirigida a potenciales escritores de literatura dirigida a niños para concursar en el Premio Antonio Robles, una de las primeras estrategias de IBBY México para incrementar la cantidad de títulos en el rubro.

“Casi no había libros hace 40 años”, enfatizó Galindo Ortega y añadió que a cuatro décadas de distancia la biblioteca de IBBY México.

Asegurar que los títulos existentes y los que están por venir doten a los lectores infantiles de competencias comunicativas que a su vez se traduzcan en la democratización, requiere estrategias para evitar los distractores sociales del ambiente adheridos a la Industria 4.0.

“Hay entornos muy complicados no solo en nuestro país, también a escala mundial, hay otros que también los pueden llevar (a niños y jóvenes) a angustiar; finalmente, les llega mucha información que a lo mejor no tienen la posibilidad de entender y por ello mismo cobra mucha mayor relevancia el que a través de la literatura puedan ponerse en contacto con otras realidades para comprender realmente en donde están parados”, expuso Galindo Ortega.

Estimulación

Las metodologías en las campañas deben enfocar como resultado primario la estimulación de la charla literaria a partir de lo leído logrando así la formación natural de lectores autónomos. Las campañas que enfocan su atención en trazar metas a los niños de determinados minutos de lectura o cantidad de palabras leídas, resultan impositivas.

“No con imponer 20 minutos al día se soluciona”, dijo Azucena acerca de otras campañas de lectura. “Yo creo que fue un enfoque inmediatista y no viendo lo que sí se tenía que hacer de fondo (…) Como campaña puso la lectura en el ánimo social en la agenda. La estrategia es lo que nosotros no compartimos”.

En muchas campañas a la sugerencia de leer un número de minutos al día no le acompaña una guía, “quizá el padre de familia no disfrute tanto porque, primero, nunca tuvo una aproximación a la lectura y no sabe qué leerle al niño”, abundó.

“Nos dimos cuenta de que muchas personas necesitaban una herramienta confiable para buscar buenos libros infantiles y juveniles (...) Nos dimos a la tarea de reunir en una sola guía los mejores libros que leemos cada año, además de imaginar a los lectores ideales para ello e identificar los temas centrales que abordan”, detalló en el preámbulo de la guía correspondiente a 2018.

Otras de las estrategias que la asociación realiza son la capacitación de abuelos lectores y cuentacuentos, así como la conformación de espacios de lecturas rubro en el que actualmente trabajan con la industria minera.

“Nosotros, tanto en la escuela como en espacios no convencionales que son nuestras bibliotecas comunitarias o con otras organizaciones que nos invitan a tener un proyecto de lectura, tocamos tres ámbitos (desarrollo social, respeto al medio ambiente y desarrollo económico), ya que lo que queremos hacer es dotar de competencias comunicativas, desde el fomento a la lectura con las comunidades con las que trabajamos. Sabemos que estamos contribuyendo a estas tres dimensiones”, concluyó.

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