Fabri: «Trabajaré un modelo equilibrado en el que haya posesión de balón»

SERGIO YEPES deportes@ideal.es.-

En reconocimiento a los éxitos que ha cosechado, el Granada CF concretó ayer la renovación del técnico Fabriciano 'Fabri' González por una temporada. La noticia, avanzada por Canal Rojiblanco (www.granada-cf.es), confirmó que el lucense se trataba efectivamente de la primera opción para el banquillo. El preparador, muy satisfecho, agradece la confianza recibida y anuncia un proyecto en el que «nuestro objetivo será consolidarnos». Para ello, pondrá en práctica un modelo de juego «equilibrado y con posesión de balón».

-Es fácil imaginarlo feliz...

-Sí. La verdad es que me encuentro muy contento porque todo ha ido bien desde el primer momento en que llegué. Y lo de la renovación ha sido la guinda.

- ¿Cómo han sido las negociaciones?

-Rápidas. Quique Pina, Juan Carlos Cordero y yo hablamos el mismo lenguaje. Somos gente de fútbol.

-¿Hay algún tipo de cláusula extraña en su contrato?

-A ver... El Granada y su técnico se han puesto de acuerdo. Es como si hubieran contraído matrimonio, pues ambas partes son felices. Pero no hay que entrar en cómo hacen el amor o en cómo se reparten las tareas domésticas. No hay que buscar nada raro, pues no lo hay. Es un acuerdo normal, por una campaña.

-¿Sintió en algún momento que no iba a seguir?

-No, nunca. Siempre he tenido la confianza de Quique y también de Juan Carlos, quien hace unos días me vio en el club y me dijo que estuviese tranquilo, que yo era la primera preferencia de ellos. Nunca podré pagarles la oportunidad que me dieron de venir aquí.

-¿Le hubiera decepcionado no haber renovado?

-No, yo ya era feliz por encontrarme en el Granada CF. Partía del supuesto de que mi anterior contrato acababa el 30 de junio y de que ambas partes éramos libres para poder elegir la mejor opción.

-¿Han tenido ya tiempo de hablar de la próxima plantilla?

-No. Las conversaciones fueron muy rápidas y se centraron en decirme lo que querían de mi y en lo que yo esperaba del club. Supongo que más adelante comenzaremos a hablar de ese tema. Por fortuna, vamos bien de tiempo al haber conseguido pronto nuestras metas.

-¿Qué objetivo tendrá el equipo?

-En eso tampoco hay dudas. Queremos consolidar al Granada en la categoría. La Segunda División es muy complicada y debemos ser humildes y tener los pies en el suelo.

-¿Por qué sistema táctico se decantará: por el de un mayor perfil defensivo o por ese otro más ofensivo con el que ganó la pasada semana en Ponferrada?

-Bueno, ahora tendré más tiempo de experimentar, de probar y ensayar cosas. Cuando llegué a finales de marzo existían unos condicionantes y plazos, por lo que no tuve más remedio que emplear una determinada fórmula. Vamos a trabajar un modelo en el que exista equilibrio entre lo defensivo y lo ofensivo; y en el que la posesión del balón sea sumamente aceptada por los futbolistas.

Muestras de cariño

-Sus más cercanos dicen que usted se encuentra superado por la afición de Granada...

-Pues la verdad es que sí. Desde que llegué a la ciudad no he parado de recibir muestras de cariño. Si pudiera, daba las gracias a todos los granadinos uno por uno. Espero corresponderles con un buen trabajo.

- Hace cuatro meses no se hubiera podido creer lo que ha vivido ahora...

-La verdad es que por entonces no era feliz en el plano futbolístico. Pero sí que era consciente de que había que seguir luchando. Y tenía claro el camino que debía seguir.

- ¿Refuerzan los últimos éxitos sus convicciones por seguir siendo un técnico alejado de los estereotipos habituales?

-La gente sabe como soy. Yo nunca he dominado bien el terreno del protocolo, ni tampoco he sido un 'pelotas' con la prensa. Soy una persona sincera, que va a pecho descubierto y no tiene nada que esconder.

- En cualquier caso recupera usted el caché de aquel técnico que fue en Segunda con el desaparecido CP Mérida.

-A aquel club lo entrené durante dos años (1992-1994). Yo apuntaba alto y me llamó el Logroñés, que estaba en Primera (1994/95). El equipo se encontraba muerto, pero el presidente me dijo que estuviera tranquilo. Que aunque bajáramos, me renovaría. Pero me engañó. A los tres partidos me cesó. Me fui con aquel muerto al barranco, porque ya después me costó levantarme. Pero bueno, ahora soy más experimentado y tengo más recursos que entonces.