Durante la guerra civil de 1854 José María Dionisio Melo y Ortiz fue presidente de la República de Nueva Granada. El militar y político neogranadino es conocido como el único mandatario indígena del país, pues era de origen pijao.
Melo murió fusilado en México, siendo comandante regional de las tropas de Benito Juárez. Sus restos se encuentran en el país azteca, en una hacienda llamada La Juncaná, en el Estado de Chiapas. Allí hay un modesto monumento que lo rememora.
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De acuerdo a lo que recoge 'Radio Nacional', el historiador Eduardo Rothe, asegura que se trata “del único presidente colombiano de origen popular", debido a que "absolutamente todos, incluyendo a Antonio Nariño, Francisco de Paula Santander y el mismo Simón Bolívar, venían de la élite”.
El 21 de mayo de 1851 José Hilario López (quien es apoyado por Melo, quien también era del partido Liberal) es electo presidente y decreta la libertad de los esclavos el 21 de mayo de ese año. Esto no fue del agrado de los conservadores, que se levantan en armas, oponiéndose a las nuevas reformas.
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López asciende en ese momento a Melo al cargo de General, dándole el mando del Ejército Nacional. Tras derrotar a los reaccionarios y convertirse en comandante de las Fuerzas Armadas en Cundinamarca, el 17 de abril de 1854, Melo pasa a ser el presidente número 38 de toda la historia del país y el octavo de la República Nueva Granada.
No obstante, los conservadores se arman en contra de Melo, pidiendo que vuelva la esclavitud y el 4 de diciembre de ese mismo año sufre un golpe de estado.
En 1855 se da un juicio político contra él, en el que los miembros del partido Conservador lo judicializan por presunta insubordinación militar. La pena que dictan contra él es el destierro y es expulsado del país junto con otros 200 revolucionarios.
Tras su destierro, el 10 de octubre de 1859, Melo llega a la frontera de México y el entonces presidente Benito Juárez acepta su incorporación como General del Ejército del país azteca, para luchar contra la intervención extranjera en la llamada Guerra de La Reforma.
Esto lo llevó a la muerte. El 10 de junio de 1860, el pequeño ejecito que Melo había organizado para proteger la frontera con Guatemala del general conservador mexicano Juan Antonio Ortega, es sorprendido y atacado. En esa batalla Melo es fusilado y fallece.
Aunque en dos ocasiones se hicieron esfuerzos por repatriar el cuerpo del General de origen pijao - al ser el único expresidente de Colombia que fue fusilado y enterrado en otro país - finalmente, no se logró.
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