bilbao. Desde hace más de tres años el Ayuntamiento de Bilbao ha procedido a renovar la flota del servicio de limpieza y a realizar el 80% de los trabajos de día, para evitar las molestias que se producían a los vecinos con las máquinas barredoras y el camión baldeadora.
La denuncia cuya sentencia ha ratificado ahora el Tribunal Supremo se remonta a 2002, cuando Gabriel M. R., vecino de la calle Doctor Areilza, la interpuso debido al ruido que producían dichas máquinas los domingos desde las 6.30 horas. El Tribunal Superior de Justicia del País Vasco emitió una sentencia que obligaba al Consistorio a indemnizar al ciudadano con 10.000 euros, y a suprimir las labores de limpieza en las inmediaciones de su domicilio los domingos entre las 6.30 y las 8.30 horas.
Desde entonces el Ayuntamiento ha trabajado por evitar las quejas vecinales por el ruido generado por los trabajos de limpieza. José Luis Sabas, concejal de Obras y Servicios del Consistorio, aseguró que no sólo se ha solucionado el problema en Doctor Areilza sino en toda la villa. "Ahora los servicios empiezan a las siete de la mañana para todo Bilbao, no se puede discriminar a los ciudadanos y hacerlo sólo en la calle del denunciante", señaló.
El causante de la denuncia fue un vehículo antiguo de baldeo mixto con una motobomba que ya no se utiliza. Según Jesús Aresti, jefe del área de Limpieza, "se trata de un vehículo de otra generación y que ya no se utiliza. Era un vehículo antiguo". La actual flota respeta más el medio ambiente y emite mucho menos ruido. El Ayuntamiento ha invertido 14,7 millones de euros en los últimos tres años y, por el momento, las únicas que quedan por cambiar son las barredoras.
Jesús Aresti explicó que en el servicio de limpieza "se utilizan servicios combinados", por un lado la labor de los barrenderos y por otro la de las máquinas que limpian lo que no se puede limpiar con la escoba. Además, existen zonas de Bilbao en las que se debe intensificar el servicio de limpiezas sobre todo los fines de semana. Es el caso de Doctor Areilza que, además de ser una zona de copas los sábados por la noche, congrega a cientos de personas cuando hay partido de fútbol en San Mamés: "Hay que poner los medios para cada circunstancia. No es lo mismo limpiar hoy El Arenal que en Aste Nagusia", afirmó Aresti.
Pero Jesús Aresti aseguró que hay gente que hasta aprende a conciliar el sueño con el ruido. "Un hombre me explicó una vez que tarareaba las mismas canciones que se cantaban en la calle y así se conseguía dormir. Es una anécdota pero hay que aprender a convivir con algunas cosas". Sabas aseguró que para ellos "una queja ahora es un regalo, no una faena". "Somos conscientes de que limpiando la calle a alguien tendremos que molestar. Tenemos que mantener la ciudad limpia y, sin molestar, resulta complicado", añadió.
quejas vecinales Aunque en los últimos cuatro años no se han producido más denuncias de este tipo, en ocasiones sí que ha llegado alguna queja al servicio de limpieza debido al ruido. "Estamos todos concienciados de que hay que hacer la menor molestia posible, y no sólo desde la sentencia", explicó ayer Jesús Aresti. Hace unos años un vecino llamó al Ayuntamiento pidiendo que se cambiase la salida de camiones que se encontraba cercana a su domicilio, ya que sus dos hijos pequeños tenían un problema de salud y les costaba conciliar el sueño. El servicio de limpiezas no dudó en hacerlo. "Somos muy sensibles a las quejas de los ciudadanos, pero la realidad es que hay que limpiar", admitió José Luis Sabas.
La mayor parte de las quejas por ruido llegan al Ayuntamiento desde zonas de copas. Existen calles complicadas donde se ha llegado a agredir a los barrenderos. "Hay quejas en todas las zonas de afluencia nocturna, y suelen ser por el comportamiento incívico de algunas personas, no por la limpieza", finalizó el concejal. |
