Lo anunciábamos a final del mes de junio, el 2 de julio se estrenaba en Netflix la serie ‘La monja guerrera’ que fue grabada en Antequera en el año 2019. El éxito de la serie ha llevado a que nuestra ciudad se haya visto en cientos de países, siendo durante los primeros días de visionado número uno en el mundo, una particularidad que llevan de esta manera a que nuestra ciudad se haya colado por la pantalla en millones de lugares.


Nos podemos centrar en la serie en multitud de aspectos, desde su creación, su desarrollo y sus escenarios, que siempre tienen un peso determinado en las tramas de distintas historias. En este caso, nos interesa especialmente ese plató natural que Antequera ha logrado ser para el creador de ‘La monja guerrera’ o ‘Warrior Nun’ (como quieran llamarla si en español o en inglés), Simon Barry.

El guionista y creador de esta historia, basada eso sí en el cómic de los años 90 de Ben Dunn, declaró tras grabar en Antequera y atendiendo a los medios de comunicación: “Cuando conocí las localizaciones y su versatilidad vi que la historia podía ambientarse aquí y además Antequera era perfecto porque en poca distancia tengo todo lo que necesito para rodar”. Y les podemos asegurar que así ha sido, porque la presencia de nuestra ciudad es constante en ocho de los diez capítulos de esta primera temporada –esperemos que haya segunda y se vuelva a rodar aquí–.

Está claro que desde la productora malagueña Fresco Film, encargada del servicio de producción en nuestra tierra, tuvieron claro que Antequera era el mejor escenario posible, y así ha sido, dando el ambiente necesario para desarrollar determinados aspectos de esta trama. Su jefe de producción, Peter Welter señaló en mayo de 2019: “Habíamos estado en Antequera rodando anuncios antes y siempre es un placer volver a la ciudad no sólo por los espacios que hay sino por la gente que nos acoge. Aquí son todo facilidades...”. Demostrado queda ya que nuestra ciudad es la base de todo.

Pero se preguntarán qué hay de Antequera en la misma, qué podemos encontrar. Pues un amplio recorrido por su riqueza patrimonial, monumental y también natural. Todo mezclado y agitado, convierten a esta tierra en un plató ideal para el desarrollo de una historia que bien, si nos ponemos a imaginar, podía haberse dado en ella si tenemos en cuenta la historia de congregaciones y conventos que proliferaron a lo largo de los siglos. Otra cosa, es que nos lo creamos o no, eso depende de cada uno. Nosotros nos fijamos en el entretenimiento, que no es otra cosa que Netflix, en estado puro. No busquemos una historia que nos levante del sillón o nos tenga en vilo todo el tiempo. Aquí, todo consiste en entretener al espectador.

 

 

La trama de ‘La monja guerrera’

Avisamos que puede se nos cuele algún tema y desarrollo de la serie, para que si no la han visto, es el momento de dejar de leer, o si lo prefieren, háganlo; tampoco se la vamos a destripar al cien por cien.

Es importante contarles parte de esta trama, para entender el por qué nuestra ciudad es ideal para ello. Cuanta la historia de la Orden de la Espada Cruciforme, que a lo largo de los siglos se ha encargado de vigilar el bien sobre el mal, es decir, de controlar a los demonios que existen y que caminan por nuestra tierra.

Esta orden, que sigue los estrictos controles desde el Vaticano –usando para ello el interior de la Catedral de Málaga que se convierte en la Capilla Sixtina–, tiene su sede en nuestra ciudad, en Santa María. Allí viven y se preparan las monjas guerreras. Pues ese convento, que les tengo que decir, qué menuda la suerte de estas mujeres, se extiende en toda la parte alta de la ciudad, desde Santa María cuyo interior aparece totalmente transformado, a su exterior, la Plaza de los Escribanos y la Alcazaba, donde en el patio de armas hacen sus entrenamientos. No hay ni un solo rincón de toda esta zona que no aparezca en la serie, con grandes planos de todos lados y con la Peña de los Enamorados al fondo. Prácticamente uno no puede permanecer lejano a la historia porque se desarrolla en unos lugares en los que has crecido, que conoces a la perfección y eso hace que finalmente, se termine uno adentrando en la serie para no dejar de verla.

Y eso solo es en la parte alta de la ciudad, donde usan una y otra vez, recursos con planos que nos muestran lo maravillosa que queda Antequera en la televisión; y cuando hablamos de televisión, también nos referimos en este caso, a la pantalla del ordenador, tableta o móvil; porque si algo de beneficioso tiene Netflix, es que se puede ver en cualquier parte y de cualquier forma posible. 

 

 

Siguiendo los pasos de Ava

Ava (interpretada por Alba Baptista) es la protagonista de esta historia que sin comerlo ni beberlo se convierte en una monja guerrera gracias a un halo perteneciente a un ángel. Con ella descubriremos la historia de toda esta orden religiosa, y muchas otras más, quizá llevándonos a un desarrollo de la trama más adolescente de lo que podríamos imaginar en el inicio de la serie.

A través de ella aparecerán el resto de personajes protagonistas entrelazando hilos que llegado al final, dejan abierta la puerta a una segunda temporada; aún no está confirmada su renovación, aunque dada la buena acogida entre el público, todo parece apuntar a que sí.

De la mano de Ava, además de recorrer Santa María, la Alcazaba, el interior y patio de San Juan de Dios, que salen en varias ocasiones; veremos también la plaza del Portichuelo que brilla de forma espectacular. La iglesia de Santa María de Jesús, donde también ruedan en su sacristía. 

Aquí me permiten un inciso, y puede que les desvele algo de la serie, pero creo es necesario aclarar. En el trailer de la misma, se podía ver una imagen religiosa de la que parecía caer una lágrima. Pues no es una lágrima, más bien una gotera. Sentimos el “spoiler”, pero era necesario para dejar patente que no se ha hecho nada alarmante a la hora de rodar, si no más bien se ha tenido mucho cuidado y mimo con toda la ciudad.

El paso por el Caserío de San Benito, inconfundible su patio, su interior. Escenas en El Torcal de Antequera, que muestra toda su magnitud de la Naturaleza. También aparecen, las termas de Santa María, la calle Infante don Fernando con una improvisada parada de autobús, que yo me permitiría copiar para que fuera auténtica en el día a día.

Como pueden ver, planos de Antequera no faltan y es que es un continuo goteo de la misma, minuto a minuto, secuencia a secuencia, uniendo así de forma magistral con las otras localizaciones usadas, la mayoría caminando entre Málaga, Marbella y Ronda (que sin acritud, sale mucho menos que nuestra ciudad y a la que se le ha dado bombo y platillo). Por cierto, la combinación de planos entre el Portichuelo y el Tajo de Ronda como continuación de la escena... de película. ¡Lo que tiene el interior de la Costa del Sol!  Todo esto se descubre de la mano de Ava y el resto de personajes, que mucho tienen que decir: el cardenal Duretti (Joaquim de Almeida), el padre Vincent (Tristán Ulloa), la hermana Beatrice (Kristina Tonteri-Young), la hermana Lilith (Lorena Andrea), Mary Escopeta (Toya Turner), Jillian Salvius (Thekla Reuten), la hermana Camila (Olivia Delcán), JC (Emilio Sakraya) o la madre superiora (Sylvia De Fanti).

 

 

 

 

Niveles de audiencia en todo el mundo

En cuatro días tras su estreno, ‘La monja guerrera’ logró colocarse como número 1 del mundo, así lo atestiguaba nuestro compañero Francisco Griñán en Diario Sur: “Europa y Brasil son los territorios en los que esta producción estadounidense creada por Simon Barry ha alcanzado el número 1 en los primeros días de emisión, un éxito mundial del que se benefician las localizaciones de la serie ambientada en Málaga y que apunta a que esta producción pueda volver a la capital y la provincia para el rodaje de una segunda temporada”.

Además, añadía el resto de países que en estos primeros compases había conseguido meterse en las series más vistas: “Rusia, Holanda, Bélgica, Portugal, Grecia, Noruega, Suecia, Polonia, Austria, República Checa, Eslovaquia y Hungría, entre otros países europeos en los que ha alcanzado el número 1 de la lista que elabora la propia plataforma”. Tras estos primeros datos, la serie siguió siendo una de las más vistas en el verano y así continúa a día de hoy. 

Todo esto nos deja claras varias cosas. La primera y viendo cómo ha terminado, Antequera debería volver a ser escenario para grabar una temporada 2, claro que todo dependerá de las circunstancias actuales con la pandemia. Ahí, el papel lo jugará Ayuntamiento, que por cierto, se le da las gracias en los créditos al final de cada capítulo apareciendo en primer lugar. Y segundo, debemos explotar turísticamente, todo lo que la serie ha dado. Nos ha puesto en el mapa del mundo y hay que saber ver eso con las miras amplias, vendiendo las localizaciones de la serie en todos los medios posibles. Ahora cuando el turismo más se resiente, es momento de tirar de ingenio y para ello, nada mejor que hacerlo de algo que es real y tangible. ¿Y si reutilizamos los paneles sin uso ya de ‘La Peña te enamora’?

Antequera puede y debe usarse a sí misma para aprovechar esta coyuntura mediática. Nunca mejor dicho, tiene que convertirse en una guerrera y ganarse un lugar en el panorama de las series y turismo, que se abrió gracias a otras grandes apuestas como fue Juego de Tronos (que pasó por Antequera, pero no la eligió para grabar un reino), que sigue atrayendo a fans de todos lados a sus localizaciones. Es el momento de convertir a Antequera en un plató para todo el mundo.

Más información, próximas ediciones www.elsoldeantequera.com y de papel, el sábado 29 de agosto de 2020 (pinche aquí y conozca dónde puede adquirir el ejemplar) o suscríbase y recíbalo en casa o en su ordenador, antes que nadie (suscripción).