Acciones Heroicas del Land Raider (IV)

La Batalla de Thranx

Pocos mundos han sufrido más bajo la plaga de la herejía y la traición que el mundo colmena de Thranx, en el Segmentum Solar. Desde el día de su liberación durante la Gran Cruzada hasta el día de su Exterminatus a manos de los Ángeles Oscuros, Thranx fue un mundo sumido en la anarquía y la corrupción. Durante el 36º milenio tuvo lugar una rebelión, incitada por alienígenas, en los monolíticos sumideros de calor ecuatoriales que controlaban la atmósfera y el intercambio de calor del resto de las colmenas del planeta. Los alienígenas que controlaban a los rebeldes intentaban recuperar el mundo para sus propios fines; pero se encontraron con la sólida determinación del Gobernador Gount Momery, que no dudó en enviar sus mejores regimientos mecanizados contra las posiciones rebeldes. Siguiendo sus órdenes, diez mil tanques Leman Russ avanzaron por los infinitos tejados y terrazas que cubrían el mundo colmena.

Los orgullosos tanques del Gobernador fueron diezmados en un solo día por los cañones láser de los rebeldes y los cañones estremecedores montados en las torres escalonadas de los sumideros de calor. A medida que los tanques fueron avanzando por las despejadas terrazas, los rebeldes simplemente tuvieron que hacer "tiro al tanque". Más de cinco mil vehículos quedaron destruidos sobre el campo de batalla. El Gobernador Momery era un hombre impulsivo, por lo que al día siguiente volvió a enviar a sus muy reducidos regimientos contra los rebeldes, esta vez precedidos de un bombardeo masivo desde aeronaves y cañoneras orbitales. Por desgracia, los daños causados a las defensas rebeldes se vieron compensados para los rebeldes por los cráteres que el ataque produjo en las carreteras y los puentes vitales para el avance de los tanques. Dos mil vehículos más se unieron a los restos que cubrían el campo de batalla antes de que se retiraran una vez más.

Los rebeldes estaban, literalmente, devolviendo el calor por todo el planeta, causando la muerte de millones de ciudadanos a causa del calor y la deshidratación. Al final, el Gobernador Momery ordenó a sus Astrópatas que pidieran ayuda a los Adeptus de la Tierra. Por suerte, un transporte de combate del Capítulo Manos de Hierro del Adeptus Astartes se encontraba cerca de Thranx y cambió su ruta para evitar que el planeta se convirtiera en un mundo muerto. Las Compañías de Manos de Hierro que había a bordo no estaban al máximo de sus efectivos después de una dura campaña de luchar en túneles en Kolyma, pero sus vehículos estaban intactos. Su líder, el Comandante Sien, estaba decidido a realizar una ofensiva total utilizando un puñado de Land Raiders y los tanques que le quedaban al Gobernador como apoyo. Aunque sus efectivos eran escasos, creía que las posiciones defensivas rebeldes podían romperse en un punto; de forma que todo el anillo de sumideros de calor pudiera ser fácilmente rodeado por las tropas del Gobernador. Avanzó con los cinco Land Raiders de su Compañía durante la noche, marchando en cabeza para examinar personalmente la ruta mientras los rebeldes estaban ocupados con el bombardeo orbital.

 

El Comandante Sien, al frente de sus Land Raiders, inició el ataque al amanecer, formando el duro extremo de la formación en punta formada por las Legiones de Acero de Thranx en el asalto al Sumidero de Calor 871. La defensa fue férrea; por un instante, pareció que los Land Raiders se encontraban en el centro de una tormenta de proyectiles y rayos que les caían desde todas partes. El grueso blindaje de los Land Raiders evitó gran parte del fuego; pero Sien no había conseguido avanzar más de 200 metros antes de que el Land Raider Cuatro, Metallus Gravus, quedara inmovilizado al perder una oruga y, posteriormente, fuera destruido por las baterías de cañones estremecedores rebeldes. El resto de tanques del Adeptus Astartes siguieron avanzando, corriendo por un área abierta de fuego directo hasta alcanzar la primera rampa que conducía a la torre del sumidero de calor. Land Raider Dos, Quoth Karrasis, saltó por los aires a causa de un impacto directo de las defensas láser rebeldes de la parte superior de la rampa. Sien no dio tiempo al láser para recargarse y le disparó con su propia máquina, Cestus, siguiendo la peligrosa y estrecha carretera para poder disparar con garantías a la cúpula blindada del láser. Tras unos segundos de tensa espera, Cestus alcanzó una buena posición de tiro, pero falló la primera andanada y quedó totalmente expuesto al fuego de respuesta del emplazamiento artillero. Para sorpresa de Sien, los aterrorizados artilleros rebeldes también fallaron, por lo que el Land Raider pudo disparar sus bolters pesados para desalojarlos de su posición.

Sin perder tiempo, Sien se dirigió a la segunda rampa seguido por los Land Raiders Tres y Cinco, encontrando el camino bloqueado por obstáculos antitanque. El Comandante Sien y su Tecnomarine desmontaron bajo el intenso fuego de la infantería rebelde para colocar cargas de fusión en los obstáculos. Tras resultar levemente heridos en varias ocasiones, volvieron a montar en su vehículo; justo en el momento en que Land Raider Cinco notificaba que el láser de defensa volvía a estar activo. Sien ordenó a Land Raider Cinco que neutralizara esa posición; pero en cuanto el tanque estaba girando para poder disparar con todo su armamento, patinó ligeramente hasta quedar suspendido con la mitad de sus orugas sobre el vacío, a cien metros de altura. Con una increíble sangre fría, Land Raider Cinco disparó contra el emplazamiento láser y lo destruyó gracias a varios impactos directos. Unos segundos más tarde, una explosión hizo que se precipitara por el borde al vacío, con lo que Sien vio reducidas sus fuerzas a sólo dos tanques.

Sien activó las cargas de fusión y avanzó. Cestus iba delante, seguido de Land Raider Tres, que actuaba de apoyo. Los dos tanques llegaron a la parte superior de la segunda rampa, dispersando a la infantería enemiga mientras eran impactados repetidas veces por las fuerzas rebeldes. La tércera y última rampa estaba bloqueada por un Leman Russ inoperativo cuyo cañón de batalla, a ras del suelo, obstaculizaba la curva que Sien acababa de tomar. Una vez más, el Emperador pareció que estaba protegiendo a Sien, pues en la colisión sólo perdió una de las barquillas con cañones láser. Moviendo el vehículo para poder disparar con la otra barquilla, Sien destruyó el Leman Russ con los cañones láser. Para despejar el camino, siguió disparando sin cesar hasta que el tanque quedó reducido a un mero esqueleto de metal fundido. Pasando por encima de los restos del tanque rebelde, llegó al nivel superior del Sumidero de Calor 871, donde los dos duramente castigados Land Raiders neutralizaron rápidamente la bateria de cañones estremecedores de la parte superior. Con las defensas rebeldes totalmente desbordadas, las Legiones de Acero de Thranx penetraron por el agujero e iniciaron el largo proceso de reducir todas las bolsas de resistencia rebeldes. Al finalizar la batalla, Sien contabilizó los impactos en el blindaje de adamantium de su Land Raider y comprobó que había sobrevivido a 132 disparos enemigos.

Por Andy Chambers


Land Raiders de los Ángeles Oscuros patrullan por un mundo colmena.


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