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“Anxelu”, el primer actor de Asturias

  • Angel Menéndez Blanco, de Villayana, creó escuela con sus monólogos, que aún hoy son representados

La Voz de Lena, 27 Octubre 2016

Probablemente no se le ha dado el protagonismo artístico que se merece, pero el lenense Angel Menéndez Blanco fue precursor de un género, el monólogo, con el que sentaría escuela y que luego sería cultivado por brillantes figuras de la región, que recorrerían romerías y “xaraos” con un objetivo tan hermoso como es hacer reír a la gente con sus divertidas parodias y ocurrencias. En cierta medida se puede decir que “Anxelu”, sobrenombre por el que era conocido, fue el primer actor de Asturias. Y sus obras aún se siguen representando en la actualidad.

Así quedó de manifiesto en el homenaje que se le rindió el sábado 15 del mes pasado, como parte de la programación festiva de Les Feries del Rosario, en el Teatro “Vital Aza”. Al tributo se sumaron el gaitero Vicente Prado, “El Pravianu”, el monologuista “Pin de la Cotolla”, el dúo “Folixa Astur”, integrado por “El Pravianu” y José Manuel Reguero, “El Maestru”, y el grupo local de baile “Xanzaina”. El festival fue conducido por “Alex” Boada, presentador de la “TPA”.

La biografía de “Anxelu” se amolda a la de muchos hombres de las Cuencas que empezaron a trabajar en la minería a edades muy tempranas. Nació en Villayana el 1 de marzo de 1899 y siendo niño su familia se trasladó a vivir a Santa Cruz de Mieres, donde cursó sus primeros estudios. El 22 de febrero de 1919 contrajo matrimonio con Consuelo Cachero Suárez, con la que tuvo cinco hijos. Casi sin abandonar la adolescencia entró en la extinta “Sociedad Hullera Española”, en la que pasó por distintas categorías laborales, hasta llegar a ser vigilante. En 1955 se jubilaba, con la grave secuela en su salud de sufrir la enfermedad de silicosis. Simultaneó su labor en la mina con la de carpintero en un pequeño taller de su propiedad, que cerró en 1934. En esa fecha se iría a vivir a Mieres, hasta los 73 años, en que se marchó para Gijón, ciudad en la que moriría el 5 de febrero de 1987.

Desde crío escribía monólogos, versificaba de manera espontánea e interpretaba sus propias creaciones en teatros, chigres... El mismo se encargaba de diseñar la publicidad, además de ser actor, poeta y en muchas ocasiones, empresario de sus funciones.
En los años veinte sacó un libro que contenía tres monólogos y el poema titulado “A mió Asturies”. A esta edición le siguieron otras, que obtuvieron el favor del público y de la crítica. En la villa de Teodoro Cuesta fundó un conjunto, “La Gracia Artística Mierense” (1932), en el que le acompañaban una pareja de guitarristas, un caricaturista y “Juanín de Mieres”, el “almirante de la canción asturiana”.

Entre sus publicaciones destacan “Monólogos, poemes y teatru asturianu”, con 74 monólogos y tres obras en bable, así como fotografías de los diferentes personajes que interpretó; “Monólogos asturianos”, entre los que incluyó “El tiru por la culata”, “Les conquistes de Rufón, el Pintu” y “¿En qué pensaría Xuaca?”, y sus recopilaciones bajo la carta de presentación “Teatro Asturiano”, en las que Marcos del Torniello le dedica un poema y en las que tienen cabida piezas como “Viento, chubascu y mares”, “El rollu de Falu”, “Si non quies vete n’un flaco procura comprar tabaco”, “Siempre contigo, Mariyina”, “La excursión de Anxelu a Pravia”, “Pa Marruecos, Celedonio”, “Un tratu sin condición”, “Manín en Cuba” o “Tristán echó una cana al aire”.

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