EDITORIAL COLUMBA: "siempre voy a guardar un cariño especial por esa etapa" |Tinta de Historieta

EDITORIAL COLUMBA: "siempre voy a guardar un cariño especial por esa etapa"

Rodrigo Martinez Deux Graphica, Entrevista, Pablo Muñoz 12/05/2009

La historia con la entrevista con Pablo Muñoz viene de hace rato. Sin embargo , entre sus compromisos y los mios los tiempos se fueron dilantando mas de lo que me hubiera gustado. Sin embargo la espera valio la pena, sobre todo por la riqueza de todo lo que se nos cuenta en este texto. Paso a paso el propio Muñoz nos va a contar como fue su vida y su experiencia, a lo largo de un recorrido que tambien es un poco, la historia de la ultima decada de historieta argentina.

Sin mas que decir, la segunda parte de la entrevista con Pablo Muñoz, CEO de Deux Graphica.

¿Como fue trabajar en Columba? ¿De que fecha a que fecha? ¿Que hacias? ¿Que paso?

Cuando me desvinculo de Récord en 1993, luego de que esta editorial cancele todos los libros y reduzca su plan editorial al mínimo, Antonio Presa, director editorial de Columba se entera de esto y me ofrece trabajo. La verdad es que desde 1991 yo venía ganando el 80% de mi plata gracias a ser el letrista de los comics DC de Perfil, dado que había mucho trabajo, era Free Lance y pagaban muy bien. Lo de Record era más que nada un gran aprendizaje y un disfrute. Acepto la propuesta de Columba de sumarme como diseñador en condiciones parecidas, el sueldo era mejor pero ninguna maravilla, pero me daba la posibilidad de seguir aprendiendo.

En Columba ingresé como diseñador, pasé a ser coordinador editorial de los comics Marvel (que llevé como propuesta y luego de medio año logré imponer) y terminé como Director Editorial. Entre todos esos pasos (1993-1996) pasaron muchas cosas, lindas y feas. Y si bien Columba tenía cosas conceptualmente erradas y situaciones anecdóticas dignas de diván, la pasé maravillosamente bien.

Fue la única experiencia que tuve dentro de un ámbito editorial tradicional (esto es, estructuras, muchos empleados, secciones para cada tarea, etc).

Realmente no puedo ser objetivo, siempre voy a guardar un cariño especial por esa etapa. Pero eso no quita que Columba era una editorial suspendida en el tiempo, que día a día vendía un poco menos (aunque cuando ingresé esa decadencia no impedía que siguiera siendo en ventas la principal editorial de comics en la Argentina) y que la dirigencia de ese entonces no estaba preparada para ese desafío.

Muchas imágenes se me aparecen en este momento, los lanzamientos de dardos, las carreras por la planta de edición (todo un piso completo) en los sillones con rueditas, los desfiles de modelos (donde le poníamos puntuación a las mujeres de la editorial) y los torneos maratónicos de FIFA, el videojuego por ese entonces top de Futbol.

Pero también trabajábamos, salían por ese entonces nueve revistas mensuales más algún libro recopilatorio.

Pero Columba era un gigante en decadencia que no sólo era editorial, sino que tenía una estructura que contemplaba todos los procesos de producción: edición, provisión de papel, impresión y distribución. Una estructura que sólo Editorial Atlántida y los diarios más importantes tenían por aquel entonces.
Y toda esa estructura, y costos, se apoyaban en un solo producto: el comic marca Columba.

Intenté convencerlos de varios cambios, a saber: 1) Utilizar la imprenta en su tiempo ocioso para imprimir para terceros (clientes) dado que la mitad del tiempo permanecía inoperante. 2) Utilizar la distribuidora de Interior para distribuir productos de terceros, dado que los camiones salían semivacíos, aumentando el costo fijo y la distribuidora no tenía el mismo peso de cobranza que las otras del mercado, ya que al tener una monomarca no tenía la misma fuerza de cobranza. 3) Hacer lo mismo con la distribuidora de Capital, que si bien tenía la limitación impuesta por la playa de Distribución de que sólo podía comercializar productos con el logo Columba eso no impedía hacer joint ventures con terceros editores y así poder circular.

Nada de esto llegó a realizarse y en cambio, Columba vendió su imprenta y disolvió la distribuidora de interior. Dos años después quebró, pasando a ser controlada durante la quiebra por una imprenta a la cual le llegaron a deber (en el corto lapso de dos años) 4.000.000 de dólares.

Yo cobré una indemnización acordada, muy menor a la que correspondía, pero lógica en una crisis terminal. Junto con un distribuidor de Columba en Uruguay (con quien ya había colaborado en la fallida Editorial Pavón) formé Símbolo Editorial.

Pero eso es parte de otra historia, que mañana se las contaremos.

Para todos aquellos que quieran leer mas, puede ver la entrevista completa que le realizo en exclusiva Tinta de Historieta en los siguientes links: