No me mudo (de casa); no he reñido con nadie.
Pero esta
semana nos ponen una estantería enorme y hay que hacer
mudanzas
internas, desalojando libros de un cuarto para otro, y moviendo lo que
tan quietico estaba. Y da mala gana ver tanto libro que leí
hace
años y otros que compré con intención
de leer y no
leí y ya no leeré. En esta pseudo-mudanza me ha
entrado
una sensación de prejubilación, de decir,
¿para
qué? Si todo va a ir a la trituradora de papel. Nuestros
libros
ya no nos servirán de gran cosa ni a nosotros, ni menos a
nuestros hijos. Y ni siquiera quedan ya bibliotecas que los quieran.
Este siglo nada más abrirse está clausurando un
montón de cosas. A mí me
está entrando el
desánimo—o igual es la vagancia de mover tanto
libro. Si
me toca un día hacer otra mudanza, igual me voy sin los
libros,
tanto pasado acumulado.
Vamos de excursión un par de días
Ebro abajo hasta
Sancarlas de la Rápita, a conocer el pueblo, justo donde
acaba
la llanura del delta (que es todo lo espectacular que pueda ser una
llanura a fuerza de puro llana). En San Carlos ya cambia la cosa y
empieza a subir una cordillera muy bonita. Igual acabamos pasando
allí los veranos, o parte—nos ha gustado mucho, y
parece
tranquilo, cosa de agradecer en la costa mediterránea.
Volviendo
hoy más allá de Amposta río arriba
había
unos paisajes espectaculares, con la tormenta y la luz amarilla, los
montes recortados entre niebla, ascendiendo al cielo en degradados que
no se sabía si eran nubes o montes, las dos cosas
serían.
Y el río que parecía un lago interminable,
encajonado
ente paredes llenas de cuevas, que se deben mezclar las de los
cavernícolas con las de los salteadores y con los
búnkers
de la guerra civil. Vamos, para filmar algún Señor de los Anillos
IV
estaba la cosa. Lástima de fotos, había acabado
ya con
todas las pilas en el puerto de Sant Carles. Pero
volveremos—en
barca, en alguna vida que debería ser posible. O igual
quedará sólo la cosa en las posibilidades
imaginadas, al
igual que se va la mente a la distancia subiendo por esos montes que
son nubes, no lo puede evitar. Sobre todo si es el último
día de vacaciones.
"Hay un cuadro de Klee
que se titula
Angelus Novus. Se ve en él un ángel, al parecer
en el
momento de alejarse de algo sobre lo cual clava la mirada. Tiene los
ojos desorbitados, la boca abierta y las alas tendidas. El
ángel
de la historia debe tener ese aspecto. Su rostro está vuelto
hacia el pasado. En lo que para nosotros aparece como una cadena de
acontecimientos, él ve una catástrofe
única, que
arroja a sus pies ruina sobre ruina, amontonándolas sin
cesar.
El ángel quisiera detenerse, despertar a los muertos y
recomponer lo destruido. Pero un huracán sopla desde el
paraíso y se arremolina en sus alas, y es tan fuerte que el
ángel ya no puede plegarlas. Este huracán lo
arrastra
irresistiblemente hacia el futuro, al cual vuelve las espaldas,
mientras el cúmulo de ruinas crece ante él hasta
el
cielo. Este huracán es lo que nosotros llamamos progreso."
Pongo un comentario al post de Historiantes
sobre este ángel:
Creo que con ese ángel que mira atrás se refiere
Walter Benjamin al conocimiento
retrospectivo que
constituye la historia, y que le da su perspectiva sobre los
acontecimientos superior a la de los contemporáneos. Los
contemporáneos viven inmersos en acontecimientos cuyo
significado desconocen, porque ese significado todavía no se
ha
producido (lo producirá el tiempo, con sus resultados y
consecuencias)—es decir, nunca vivimos los acontecimientos
históricos que nos son contemporáneos como tales
acontecimientos históricos, o al menos nunca de la misma
manera.
Esa expresión que utiliza a veces la prensa, "estamos
contemplando un acontecimiento histórico", es una especie de
apuesta. La historia en el sentido de procesos históricos
sucede
en el presente, en cada presente, pero la Historia como
historiografía, como gran narración, como
acumulación de tiempo y conocimiento, es inherentemente
narrativa y retrospectiva. Si es que no es retroactiva... porque
podría
parecer que algunos de estos acontecimientos históricos son
generados "en el pasado" tiempo después de que
éste haya
transcurrido. Cuando efectos imprevistos entonces acaben por salir a la
luz, y los acontecimientos ahora "históricos" sean
reevaluados
por la posteridad. Pero esta
retrospección/retroacción,
lejos de significar que podemos cambiar el pasado a nuestro gusto,
significa lo contrario, como dice Benjamin: no sólo la
tragedia
de que no podemos evitar las catástrofes que sucedieron (no
podemos avisarles de lo que se avecina, de lo que vemos desde nuestra
atalaya del futuro), sino
también nuestra propia tragedia: nuestra acción
interpretativa no está por encima de la historia, sino que
está involucrada con los acontecimientos de nuestro tiempo,
y
también como historiadores actuamos, somos arrastrados
por el viento huracanado de la historia en el que nuestra
interpretación o perspectiva es un acontecimiento
(insignificante) más.
No deja de recordar esta visión del conocimiento como generación
retroactiva de objetos virtuales
a otra línea de razonamiento que sigue Walter Benjamin en su
ensayo "La tarea del traductor". Allí habla de un objeto
virtual
creado por la acción del traductor: un aspecto antes
desconocido
de una obra que sólo sale a la luz por efecto de una
traducción. No en la propia traducción, ni en
realidad en
la obra que se escribió, sino como un resultado de la
interacción de la traducción y el original.
Al igual que este objeto fantasmagórico, los acontecimientos
históricos creados por nuestra perspectiva retrospectiva no
están propiamente hablando ni en el pasado ni en el presente
que
los contempla, sino en ese extraño tiempo virtual que es el
pasado contenido en el presente—en realidad, el
único pasado que existe.
The cognitive and
evolutionary benefits of reflexive interpretation
And
of mind-reading,
and of lying—and of seeing through lies. Lying would
seem to be more sophisticated than truth-telling, but appearances can
be deceptive.
This is argued in two recent comments I made to two posts:
Dejando
aparte la cuestión de si engaña más el
Presidente o el líder de la
oposición, por supuesto que la ética de la
comunicación es necesaria
para la sociedad. Es necesaria tanto para quiene se atienen a ella,
cumpliendo promesas, diciendo la verdad, etc.; e igualmente para
quienes, parasitarios de ese orden básico, viven de
transgredirlo
(mentirosos, estafadores, etc.). Se podría decir que
éstos hacen un uso
más inteligente, en el sentido de semióticamente
más elaborado, del
orden social: la gramática parda requiere que exista la
gramática, pero
sus reglas son más complejas que las de ésta.
Ahora bien, la cuestión
no admite simplificación, pues también es un
comportamiento
semióticamente complejo el engañar al
engañador anticipando sus
engaños, o haciéndole creer que nos los tragamos.
— and a biological-evolutionary one (in Babel's
Dawn)
I
commented recently on a related issue in a philosophical context (...).
Here I take issue with the assumption that lying is the more
cognitively complex maneuver. It is more complex than plain
truth-telling, OK, but it immediately raises the issue of telling the
liars from the non-liars - which is an even more complex cognitive
move. That is, the ones who see through the liars, or engage in
higher-order reflexive (and machiavellian)
calculations are exercising
their sign-reading abilities and gaining (one would assume) an
evolutionary advantage.
That is, it is not lying per
se that gives you an evolutionary advantage, but the
development of reflexive interpretive abilities.
Edith Wharton era bird
of a feather
con su amigo Henry James. Ella vivía menos reprimida
sexualmente
(o era más sexual la mujer) pero los ambientes que retratan
una
y otro son igualmente sofocantes—si bien en el caso de James
ayuda que la actitud del autor y su estilo son tan sofocantes como las
mentes victorianas (o de la Era de la Purpurina Dorada americana) que
retrata. Creando una experiencia realmente intensa, para
quien
pueda con ella. Wharton es más ágil y
convencional en su
estilo narrativo; en su observación social se la ve tan
curiosa,
maledicente y cotilla como sus personajes, cosa que también
le
añade un toque característico.
La película de Martin Scorsese The Age of Innocence
(dedicada a su
padre—él sabrá por qué,
quizá como el
hijo del protagonista al final sabe más de lo que
debía...) comienza en plan un tanto literario, con narradora
en off,
y
se nos remite en las imágenes a un ambiente
decimonónico de escritura manuscrita y actitudes
tradicionales,
con una narración omnisciente "retro" tan insoportable
como
el mundillo social que retrata en el Nueva York de 1870,
histéricamente
clasista y gobernado por el dinero, los signos tangibles de clase, y el
qué dirán. Por suerte pronto entramos en el
dramatismo de
la
historia. Que
va del compromiso y matrimonio del protagonista Newland
Archer (Daniel
Day-Lewis) con la chica de buena familia May Welland (Winona Ryder),
"una joven adorable pero totalmente convencional" según dice
la
nota de la película. Claro que también dice esta
nota que
"en un
mundo de hipocresía y traición, ellos se
atrevieron a
romper las normas"—refiriéndose supongo a Archer y
su
auténtico amor, la condesa Olenska (Michelle Pfeiffer),
prima de
May que viene a comprometer su compromiso justo antes de la boda...
Curioso que en la versión original no había nada
de
"hipocresía y traición" sino "En un mundo de tradición; en
una edad de inocencia, se atrevieron a romper las reglas".
Lo
cierto es que pocos platos rompen esta condesa supuestamente "rebelde y
escandalosa" y el hipercivilizado Archer. Ni un plato de las
carísimas vajillas que aparecen—es una
película de
vajillas, y salones, y decorados recargados que te hacen aborrecer tus
deseos atrapados en el salón, y jarrones en peanas, y
papeles
pintados, y carísimos y opresivos trajes, y plutocracia
burguesa, invitaciones calculadas, vigilancias mutuas con el rabillo
del ojo, falsa espontaneidad... uf. La vida misma, vamos.
Nueva York es un pueblo grande donde todas las familias "que cuentan"
se conocen y se controlan. Archer y Olenska se gustan desde chavales
(se habían dado un beso a escondidas), y siguen
siguiéndose años después, cuando ella
se ha
separado de su conde europeo. Comparten una mezcla
extraña de
bienestar, amistad, deseo, obsesión y amor, que los tiene
desorientados a ratos. Pero Archer no rompe su compromiso con May al
reaparecer la prima Olenska: ésta le pilla con el pie
cambiado, pero el hombre sigue adelante, se
casa con su novia formal, y sólo logran arrimarse con la
prima de año en
año, de
salón en salón, subiendo la temperatura,
mandándole rosas, cogiéndole la mano, paseando
con
ella... "Each time I see you," le
dice, "you happen to me all over
again."
Pero cuando por fin han quedado en firme para hacer el amor
"una vez y no más", ella se echa atrás:
él espera
un
hijo de May (oportunamente embarazada) y se entera ahora. Se formaliza
Archer. La empobrecida condesa se retira a Europa, sin que se toquen
mucho, y eso que todo el
mundo sospechaba que ya eran amantes.... La
película nos
lleva por estos avatares y nos atormenta deliciosamente con el deseo
insatisfecho de los protagonistas. Pero claro,
¿qué
sería el deseo satisfecho? Behind, a
dream. Lo
mismo que el
insatisfecho.
Archer se sonreía de las convenciones sociales de su
círculo; parecía un
hombre del
siglo XX pillado en el XIX—creía en la igualdad de
las
mujeres, no se escandalizaba de la separación y devaneos de
Olenska, ironizaba sobre las costumbres del país.
Pero
al final resulta ser él un "old-fashioned", como le dice a
su
hijo, años después y ya en el siglo XX. Es ya
viudo, y en
París tiene ocasión de visitar a Olenska. Su hijo
va a
verla: el prefiere no hacerlo. Si hubiese hecho como un caballero del
XIX, hubiesen tenido un affair mas sustancioso, a pesar de la dignidad
de
ella—que
tampoco era tanta. Tal como sale todo, es la mosquita muerta de su
mujer la que, guiada por su intuición social, que la debe
tener
en el cerebelo, consigue salvar su matrimonio y todas sus apariencias y
realidades, y dejar a Archer sin vivir el que debía haber
sido
(y es en cierto modo) el gran amor de su vida.
Pero, bueno—gran amor, a ratos. La película nos
selecciona
de esta historia los brevísimos encuentros de Archer y
Olenska a
lo largo de treinta o cuarenta años. Entre medias, hacen
muchas
otras cosas: oficinas, abogacías, viajes familiares, cenas
con
lo mejorcito de Nueva York. Y no parece que se echen mucho de menos.
La vida real no es cinematográfica. Cuando están
cerca los polos atractivos, se carga la atmósfera, pero
lejos—ni
vu ni connu. Así que Archer participa
(plenamente, pero
vamos,
hasta la médula) de los valores y la hipocresía
de su
sociedad. Se ata a sí mismo y busca su comodidad y
conveniencia
social, lástima lo de Olenska (Si al menos hubieran copulado
un
poco... pero bah, así queda más
espiritual, casi platónico,
haciendo virtud de la necedad).
Y la
película, presentándolos como a dos personajes
apasionados en medio de un rígido mundo de formas y maneras,
comete la misma falacia. Vendiéndonos el gran amor mental a
ratos perdidos. Aquí gustan las grandes pasiones, pero
de
puertas para adentro y sin que peligre el manimani. Porque
¿no
somos todos burgueses, hasta los directores de cine? Y algunos hasta de
Nueva York. ¿Y quién no ha tenido
algún gran amor
imposible, de esos de cuarenta y ocho horas de dedicación
intensa, distribuidas en veinte años?
Dice Roger
Ebert
que el ambiente de esta película "seems so alien it could be
pure fantasy. A rigid social code governs how people talk, walk, meet,
part, dine, earn their livings, fall in love, and marry. Not a word of
the code is written down anywhere. But these people have been studying
it since they were born."
Pues no se en qué ambiente social vivirá Ebert,
pero en
el mío yo no veo ninguna diferencia con la realidad, actually. The Age of Innocence.
Dir
Martin Scorsese. Written by Jay Cocks and Martin Scorsese. Based on
Edith Wharton's novel. Cast: Daniel Day-Lewis, Michelle Pfeiffer,
Winona Ryder. Music by Elmer Bernstein. Prod. Barbara De Fina. Cappa /
De Fina Production. USA: Columbia, 1993. (La Edad de la Inocencia.
Spanish DVD. Madrid: Sony Pictures Home Entertainment, 2004).
Decía Philip
Roth en El
País que las pantallas han matado a
la lectura. Matizamos enMi
Literaturas, donde
la opinión general (lógico, en un espacio web
sobre
literatura) es que los textos y las pantallas se complementan. Comento:
E incluso podemos hablar
de
"complementación" entre las pantallas y los libros
impresos...
lo cual es un matiz distinto. Es gracias a los ordenadores que se ha
dado el boom de edición de nuevos títulos (ahora
todos
publicamos), y gracias a los ordenadores puede encontrar un libro
minoritario su público, y venderse. Y vamos a más
texto,
no a menos, tanto impreso como electrónico. Pero una
proporción cada vez mayor de ese texto estará
almacenado
en ordenadores. Como es lógico. Si puedo llevar una
biblioteca
entera en el bolsillo, ¿para qué voy a llevar un
solo
libro?
En cualquier cacharrillo mp4 te caben más libros de los que
vas
a leer el resto de tu vida... Será que además de
leer
algunos, tendremos que manejar
muchos más. A eso también ayudan los textos
electrónicos y las búsquedas.
Me replica pAbLo:
Como de
matizar se trata te diré que para mí el formato
del libro
me brinda una lectura más placentera que cualquier soporte
digital, por quince bibliotecas nacionales que tenga en su interior.
Llámame antiguo (a pesar de mi edad) o fetichista, que
probablemente lo sea ;)
Y yo:
Ah, amigo. Te
llamaré más bien hedonista. Pero el placer no es
la
única consideración.
pAbLo:
Jejeje,
hay
muchas otras como la capacidad de almacenamiento, de
organización, de selección etc. En todas ellas
los
soportes digitales vencen a los libros impresos, pero vaya por delante
el encanto de lo clásico y de tener un libro en las manos,
aunque solo sea por no fastidiar los ojos con la radiación
de
las pantallas y por saborear (en plan hedonista y sensorial) el efecto
de la tinta sobre el folio.
Alguien ha dicho que alguien todavía quiere a
alguien...
pero ni me acuerdo de la fuente. Bah, será una vaga
indiscreción, un
burdo rumor. Hay que acudir a fuentes bien informadas. Nos
sugiere Carla Bruni,
"...si le SMS avait
existé, si
la rumeur avait été avérée,
c'eût
été par hasard, au terme d'une vague
indiscrétion,
d'un "quelqu'un m'a dit",
et non d'une investigation
rigoureuse…
Voilà bien le problème : quand on est indiscret,
il faut
être sûr de ce qu'on raconte."
Mais qui
est-ce qui m'a dit que toujours tu m'aimais ? Je ne me souviens plus
c'était tard dans la nuit J'entends encore la
voix, mais je n'vois plus les traits "Il vous aime, c'est
secret, lui dites pas que j'vous l'ai dit" Tu vois quelqu'un m'a
dit...
Que tu m'aimais encore -
me l'a-t-on vraiment dit ? Que tu m'aimais encore,
serait-ce possible alors ?
Quién sabe. Dimes y diretes. Habría que hacer una
investigación rigurosa...
Acabo de recibir varias visitas seguidas de La Red. Lugar que debe
encontrarse en algún extremo de la red viaria. Adivinen
dónde— (el de La Red no puede participar):
Este guguelmap tan práctico viene con el contador Webstats;
una
de tantas cosas para curiosear siguiendo la pista a quien te sigue la
pista. Aunque creo que en realidad lo que te localiza con una
precisión de unos palmos no es propiamente el
sillón
donde están sentados los lectores—donde
estás
sentado tú, hipócrita lector, como
posible blanco de un
misil guiado por GPS o de un láser orbital— sino
que es
más bien el servidor de área al que
están
conectados. Vamos, que igual en realidad no me visita nadie de La Red,
sino alguna moza de La Sota o de Villacorta, un cura de Prioro, o unas
chavalas de Las Muñecas.
Otro chismecillo muy curioso para estas mutuas averiguaciones es este
recuadro de Feedjit que está en la columna izquierda de Vanity Fea y al
final del Blog de Notas.
Indica no sólo de donde vienen tus últimas
visitas, sino
también qué es lo que se va leyendo de tu blog.
Que casi
nunca es lo que acabas de escribir. También
muestra este gáyet
qué es lo que iban buscando (pobres incautos) los que
encontraron
tu blog. La mayoría son visitantes de Google que no
volverán. Pocos, pocos lectores habituales debe haber.
¿Aprenderemos de estas herramientitas algo sobre la Vanidad
de
nuestros esfuerzos?
Y, por último, remito a los imaginarios curiosos a
que se hagan
un autoseguimiento en mis
estadísticas de Blogia. Figura
allí entre otros datos mi media diaria de visitas: unas 160,
a
las que habría que añadir unas 40 del Blog
de Notas y
unas 50 de la bibliografía y otras páginas.
Total, unas 250 visitas diarias.
Y también constan allí mis top ten
o greatest hits: para
quien (visitando lo más visitado, como solemos hacer) quiera
acentuar la dinámica de la larga cola en otra de
sus manifestaciones. Lo que es a mí me parece una
selección
arbitraria hecha por los torbellinos del azar.
Las 10 páginas más vistas:
1. 5 de abril de 2005:
http://garciala.blogia.com./2005/040501-proxemica-kinesica-paralenguaje.php
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2. 10 de noviembre de 2005:
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3. 1 de junio de 2006:
http://garciala.blogia.com./2006/060101-m-f-s-z-transexualas-y-hermafroditos-monstruas-y-prodigios.php
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4. 24 de mayo de 2005:
http://garciala.blogia.com./2005/052401-donde-estara-mi-amigo-locomotoro.php
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5. 15 de diciembre de 2005:
http://garciala.blogia.com./2005/121502-al-rincon.php (490 visitas)
6. 7 de octubre de 2005:
http://garciala.blogia.com./2005/100702-con-google-por-el-espacio.php
(479 visitas)
7. 8 de abril de 2005:
http://garciala.blogia.com./2005/040801-los-numeros-secretos-del-vaticano.php
(440 visitas)
8. 25 de mayo de 2006: http://garciala.blogia.com./2006/052501-que-es-la-verdad.php
(406 visitas)
9. 26 de septiembre de 2006:
http://garciala.blogia.com./2006/092602-etica-academica-subvencionada.php
(397 visitas)
10. 10 de abril de 2006:
http://garciala.blogia.com./2006/041001-dibujando-guarradas.php (382
visitas)
No os imagináis cuantos sudamericanos acuden a Google en
busca
de iluminación espiritual, a preguntar "qué es la
verdad..."
Voy terminando mi paper
in progress sobre "Los
blogs y la narratividad de la experiencia". Derivado y
recompuesto de posts anteriores. A eso nos
dedicamos durante muchas horas de estas supuestas vacaciones. Dentro de
unos días aún volveremos a oír hablar
del artículo, si me lo
publican en papel en un volumen sobre Estudios
sobre el texto...
Tendrá que ser en versión
re-reciclada y acortada, me temo, dado lo largo que sale. Noventa y dos
páginas, aviso, en la versión PDF que he subido
al Social
Science Research Network, como de costumbre con una fachada en
inglés: Blogs
and the Narrativity of Experience.
Y a mi
canal de YouTube va un viejo vídeo antes
invisible: mi
versión (también reciclada y reciclada...) de la
canción de Bob Dylan
"Man in the Long Black Coat".
Nos falta el reno para estar en los USA, o en el polo
norte con
Santa Claus. Ha aparecido Biescas bajo una espesa capa. La nieve es una
cosa de cuando éramos críos, y lo mismo les va a
pasar a
los críos. "When we were small and Christmas trees were
tall".... Lo malo es que teóricamente es primavera, e
imprácticamente estamos aquí con ropa de
primavera. Nos
iremos después de comer si está transitable la
cosa...
He puesto unas cuantas fotos
en mi
álbum. Con sol unas, con nieve otras.
Mi padre me suscribió al
National Geographic
hace como 35 años, y todavía sigue llegando a
Biescas,
donde me voy poniendo al día cada vez que subo. Sale en el
número de marzo un artículo
interesantísimo sobre
la inteligencia de los animales.
Durante mucho tiempo, siguiendo las escuelas principales del siglo XX,
los psicólogos animales los trataron como
autómatas en la
práctica, interpretando su comportamiento con
teorías
conductistas basadas en estímulo-respuesta que eliminaban de
entrada múltiples factores—y múltiples
especies,
aparte de las ratas y algún otro bicho de laboratorio. Los
testimonios de propietarios de animales sobre la inteligencia y
sentimientos de sus mascotas eran ignorados por sentimentales y
acientíficos. Hoy muchos científicos tienen otras
actitudes. Estudian por ejemplo cómo los animales hacen
planes
que suponen una teoría recíproca de la mente,
para
disimular o engañar a otros animales. Eso que
decía
Umberto Eco de que el hombre es el único animal que miente
me
temo que quedó atrás (aunque mentimos
más y mejor,
eso sí).
Me llama la atención en el artículo la historia
de Alex,
un loro al que entrenó para hablar la investigadora Irene
Pepperberg. Ya se sabe que los loros hablan, pero la gente no habla con
ellos. Bueno, pues con éste sí hablaron, y
llegó a
aprender a contar, a pedir lo que quería, a abstraer
formas… En un ejercicio por ejemplo combinando figuras
geométricas, le preguntaban "¿qué es
lo mismo?" y
contestaba "la forma", o "el color". E incluso, impaciente con loritos
del laboratorio menos avanzados que él, les gritaba
"¡Habla claro!" cuando pronunciaban mal.
Me ha recordado que el verano pasado, yendo por Galicia, paramos a
comer en un restaurante de Carballo donde hay un loro que nos dijo la
dueña "es el más listo del país".
Además de
listo era equilibrista, y hacía posturas
ridículas que
quizá sólo las pueda hacer alguien con
inteligencia como
para saber que son extrañas. Naturalmente les
encantó a
los críos y se lo quedaron mirando. Pues bien, el loro, sin
que
nadie entablase conversación con él ni intentase
educarlo, al poco rato llamó a Oscar por su
nombre—sólo de oírnos hablar entre
nosotros.
Y, a poco que pensemos, recordaremos sin duda otros casos de
inteligencia animal. Aunque normalmente preferimos no pensar
mucho—nos inquieta la idea de que los animales sean
inteligentes,
y nos plantea problemas éticos que quizá no
queramos
tener.
- En inglés balneario. Pero aquí lo llaman
así a un balneario artificial, para distinguir.
Y resulta que nos faltaba un gorro de baño.
- ¿Y los calvos de cabeza pelada como yo también
hace falta que lleven gorro?
- Imprescindible, señor. Tódios con su gorro. Con
las
chancletas somos más tolerantes, somos flexibles, pero el
gorro
es por higiene.
- Ya, ¿pero si vengo con unas barbas nabucodonosorianas,
hace
falta que me ponga una bolsa de alimentar caballos o algo para taparlas?
- No, sólo gorro.
- Y mi bello pelaje corporal, no lo ha visto usted...
- Sin gorro no se entra, señor.
La Ley es inflexible. Al menos a ratos. Pero yo también:
aparte
de que no tengo gorro, es que lo del gorrito no puedo con ello, soy
alérgico total a él; me aprieta las ideas y me
estropea
el baño.
Me tientan mis acompañantas:
- Pero hombre tío, que ésta es una mandada, que
en
realidad le da igual-- me dicen.-- Tiene que decir eso, pero
tú
ni puto caso, entras y te bañas sin gorro, con gorro, como
quieras, vas a la sauna en cueros si te da la gana.
- Pero entonces la Ley es absurda. Y lo es, pero la he de obedecer
kantianamente. Prefiero obedecerla no entrando ni siquiera en un sitio
con leyes absurdas.
- No eres flexible.
- No, es la Ley la que no es flexible.
- Ni la Ley ni tú. Que no te enteras, hombre. Que las leyes
no funcionan así.
Pero me he quedado fuera, leyendo ensayos de Bacon sobre el
maquiavelismo, la ética personal, y el respeto a la Ley, a
ver
si me aprovechan. Aunque debe ser todo cuestión
más de
carácter que de filosofía. Me tendré
que ir a
vivir algún país nórdico. Con sauna o
sin ella.
Viernes 21 de marzo de 2008
Fenomenología del Espíritu
Las variedades de la experiencia religiosa. A algunos,
dales un
bombo y un capuchón, y van a donde sea. En hora punta y zona
de
alto turismo tenemos el valle de la ermita de San Bartolomé
para
nosotros solos, con monumento histórico-artístico
milenario. Luego se van los niños a la procesión
de
Viernes Santo (sin bombos: dice Alvaro que con la lluvia se ablandan y
se rajan). Y yo me empiezo a leer (o vuelvo a) la
Fenomenología
del Espíritu, un texto con grandes posibilidades para
reflexionar sobre la reflexión, y sobre la
retrospección.
Un escritor
diciendo adiós. Recapitulación
vital y despedida de A. C. Clarke, que ha muerto a los 90
años—aunque nos recuerda que si se separa de
nosotros será
sólo temporalmente.
Pide ser recordado por sus libros—pero la memoria colectiva
elige
lo que quiere, y a veces el escritor interesa tanto como sus libros. Al
menos durante un ratito (los libros también, un ratito
duran).
Dice que para la especie
humana elige el optimismo, porque nos da la oportunidad de crear una
profecía autocumplida. Bueno, el pesimismo quizá
también lo haga... pero seamos optimistas de oficio, sin
perder de vista la ironía escéptica.
Hemos puesto comentarios sobre la vejez en
esta conversación. La humanidad sigue, pero
también tendrá su vejez.
Neanderthal language Babel's Dawn
es un interesantísimo blog sobre el origen del lenguaje.
Pueden
seguirse allí comentarios sobre las ponencias del reciente
congreso de
Barcelona. De comentarios, pongo yo uno sobre las supuestas pruebas de
que los neanderthales tenían lenguaje:
Perhaps
"language" is too sweeping a term, and takes too many things for
granted. There is a current myth or Zeitgeist which argues that all
languages are equally elaborate and equivalent. That is not really
evolutionary thinking. And theories of sudden explosions are not
evolutionary either: what is evolutionary is seeing the explosion for
what it is, a slow explosion in in slow motion. There must have been
many primitive forms of symbolic behaviour before there was language
proper (at whatever stage we choose to begin to call it
language)— All
in order to make language possible. Symbolic behaviour and mutual
understanding (e.g. of social hierarchy) is perfectly viable without
words, even among animals.
Dicho esto, no me parece en
absoluto rechazable, más bien todo lo contrario, la idea de
que los
neanderthales, y hasta especies anteriores como los homo erectus, se
comunicasen entre ellos hablando. Pero, como todos sabemos incluso hoy
en día, lo importante no es hablar por hablar, sino lo que
se diga.
Ayer
tuvimos jornada social con la visita de Tere Force después
de
encontrarnos casualmente en el mismo metro cuadrado de la calle San
Miguel. Vino con Laura, a la que no veía desde hace ya
años—y, claro,
hablamos mucho de cómo sacar adelante a los hijos, o de
cómo salen
adelante, que no siempre es lo mismo.
Luego se fueron a la vez
que Beatriz, que iba a una misa por su padre—era San Braulio
desplazado
para nosotros, pero también San José. Y yo con
los pequeños a devolver Shrek
Tercero, película sobre la
reproducción de Shrek que habíamos disfrutado el
martes.
La que vimos por la noche fue Nueve
Vidas, de
Rodrigo García (2004), película que
ganó el
Festival de Locarno y que en efecto es
buenísima—para
amantes de
Iñárritu y Babel,
si es indicativo. Comenta Rodrigo García que le gusta
centrarse
intensamente en un personaje atrapado en su situación, o en
su
relación, y que eso es difícil mantener a lo
largo de una hora. Así que
la intensidad se mantiene por el procedimiento de contar nueve
historias distintas, con relaciones temáticas a veces,
conexiones a
través de los personajes otras, y estilísticas
siempre. Por una parte a
través de las actuaciones hiperrealista, intensa y
contenida,
logradísima e inconcebible en España,
país histriónico. Por otra, a
través de la estilística del encuadre y el
travelling, filmando cada
historia en un plano secuencia único, con movimientos de
cámara montada
en un arnés y coreografiados al milímetro.
Son historias sobre
momentos de crisis o de agobio, todos diez minutos en la vida de
diversas mujeres de Los Angeles: una presa hispana como una olla a
presión en una cárcel. Una esposa embarazada que
se encuentra con su
pareja de hace diez años en un supermercado y
éste la altera seriamente
echándole los tejos. Una pareja de pésimos
modales que se pelan uno a
otra y hielan una reunión social (con el hombre de la
historia
anterior) contando un aborto cuando no debían. Una hija
maltratada y
seriamente alterada que vuelve a casa a hablar con su hermana
pequeña,
y quizá a suicidarse o a matar a su padre. Una chica que
está tomando
la decisión de no ir a la universidad porque su padre
inválido necesita
ayuda en casa—y ella se está tragando su propia
tensión interna. Una
esposa nerviosísima en un hospital, alterada porque
está a punto de
sufrir una mastectomía. La esposa de un inválido
(el inválido
mencionado) que está a punto de tener una aventura en un
motel pero se
echa para atrás—a la vez que ve cómo
detienen a la hispana. Es el tipo
de conexiones que se ven. La hija maltratada medio delirante es en
horas de trabajo una enfermera eficaz y serena en el hospital de la
mastectomía. A la anestesista la hemos visto
acompañando a su hija al
funeral de la mujer de su ex-marido: una situación social a
evitar,
ésta, sobre todo si termina con polvete en el tanatorio....
etc.
La
única historia que no he ligado bien a las otras a
través de los
personajes es la final del cementerio, con Dakota Fanning y Glenn Close
visitando una tumba... que resulta ser la de la hija del personaje de
Glenn Close, pues Dakota Fanning es una imaginación, la
niña que murió
y que es visitada.
Pero como digo lo de menos son las
conexiones supuestamente "argumentales", que son más bien
anecdóticas y
de trasfondo, no cruciales; no son inevitables, como no lo eran en Babel.
La unidad de la película, que es suficiente, viene de la
intensidad con
que se viven cada uno de estos momentos, y el arte con el que
están
filmados e interpretados. Buenísima, no hay que
perdérsela. Y quien
quiera oír lecciones silenciosas sobre la vanidad de
nuestras
esperanzas, los estragos de la pasión, y la importancia del
cariño y la
paciencia, pues también están allí.
Ah, y nuestras relaciones con quien
hemos sido, y con quienes allí estaban, cómo
controlan nuestras vidas
esas líneas imaginarias... Se captan muy bien en diez
minutos de
ficción intensa. Como dice el frustrado amante del motel, un
filósofo
nato, "nada hay más real que un espejismo". Nine
Lives.
Writer and dir. Rodrigo Garcia. Cast: Kathy Baker, Amy Brenneman,
Elpidia Carrillo, Glenn Close, Stephen Dillane, Dakota Fanning, William
Fichtner, Lisa Gay, Hamilton Holl, Hunter Jason Isaacs, Joe Mantegna,
Ian McShane, Molly Parker, Mary Kay Place, Syoney Tamiia Poitier, Aidan
Quinn, Miguel Sandoval, Amanda Seyfried, Sissy Spacek, Robin Wright
Penn. Prod. des. Courtney Jackson. Music Edward Shearmur,
superv.
Barklie Griggs. Photog. Xavier Pérez Grobet. Assoc. Prod.
Kelly
Thomas. Exec. prod. Alejandro González
Iñárritu.
Prod. Julie Lynn. Mockingbird Pictures, 2004.
Sustancia de mi
quejumbrosa
intervención de hoy en el Consejo de Departamento de
Filología Inglesa y Alemana de la Universidad de Zaragoza:
Deseo que conste en acta mi protesta por el tratamiento que se ha dado
en el Departamento de Filología Inglesa y Alemana a la
reforma
de los planes de estudio y la implantación de nuevas
titulaciones y estudios.
La Comisión de Planes de Estudio ha venido funcionando muy
deficientemente durante estos años, y eso debe achacarse no
sólo a la actitud deliberadamente pasiva de sus presidentes
sucesivos (Dra. Onega, Dr. Deleyto, y ahora Dr. Inchaurralde), sino a
la aprobación que ha tenido esa pasividad por parte de la
Dirección del departamento. Desde el año 2003
vengo
reclamando que ese departamento debata el futuro de sus titulaciones
propias, y el sentido en que deberían reformarse. Nunca se
ha
sometido a debate esta cuestión en un Consejo, ni en las
reuniones de la Comisión de Planes de Estudio, como puede
comprobarse fácilmente en sus actas. En unos años
en los
que se están diseñando e implantando los planes
de
estudio de varias titulaciones de importancia crucial en la actividad
de este departamento (Máster de Estudios Ingleses,
Máster
de Traducción, y Grados de Lenguas Modernas y de Estudios
Ingleses), esta comisión jamás ha examinado,
debatido,
diseñado ni dado a conocer un solo plan de estudios o ni ha
emanado de ella una propuesta relativa a ellos. Sí ha
expresado
en cambio la voluntad de inhibirse en esta cuestión, como
puede
verse en sus actas presentadas a este consejo. Inexplicablemente, ha
sido más activa con respecto a los planes de estudio de
otras
áreas de conocimiento que con respecto a los de las
titulaciones
que son propias del área de Filología Inglesa o
en las
que Filología Inglesa es mayoritaria.
El último plan de estudios, el del Máster de
Traducción, lo ha aprobado a nivel departamental la
Comisión Permanente, vulnerando una vez más sus
funciones
propias, sin que la comisión de Planes de Estudio llegue ni
siquiera a opinar sobre él. Ya se actuó
indebidamente
cuando se propuso como un Estudio Propio de la Universidad siguiendo
cauces totalmente extraoficiales y ajenos a la supervisión
del
Departamento—como si un estudio propio fuese cosa privada y
no
hubiese de estar sometido al control de los órganos
competentes
según los Estatutos. El Máster de Estudios
Ingleses se
diseñó a puerta cerrada y sometido a los
intereses de un
grupo de profesores que, en efecto, sí lo votaron como un
paquete cerrado e inmodificable en el Consejo de Departamento. Lo
hicieron además imponiendo criterios docentes contrarios a
derecho, en una actuación que fue anulada por el Rector y
que
actualmente se encuentra en los tribunales visto que no se corrigieron
sus irregularidades.
Y en lo concerniente al Grado de Estudios Ingleses (así como
el
de Lenguas Modernas), las enseñanzas principales impartidas
por
este departamento, la Comisión de Planes de Estudio del
Departamento ha delegado en unos profesores que ni han expuesto al
Consejo de Departamento su concepción de estos grados ni lo
van
a hacer. No sabemos si el Departamento quiere o no quiere incluir en
estos grados tal o cual materia, la lengua instrumental, o la historia
de la lengua, pongamos, porque el Departamento jamás se ha
pronunciado al respecto. Por ello difícilmente puede creerse
que
estos delegados estén representando la postura tomada por el
Departamento en la comisión que vaya a diseñar
este grado
a nivel de Facultad. Se representarán a sí
mismos, o a
sus grupos de interés: con el visto bueno del Consejo, pero
eso
no es lo mismo. Esta manera de proceder, por corrillos y feudos, sin
debate abierto y sin seguir las vías administrativas
establecidas, es impropia de una institución
pública.
La dejación que hace el Departamento de sus funciones puede
comprobarse también en su pasividad frente a la
creación
de un Centro de Lenguas Modernas que invade sus competencias
estatutarias, sin que el Departamento tenga otra modalidad de
coordinación con este órgano que no sea el
conflicto a la
hora de dispurtarse la docencia oficial. Tal centro no tiene sentido en
el marco de los Estatutos de la Universidad de Zaragoza, si se desea
mantenerlo al margen de los departamentos competentes. Por lo tanto,
las actuaciones del Rectorado o del Consejo de Gobierno que limitan o
invaden antiestatutariamente las competencias de este Departamento
deberían ser objeto de un recurso contencioso administrativo
a
iniciativa del propio Departamento, en lugar de dejar hacer al
Rectorado lo que buenamente le parezca, sea o no acorde a la normativa
básica.
La pasividad o la dejación en todas estas cuestiones a
grupos de
interés o instancias que no son estatutariamente competentes
lleva a graves incumplimientos de la función propia de los
Departamentos en la organización de la docencia, y al
quebrantamiento de la normativa universitaria que nos habría
de
regir a todos por igual.
Como
siempre, estas protestas
no surten efecto alguno, pues las actuaciones departamentales son
refrendadas por el voto organizado de los Clubs de Apoyo Mutuo o
Equipos de Investigación.
Aunque hoy por poco peligra el visto bueno a la actuación
del
Director. El Dr. Inchaurralde ha sometido a votación su
informe
de gestión, donde no se mencionaba por supuesto nada de lo
arriba dicho, y ha salido aprobado el informe por 16 votos a favor, 15
en contra, y 9 votos en blanco. Los abstencionistas se han abstenido de
figurar.
Se cierra así (not with a bang, but with a whimper) este
cuatrienio, y se convocan elecciones a Director de
Departamento—que tendrán lugar probablemente en la
segunda
quincena de abril. En esto vamos con las elecciones a Rector, con las
de Zapatero, con las de EE.UU. y con las Olimpiadas. Como siempre, no
había un solo representante de estudiantes en el Consejo, ni
lo
habrá cuando se vote al nuevo Director. Es la
dinámica ya
establecida en los Nuevos Tiempos.
A resultas de un
artículo que publiqué en el Rincón de
Opinión de la Universidad
(y que por cierto ha desaparecido de allí, como otros...)
tengo
una entrevista con un responsable universitario, el Adjunto al Rector
para Tecnologías de la Información y
Comunicaciones... Me cita
para cambiar impresiones, visto lo crítico que
había sido
en el artículo con la política de comunicaciones
e
informática de la Universidad. Y me dice que es una novedad
que
alguien se interese por estas cuestiones, y demande medios
interactivos, porque no es en absoluto lo
habitual en la Universidad. De mi conversación con
él
extraigo algunas coincidencias, algunas divergencias, y este panorama
de conjunto que no le atribuyo ni a él ni a
mí—pero
que puede que diagnostique en parte cómo está la
cuestión de la administración y uso de la
información y la informática en la Universidad.
Yo echo en falta más uso de las nuevas
tecnologías interactivas no
digo ya en la docencia, o en la difusión de la
investigación (cuestiones en las que ni siquiera entro en
esta
ocasión) sino en la administración y
funcionamiento
básico, en la organización de la Universidad como
espacio
comunicativo. Se hace un uso abusivo del correo electrónico
al
faltar foros, páginas web dinámicas, blogs, donde
pueda hacerse
disponible la información relativa a cada área de
interés: centros, departamentos, grupos de trabajo e
investigación, titulaciones...
Hay en la Universidad muchas actividades (más
podría
haber aún con información adecuada), pero muy
poca
información organizada sobre ellas. Hay, por
supuesto,
mucha ignorancia sobre cuestiones básicas de
informática,
a pesar de los progresos que se van notando. Sin ir
más
lejos, a miles de personas cada año hay que instalarles el
MS Office en el ordenador, que ni eso saben hacer. Hay bastante
analfabetismo informático—no menos entre el
Consejo de
Gobierno que entre los profesores de a pie. La revolución
informática ha pillado a la universidad con el pie cambiado,
y
va a rastras, parcheando en lo que puede; los puestos de trabajo de
administrativos informáticos son insuficientes, y apenas se
han
cubierto cuando sus funciones o formación han quedado
atrasadas,
pues se requieren nuevas capacidades, surgen nuevas herramientas. Hay
que atender a lo más urgente y reclamado, sin
soñar con
seguir el paso a lo que se va inventando, por interesante que sea ...
la informática se mueve
mucho más deprisa que la universidad, y no digamos que la
administración universitaria.
Un sistema de comunicaciones interactivo requeriría alguien
que se ocupase
de mantenerlo. No hay bastantes administrativos en los centros, y los
profesores o no tienen formación o requerirían
descargas
docentes para hacerlo. Tampoco puede esto permitírselo la
Universidad. Sobre todo, porque no hay demanda. Nadie lo quiere. No hay
presión
desde abajo. Podría pensarse que sería labor del
Rectorado el poner esta infraestructura básica de
comunicaciones—igual que se pone la red
telefónica—y
que así, tirando del personal, se le introduciría
en ello, se difundiría el uso y se
beneficiarían la actividad y el dinamismo de la comunidad
universitaria. Pero no: no funciona así la cosa. El
Rectorado, a
través del servicio de informática,
está
más interesado en atender a lo que se demanda (como
buenamente puede) que en tener
iniciativas respecto a lo que no se demanda.
Y el hecho es que no hay demanda de
mejores informaciones, de más transparencia, más
accesibilidad, mayor posibilidad para el diálogo y la toma
de
palabra. Se creó el Rincón de Opinión
de la
Universidad y está infrautilizado: la Universidad opina
poco—en términos estadísticos, podemos
decir que ni
opina ni está interesada en opinar más. Es una
universidad autista.
Ojo, la
gente trabaja, y se comunica: trabaja en su línea
establecida,
cultiva su currículum, dentro de los parámetros
heredados, y se comunica con su pequeño grupito o feudo.
Pero no
existe la voluntad de una mayor apertura o mayor diálogo o
intercambio de información, opiniones, debate.... en
absoluto.
La mayoría de los profesores son sencillamente inertes en
este sentido:
están aposentados en su rutina, y no perciben estas
necesidades
ni en realidad desean tener más información ni
mayor
capacidad de acción o participación.
Hay unos poquitos que son activos: jefes de equipos, directores de
centro, grupos políticos (diminutos, realmente diminutos,
éstos). Pero todos éstos tampoco están
interesados
en mayor difusión de la información. Parte de su
poder e
influencia y actividad viene del control de la información y
la
dosificación de la misma según su criterio. Un
nuevo régimen informativo (que no puede llegar por otra
parte,
siendo las bases lo que son) haría peligrar estos
procedimientos
de funcionamiento por grupitos o corrillos o feudos
jerárquicos.
El principal problema que viene a la mente de un gestor
académico cuando se plantea la idea de un foro o blog (y no
digamos ya de
uno por centro o departamento o titulación) es cómo controlar lo que
allí se dice. Los
profesores funcionarios (y no digamos los no funcionarios) no son
fiables al parecer, no se les puede dar la palabra sin más.
Hay
más temor a que
nos creen problemas que
percepción de la riqueza que supone la capacidad de
comunicación. Cómo de mayores posibilidades de
comunicación organizada surgen la
colaboración, el pensamiento, la difusión del
conocimiento,
la comunidad, el dinamismo intelectual—aparte de los
"problemas".
Pero, desde un punto de vista estrechamente administrativo, los
directores de centro no querrán tener
un foro en su centro, porque les daría más
problemas de
los que les solucionaría: crearía conflictos,
requeriría control... La administración
universitaria
está más interesada, en la práctica
cotidiana de
su labor, en evitar problemas que en potenciar el conocimiento o la
comunicación usando estos medios. Es mejor para la buena
administración
que la universidad siga inmóvil, parada; será
triste,
pero a ese diagnóstico lleva la realidad de los hechos, y un
vistazo al panorama. Ella misma se coloca su
propio nivel. Habrá otras universidades más
dinámicas,
quizá. Esta, no. Ni lo es, ni lo será, porque
quienes
ejercen la influencia académica prefieren de hecho la rarefacción del
discurso
(como decía Foucault), y las grandes masas de proletariado
docente no están interesadas en demandar ni en hacer uso de
mayores posibilidades de acción o de
comunicación.
¿Experimentos? Aquí, no. El ambiente es el que es.
Y si en un arranque de despotismo ilustrado un nuevo Rectorado se
lanzase a potenciar la Web 2.0 en la comunicación
universitaria... se toparía con un muro de silencio,
indiferencia e
inacción, probablemente.
Es difícil concebir a qué va abocada una
institución con actitudes semejantes hacia el nuevo
régimen de comunicaciones. Desde luego, este proceder no es
"universitario" en
el mejor sentido que tiene esa palabra. En el peor, por desgracia,
sí.
(PS: Pongo este artículo como comentario en el blog de Rafael Navarro,
uno de los candidatos a Rector).
Re-PS. A principios de abril, pasa este comunicado la Junta de PDI.
Significativo... Igual algo se mueve al fin.
La Junta de
Personal Docente e
Investigador y el Comité Intercentros de PDI de la
Universidad
de Zaragoza, en sesión conjunta celebrada el 4 de abril de 2008, han
acordado por unanimidad emitir el siguiente comunicado:
1. Las listas de
información
sindical sindicales.pdif y sindicales.pdil que la Universidad de
Zaragoza pone a disposición de la representación
sindical
de PDI tienen como función principal facilitar la
difusión de la información sindical al PDI. 2. No son, por tanto,
foros de discusión, listas de debate o blogs. 3. En consecuencia, la
Junta de
Personal Docente e Investigador y el Comité Intercentros de
PDI
de la Universidad de Zaragoza instan a toda la
representación
sindical a mantener unas normas de buen uso de estas listas que guarden
el debido respeto y consideración entre los representantes
sindicales y los trabajadores representados.
Saludos cordiales, -- José Luis
Olleta Castañer
Presidente de la Junta de Personal Docente e Investigador Universidad
de Zaragoza
Tiene Arcadi Espada un nuevo blog en el que comenta las noticias de El Mundo,
"desde dentro": como siempre, haciendo un análisis en
ocasiones
muy sutil y afinado de las presuposiciones existentes tras las frases,
y la manera de orientar la actitud del lector mediante la
redacción de titulares y noticias. A veces disiento de su
análisis, como en este artículo titulado "El
periódico, muy lírico, opina que algo puede morir
antes de nacer".
En sustancia, dice Espada:
"Morín
mataba a fetos ya viables mediante métodos salvajes que no
podemos describir para no herir la sensibilidad de los lectores", se
lee en un párrafo del editorial del periódico.
En cuanto a mi
sensibilidad se ve
muy afectada por el uso del verbo matar. Debo decir algo, en caja baja:
si yo creyera que el verbo matar es compatible con el feto me
declararía de inmediato en contra del aborto. Yo no mato
nada.
La construcción está bastante más
extendida de lo
que pensaba, aunque son conocidas mis opiniones respecto al genio del
pueblo. Matar es verbo para el nacer. De otro modo el acuerdo es
imposible. Las excursiones por google permiten comprobar que no
sólo se matan fetos si no también embriones.
Incluso se
matan más embriones que fetos. Matar no puede tomarse
simplemente como el atajo léxico de "quitar la vida". La
actividad verbosa de los grupos provida es intensísima.
Contra
lo que se pudiera sospechar están reduciendo el nacimiento a
un
trámite banal. Veo que el periódico se adhiere.
Hay varios comentarios que reprochan la insensibilidad de
esta
actitud (preocupándose por el uso supuestamente impropio de
un
verbo, y no por la carnicería, y justificando la legitimidad
de
estos abortos con un argumento gramatical). También
reprochan la
falacia del razonamiento. Puede remitirse uno a ellos. Por mi parte,
puse este comentario:
No se puede morir antes
de vivir.
Pero claro que se puede morir antes de nacer. No es otra cosa lo que
les sucede a los fetos abortados. Y claro que se puede matar a un feto.
La prueba es que existen los fetos vivos, y los fetos muertos. Cuando
mueren, o cuando se les mata. Revise Vd. sus conceptos, Arcadi. Se mata
a lo que vive, no a lo que ha nacido. Creo que si su opinión
sobre el aborto dependía tanto de esta
caracterización
lingüística, también
merecería ser revisada
seriamente. Otra cosa es que crea que es legítimo, o
moralmente
irreprochable, matar fetos vivos. Eso es lo que tiene que creer un
defensor del derecho a abortar: eso, y no intentar convencerse, o
convencer a alguien, de que los fetos no viven y que por tanto no se
les mata.
En sustancia:
Una defensa de la legitimidad del aborto como la que parece que
pretende hacer Espada (y muchos otros) no puede basarse en una falacia
como decir que un feto no está vivo hasta que nace, o que no
se trata de un ser humano.
Debería agarrar el toro por los cuernos (si de eso se trata)
y
defender que es lícito, e incluso moralmente irreprochable,
matar fetos humanos. De tres, seis, ocho meses... a elegir.
El hecho de que no se haga así, y una frase como "si yo creyera que el verbo
matar es compatible con el feto me declararía de inmediato
en contra del aborto",
debería llevar a Arcadi Espada, y a quienes comparten su
postura, a repensar seriamente qué es lo que creen que
sucede en
un aborto, y el límite que deben poner las leyes a esta
práctica. Otra postura es frívola e irresponsable.
En suma, que la vida es una cosa, y la "vida definida en
términos oficiales" es otra. O la humanidad es una cosa, y
la
humanidad definida en términos oficiales es otra. Parece que
el
Gobierno va a optar por ampliar la ley del aborto en la nueva Ley de
Sanidad por el procedimiento de decretar que nada es humano hasta que
tiene siete meses de vida. Momento en el cual adquiere
súbitamente la condición humana, al menos la
oficial. Y
la vida, porque hasta entonces era un residuo biosanitario.
Magias cotidianas.
Y horrores cotidianos—para quien los padece. Claro que,
hablar,
no hablan, ni ponen esos calificativos. Se limitan a vivir, y a morir.
A veces hasta naciendo.
Salía ayer en La
Provence un reportaje sobre el libro de Jacques Pradel y Luc
Venrell St-Exupéry:
L'ultime secret
(2008). Tras el hallazgo de restos del avión de
St-Exupéry en 1998 y 2000, se desvela ahora la identidad del
piloto alemán que al parecer derribó su P-38
Lightning en
1944. Sigue vivo; se llama Horst Rippert, y ha guardado silencio
durante sesenta y cuatro años.
Son muchos años; y en efecto puede haber fallos de memoria,
confusiones... ¿Y por qué habría de
guardar silencio este piloto alemán?
Algunos
expresan dudas,
y quizá nunca se resuelva satisfactoriamente el asunto.
St-Exupéry gusta más como misterio, abducido por
el
Principito—por interesante que pudiera ser esclarecer la
historia
de su fin. El interés no es sólo
anecdótico—es también literario.
Según dicen los autores del libro, Rippert era un lector
ferviente de St. Exupéry. Es más: que si se hizo
piloto,
fue
al menos en parte por la influencia de las novelas sobre pilotos de
St-Exupéry—el hombre que aunó
aviación y
literatura, el escritor aviador por excelencia en los años
previos a la 2ª Guerra Mundial. De hecho todavía
sigue
siéndolo. Rippert dice que admiraba a St-Exupéry,
y que
de saber que era él no hubiera disparado. Y comenta que la
vocación de muchos pilotos de su generación
surgió
de la obra de St-Exupéry...
Podría haber aquí una ironía
trágica. Poco
sabía el autor que con su éxito y su ejemplo,
estaba
atrayendo al cielo, para elevarse hasta las nubes y disparar contra
él, al hombre que lo mataría.
Y poco sabía el lector a quién estaba matando. Lo
sospechó días después, y
decidió guardar
silencio hasta la vejez extrema, cuando ya nada importa, y todo en la
vida parece una farsa irreal.
No deja de recordar esta historia al relato Continuidad de los parques
de Julio Cortázar. Aunque aquí es el autor el que
muere a manos del lector. O del personaje que ha creado.
Infinite
Jest es
una curiosa novela o sátira menipea sobre Americanadas
postmodernas,
escrita por David Foster Wallace con una paciencia y curiosidad que
sólo igualan a las del lector capaz de seguir la obra. Es
cierto
que es un maestro del lenguaje (sobre todo de las nominalizaciones,
verbalizaciones, adjetivaciones y gramaticalizaciones
extrañas,
basadas en clichés culturales), y un hacha clavando algunas
maneras de comportarse y razonar típicamente (o
atípicamente) usanianas, hiperurbanas y
postcontemporáneas.
Uno de los principales personajes de la novela, in absentia, es
James O. Incandenza, padre de varios personajes (Orin, Hal y el deforme
Mario); presencia recurrente in
absentia
digo, porque tiempo antes del comienzo de la acción este
Incandenza padre
(a.k.a. "Himself") se había suicidado por el procedimiento
de
meter la cabeza en un horno microondas. Incandenza era un cineasta de
vanguardia, que contaba en su acervo con películas como Union of Theoretical Grammarians
in Cambridge,
Pre-Nuptial Agreement of Heaven and Hell, Fun with Teeth, Baby Pictures
of Famous Dictators, o cinco versiones de Infinite Jest. He aquí una de sus
películas, concebida y
descrita a la Borges (tal que quizá no haga falta filmarla).
Es
cinematografía
conceptual en su versión más pura, precioso
ejemplo de
desconstrucción cultural del discurso artístico,
y
exploración simultánea de los límites
de la
reflexividad en arte,
guasa sin límites....
Bueno, a mí me gusta, y creo que acudiré a
cualquier cine
que la proyecte, si alguien proyecta filmarla de hecho, por redundante
que sea el hacerlo. No es
difícil de hacer—en su simplicidad está
su
elegancia, diga lo que diga el director. Do not trust the teller, trust
the tale. Traduzco:
La película de Incandeza más odiada, una de
longitud variable titulada The Joke,
tuvo una distribución en salas muy breve, y
únicamente en
los últimos restos dispersos de los cineclubs
públicos de
arte y ensayo previos a InterLazo [una
especie de Internet/TV
retrofuturista], en sitios intelectualoides como Cambridge
(Massachusetts) o Berkeley (California). Y en InterLazo nunca se
plantearon incluirla en versión Pulse y Encargue, por
razones
obvias. Se requería que en las marquesinas y posters y
anuncios
de esta cosa se dijese algo del tipo "THE JOKE:
Se recomienda encarecidamente que NO afloje Vd. dinero para ver esta
película, cosa
que los habituales de las filmotecas naturalmente pensaban que era una
broma anti-anuncio inteligentemente irónica, y
así pues
aflojaban y compraban entraditas de papel y entraban haciendo cola con
sus jerseys y pantalones de tweed y dirdnls,
y acumulaban cafés en la barra y se sentaban y
hacían esos
pequeños ajustes prepeliculeros de piernas y posturas, y
miraban
a su alrededor con esa expresión intensa y ausente, y se
imaginaban que las cámaras Bolex H32 de triple
lente—una
manejada por un tipo mayor alto y encorvado, y otra complejamente
instalada en la cabeza enorme de un chico que se vencía
hacia
adelante de una manera muy rara, y que tenía lo que
parecía un espolón de acero saliéndole
del
tórax—las grandes cámaras que estaban
abajo al lado
de las señales iluminadas de SALIDA a cada lado de la
pantalla,
se imaginaban los espectadores, estaban allí para filmar
algún anuncio, o un anti-anuncio, o un documental
metafílmico entre bambalinas, o algo. Eso hasta que bajaban
las
luces y arrancaba la película y lo que aparecía
en la
gran pantalla pública era sólo una toma en gran
angular
binocular de este mismo público de la filmoteca entrando en
fila
con sus cafés y buscando butacas y sentándose y
mirando a
su alrededor y aposentándose y diciendo cosillas
prepeliculeras
propias de entendidos a sus ligues de gafas de culo de vaso, sobre lo
que probablemente significaban el anuncio de No-Pagues-Para-Ver-Esto y
las cámaras Bolex, desde un punto de vista
artístico, e
instalándose mientras bajaban las luces y
volviéndose a
la pantalla (es decir, a lo que ahora resultaba ser ellos mismos) con
las sonrisitas ententidas de expectación propias de las
clases
intelectuales, sonrisas que según revelaban ahora las
cámaras y la proyección de la pantalla, empezaban
a caer
poco a poco de los rostros del público a medida que el
público veía filas y filas de sí mismo
mirándose fijamente con expresiones faciales menos y menos
expectantes y más y más inexpresivas y luego de
extrañeza y luego al fin de estar hasta los huevos. La
duración total de The Joke
equivalía exactamente al tiempo en el que todavía
quedaba
algún espectador de piernas cruzadas en la sala mirando su
propia imagen proyectada mirándole con la
expresión
especial que tiene un espectador disgustado y estafado, cosa que
terminaba siendo más de veinte minutos o así
únicamente cuando había críticos o
académicos de cine en las butacas, que se estudiaban a
sí
mismos estudiándose a sí mismos tomando notas con
fascinación infinita y se iban por fin
sólo cuando
el café finalmente los impelía a los
baños,
instante en el cual "Himself" y Mario tenían que recoger las
cámaras y fundas de lentes y coaxiales a velocidad
desesperada y
correr o trotar torpemente como demonios para coger el
próximo
vuelo nacional de Cambridge a Berkeley o de Berkeley a Cambridge , ya
que obviamente tenían que estar allí todo listos
y
Bolexados para cada proyección en cada lugar. Mario
decía
que Lyle había dicho que Incandenza
había confesado
que le había encantado el hecho de que The Joke
fuese tan públicamente estática y simplista y
estúpida, y que los raros críticos que
defendían
la película con largas disquisiciones complejas al efecto de
que
la estasis simplista era precisamente la tesis estética de
la
película estaban como de costumbre equivocados de medio a
medio.
(...)
Escribir para mi es entrar en contacto con tu ser interno,
es
expresar tus pensamientos, sentimientos y temores, por otro lado es
tener la libertad de hacer por medio de personajes lo que tu no te
atreves, o decir lo que nunca dirás, es comunicar, no
necesariamente con otros, de hecho al escribir estas tu solo ante las
letras, tu objetivo primordial es transmitir de la forma más
pura lo que llevas dentro... Publicar es empezar a contarles a los
demás y también tiene su encanto, pero eso es un
valor
agregado, pues la meta principal es expresarte libremente y liberar
esos pensamientos que no deseas que sigan encarcelados solo en tu
interior.
Y responde JoseAngel:
Es cierto, nada más la expresión, dirigida a ni
se sabe
quién, a un oyente ideal, a un lector imaginario o
implícito, a nosotros mismos, yo qué
sé; nada
más eso, digo, ya cumple con lo esencial de la escritura. Al
menos se ha publicado o articulado eso para una persona, la
más
directamente implicada en ello—el escritor. Aunque siga el
escrito en el fondo de un cajón, la comunicación
más esencial ya ha tenido lugar (si es una escritura
realmente
implicada con uno mismo). Si además hay otros lectores, y
también les aporta algo, pues mira qué bien. No
hay que
descartar tampoco que una escritura "muerta" o mecánica para
el
autor pueda ser de provecho, incalculablemente, para alguien. Pero,
egoístamente, me resulta más crucial lo que me
aporte mi
escritura a mí que lo que les aporte a otros.
Claro que existe la objetividad, todo el
rato. Cada vez
que estamos de acuerdo con alguien en algo. Si un titular dice "El PSOE
gana las elecciones", y yo estoy de acuerdo en que en efecto el PSOE ha
ganado las elecciones, pues entonces el titular es objetivo. Para
mí.
Bueno, que ya os oigo: "Ah, pero es objetivo para tí. No
objetivo en sí. Ni objetivo para todo el mundo. O sea, no es
objetivo."
Bueno, es que hablando de fenómenos significativos, no tiene
sentido el "en sí". Es "para alguien." El titular "en
sí"
son manchas de tinta en papel, o ni siquiera eso.
En cuanto a que lo que yo considero objetivo no es objetivo "para
todos"... pues claro. Existe la verdad, como la objetividad, pero no es
la misma para todos. Lo que es verdad o no, lo que es objetivo o no, se
determina mediante acuerdos en comunidades. Comunidades de gente que
comparte esa verdad o gente para quien algo es un dato objetivo y no
una apreciación subjetiva.
¿Que esa verdad que yo comparto con mi comunidad
será una
falsedad para un tercero? ¿Que esa objetividad que yo
señalo será señalada por un tercero
como
engañosa o subjetiva? Sin duda. Pero también
habrá, seguramente, quien esté de acuerdo conmigo
y
comparta esa apreciación de las cosas.
Por disentir un poco más de lo dicho, diré que yo
opino
lo contrario también en esta cuestión: que no se
puede
redactar una noticia de manera neutra y veraz (para todo el mundo, se
entiende), "esto es, sin carga ideológica". Eso
sí que es
el país de Nunca Jamás... yo, al menos, le
veré
carga ideológica a cualquier cosa que puedas decir.
En suma, que objetividad y subjetividad no son tan distintas como se
pintan a veces. Y que por supuesto existen las verdades, aunque algunas
sean falsas, y las objetividades, aunque otros las denuncien como
subjetivas.
Y hasta habrá quien se deje convencer por mis verdades y mi
manera
de ver las cosas, o me convenza de la suya. Pero eso ya es otra
cuestión, y otra verdad. Arcadi
Espada da muchas
vueltas en su blog a la diferencia entre hechos y valoraciones, y
defiende a capa y Espada la necesidad de la objetividad en la
exposición de hechos. Aunque a mi entender traza una
línea demasiado nítida (inexistente de hecho, o
según mi valoración) entre hechos y valoraciones.
Un comentario puesto en
el blog de
Víctor Gómez Pin, a un artículo sobre "la
humanidad exhausta" y los límites
éticos de la
consideración de la condición humana.
Dice que "Una persona es ‘interpar' con toda otra meramente
por
compartir la condición de ser de lenguaje y la
razón
común que les convierte en potenciales seres de juicio."
Pero
hay muchos casos en que no se comparten lenguaje y razón.
Admite, como objeción parcial y no claramente refutada, que
está además el caso de " la terrible
cuestión de
qué pasa con las discapacidades que parecen poner en
cuestión la persistencia misma de la condición
racional y
lingüística." ¿Por qué
sólo "la
persistencia" y no "la existencia" de la condición racional
y
lingüística? Parece que se alude sólo a
estados
degenerativos o enfermedades. Hay muchos subnormales que nunca han
tenido uso de razón ni de lenguaje, y sin embargo se les
considera sujetos de plena humanidad (aun con derechos
cívicos
restringidos). Lo que otorga la condición ética
de
humanidad (de hecho, digo, en la práctica social, y no
según un razonamiento concreto de alguien) no son
únicamente esas abstracciones, sino otras cuestiones menos
coherentes quizá en razón pura: la descendencia
de seres
humanos, la forma física y genética humana, la
integración en un grupo humano. Así que el
planteamiento
es erróneo de entrada.
Los grupos de investigación, antiguamente
llamados
"cátedras", son instituciones potenciadas desde hace algunos
años al aplicarse a las humanidades el sistema de trabajo en
equipo de las ciencias duras. Antes aquí cada cual
investigaba
por su cuenta lo que su olfato le daba a entender, aunque naturalmente
hubiese escuelas, tradiciones, maneras y circulillos. Ahora,
además, tiene que haber "proyectos", proyectos
subvencionados se entiende,
que es lo que aglutina a un grupo como tal y le da entidad y le da
sustancia: todo gira alrededor de la subvención, por
simbólica que ésta sea a veces. Lo no
subvencionado no es
investigación oficial, y por tanto no cuenta para mucho.
Claro
que las contrapartidas son... pues lo dicho, la perpetuación
de
las viejas cátedras y sistemas solares de profesores
jerárquicamente subordinados al director del equipo o
catedrático, y la dinámica partidista que
introducen
estos grupos en el funcionamiento de los departamentos.
Por ejemplo, en nuestro departamento se han apoderado los grupos, con
su sistema de votación en filas cerradas, de los estudios de
postgrado, vedando la docencia en máster o la
dirección
de tesis a quien no pertenezca a esos grupos. Esto crea tensiones,
lleva a conflictos, recursos,
y hasta a contenciosos administrativos, que es donde estamos. Pero
entretanto se resuelve, los grupos van campando a sus anchas no
sólo por sus terrenos investigadores sino también
por los
docentes. Porque la unión hace que la fuerza te
acompañe.
A mí me parece genial que se investigue en
pareja o en triángulo o en grupo, pero me parece
menos bien las
dinámicas feudales
que contribuyen a instaurar estos grupos—especialmente en una
atmósfera histéricamente jerarquizada como es la
de un
departamento universitario,
ad maiorem gloriam catedram.
Ay, los catedráticos... tan parecidos a los titulares
según la ley, y tan distintos de facto, pues son los que se
cuidan
de tener bien atados los hilos de quién se promociona y
quién no, quién entra y quién sale. Su
razón de ser como cuerpo, vamos. Los equipos
son una maravillosa herramienta para esta Realpolitik —eso
al margen de las investigaciones que hagan.
Bueno, pues una vez materializados en torno a un proyecto de
investigación subvencionado, una de las formas visibles que
adquieren los grupos o equipos de investigación hoy en
día es haciendo una página web. En el
departamento
tenemos al menos dos páginas web de equipos de
investigación oficiales: la del equipo de cine, y la del de
literatura.
Los de cine (equipo del Dr. Deleyto) tienen una especie de blog
a ritmo lento, donde aparecen reseñas de
películas
comentadas, aparte de la información sobre los miembros del
proyecto, de las actividades del mismo y de información
bibliográfica.
Y últimamente han estrenado web los del equipo de literatura
dirigido por la Dra. Onega, "Contemporary Narrative in English Research
Group", http://cne.literatureresearch.net
— sitio en red que puede tener interés en visitar
quien no
lo conozca todavía. Allí hay una
página con cada
miembro del equipo y hasta su currículum y foto, y hay
además una sección de información
bibliográfica sobre algunas de las principales
líneas de
trabajo del equipo.
Esta web se nota que es diseño de encargo y de pago, sale
una foto muy moderna, con la niña de Rajoy. Sin embargo
la web es menos interactiva que la página del equipo de
cine. En
aquélla publican reseñas (¡pocas!) no
sólo los
miembros del equipo, sino también espontáneos,
asociados
o simpatizantes, y al ser un blog con comentarios, hay posibilidad de
feedback—aunque, según he observado, no de
re-feedback,
puesto que los comentarios que pones quedan sin comentario a su vez ni
respuesta, y no se origina realmente una conversación sobre
la
película, que podría ser una de las posibilidades
interesantes a desarrollar. Pero bueno, eso pasa, o no pasa,
dependiendo del interés, dinamismo, comunidad generada, etc.
Por
lo menos el sistema utilizado abre las posibilidades.
Como digo, la web de literatura es más cerrada—una
página web tradicional, no un blog; es decir, algo
más
"tipo escaparate", que presenta la actividad sobre la que se informa
como algo que sucede fuera de la web—no como un proceso que
puede
tener lugar allí mismo. No hay posibilidad de feedback al
margen
de enviar un correo electrónico al equipo; no hay
comentarios
públicos, etc. Pero es que en realidad tampoco hay nada
sobre lo
que comentar: como digo, el equipo presenta su actividad como algo que
sucede en otra parte.
Un
equipo de investigación en humanidades produce
básicamente textos, publicaciones, como resultado de su
actividad, y aquí se nos informa puntualmente de las
publicaciones producidas. Pero no se incluye una ni de muestra.
Exagero, claro, cómo no: algunas de las publicaciones
(poquitas)
están en sitios accesibles en red, y leyendo el
currículum se puede llegar a ellas... pero eso ya es
responsabilidad de la revista en cuestión, no de este sitio
web.
Yo, particularmente, encuentro curioso que un equipo con
abundantísimas subvenciones públicas,
qué digo, millonarias
subvenciones públicas, no proporcione al público
siquiera
un poquito de los resultados, si no es pagando. Pagando al editor que
sea, claro, porque el equipo no se autopublica, eso no
tendría
calidad... por muy acreditada que esté su calidad por otra
parte. Hay que mantener la máquina de la calidad rodando, y
eso
significa publicar en sitios donde el público sea el pagano.
Yo he tenido disensiones serias con estos equipos que me caen cerca y
sobre todo con sus
directores, por la política territorialista que han alentado
y
la dinámica de partidos que han instaurado en el
departamento.
Como digo, en los tribunales está el contencioso ahora.
Así que no se sorprenda nadie de que no me corte de hacer
unos
pequeños comentarios sobre la imagen pública de
estos
equipos. Aunque lo que digo se pueda aplicar a muchos más,
supongo.
Es explicable que desconfíen las cátedras de las
tecnologías con
feedback, porque podrían aparecer allí publicados
comentarios indeseados sobre la política departamental del
grupo
de investigación o apoyo mutuo. Hasta ahí,
comprensible.
Pero tómese como crítica constructiva la
siguiente. Un
equipo subvencionado ampliamente para producir TEXTOS tiene la
posibilidad de darnos a conocer algunos de los TEXTOS producidos. Sin
perder dinero, ojo, que en las publicaciones académicas
sólo lo ganan las editoriales. Creo que con eso
mejoraría
muy notablemente el desempeño de la función de un
equipo
de investigación, que es la producción y
difusión
de su investigación. Y se cumpliría mejor la
función de la web misma, claro. Que si no está
ahí
para difundir, no
sé para qué esta. Bueno, sí: para
proyectarse por
la Red, el gran escaparate del que no puedes escaparte... Pero la Red
no es una foto fija de "otra realidad" textual y
comunicativa—es
el centro mismo de esa realidad. A ver si bajamos a ella, a dejarnos
oír... o hasta a
dialogar, si procede. Que no muerde.
En suma: se sugiere o requiere que los equipos de
investigación
subvencionados, para mayor bien de la sociedad e ilustración
del
público, difundan su investigación subvencionada
por la
web. Pública y gratuitamente. ¿Qué
menos,
trabajando para una institución pública, de una
nación socialista, y habiendo recibido cuantiosos fondos
adicionales para hacer lo que hacen?
Ah, sí, las
elecciones... nada fuera de lo
esperable. Si acaso, el descenso de voto nacionalista, buen
síntoma en principio. Aunque con el PSOE de Zapatero vendido
a
los centrifuguismos y a las múltiples naciones, casi tanto
da.
Mi voto a UPD se ha perdido, uno más de los muchos cientos
de miles de
votos que se pierden por no ir a partidos mayoritarios. Me consuelo con
el testimonio, y con votar al partido más decente y valiente
de los que
se presentaban.
¿Voto útil? Jamás lo es el que va a un
partido que te disgusta.
Conste que entiendo las limitaciones del PP, que no puede ni decir
mucho ni poco sin perder a una parte de su electorado, por la derecha
o por la izquierda. Pero hay unos mínimos: y
encender la
mecha de una guerra, y luego hacer como que no, no es responsable ni
decente. Mi voto es uno de los que pierden—o dejan de
ganar—como el de tantos otros por tantas otras razones.
Creo sin embargo que si cambian a Rajoy no van a arreglar la
situación. Rajoy es la personificación de la
precariedad
de las posiciones del PP, y su indefinición es lo
único
que mantiene al partido medianamente compacto. Prueben a poner otro...
y verán. Y probarán.
Y así va gobernando el PSOE, a resultas de lo que da el
país. y de lo que pide. Más orgasmos, parece que
pide el
país, que anda escaso: wishful thinking. Zapatero se los
dará, pero por donde a Zerolo. Y post coitum el animal
estará triste.
Por falsaria e hipócrita que haya sido la
política del
PSOE esta legislatura... funciona. Para rodar un rato más.
Es lo
que le va a la gente. Ya decía Chamfort que todo lo que goza
de
gran aceptación pública debe tener una buena
dosis de
necedad. El PSOE lo cumple a la perfección: los
cálculos
de sus estrategas están a la altura exacta de lo que pide su
público, y en sintonía perfecta.
Se comenta además que Zapatero es más
fotogénico y
más mediático que Rajoy. Pues entonces nos espera
todavía más fotogenia, más imagen, y
menos
sustancia.
La Chunta Aragonesista en crisis. Un partido nacionalista que tiene su
nombre en un idioma que nadie habla ya nación,
perdón, ye
nació, con la crisis instalada... de fábrica. Sin
embargo
estas ficciones tienen un largo recorrido en este país.
Dice el PNV que va a reflexionar—lo malo es las cabezas que
van a reflexionar, eso no se cambia ni con trasplante.
Izquierda Unida, por unirse con quien no debe, o no saberse desunir,
más hundida que nunca. Por mí que siga su
trayectoria
hasta sus últimas consecuencias: desde que empezaron a
pactar
con proetarras e independentistas se perdieron mi voto.
En Galeuska, la situación se enquistará supongo.
No en
independencia, sino en el eterno descontento tan conveniente del pedir
más y más, y echar la culpa a España,
como hijos
de treinta años insatisfechos que dicen que se quieren ir de
casa... pero no se van, no, que tendrían que pagar alquiler.
Así que seguiremos aguantando a los patriotas locales hasta
la
náusea, todos tras el abanderado de las muchas banderas.
Que es el país en el que vivimos, y da lo que da de
sí.
Da para mucho falsario y vendedor de humo, que mueve la banderita de
turno para entretener al personal mientras va colocando a los suyos en
los puestos con sueldo. Si estuvo Franco gobernando cuarenta
años, y Felipe doce... imaginen. Vivan las caenas.
Me decido, por tercera vez creo, a hacerme miembro de la Sociedad para
el Estudio de la Literatura Narrativa (Society
for the Study of Narrative Literature).
Cuesta euros—por eso no me hago de más sociedades
académicas o a veces me borro de ellas, por no llegar a fin
de
mes con las cuotas. En fin, en esta hasta ahora no he logrado apuntarme
ni suscribirme a su revista, Narrative,
y lo he intentado otros años.A
ver si ahora
funciona.
No sé si me llegará el entusiasmo como para ir a
los
congresos. Eso, a menos que tengas un proyecto de
investigación,
te sale bastante caro, y lo cierto es que no me lo puedo permitir ni
aun con la ayuda que da la universidad.
De momento he ido conversando con los americanos a través
del nuevo blog
del Project Narrative de Ohio y la
lista de distribución Narrative-L. Estos
están abiertos a miembros y no miembros de estas sociedades.
Aunque últimamente parece que no rulan mucho ni uno ni otra.
Bueno, les voy a poner un anuncio de este libro que por fin ha salido,
y hasta me ha llegado en forma de unos cuandos sólidos
ejemplares.; hoy
un anuncio en Fabula y próximamente aparece
también allí una
reseña. También envío
anuncio a la lista de la asociación de angloamericanistas:
Mensaje enviado a través de la lista de correo
electrónico de AEDEAN
========
Estimados compañeros:
Me complace comunicaros que acaba de salir el siguiente volumen,
número 12
de la serie Narratologia publicada por Walter de Gruyter.
Os comunico asimismo que está disponible en libre acceso una
colección de
artículos recientes míos, en un servidor
utilísimo que os animo a utilizar
para difundir vuestras publicaciones, el SOCIAL SCIENCE RESEARCH
NETWORK: http://papers.ssrn.com/sol3/cf_dev/AbsByAuth.cfm?per_id=889468
Ya tengo cadena propia de televisión, en el
caso de que
este blog no lo fuese ya. Lo dicho, con YouTube quien no emite
será
porque no quiere. Bueno, pues allí soy JoseAngelGL: http://es.youtube.com/user/JoseAngelGL —y hasta se puede uno suscribir a mi
programación. No pongo anuncios, excepto de mí
mismo.
De momento sólo he colgado, en plan experimental, unos pocos
vídeos de los que había puesto por
aquí en
QuickTime, y que erean invisibles para la mayoría del
personal
por incompatibilidad de caracteres.
Serán suficientes para hacerse una idea
de lo que nos espera.
También aparecerán allí mis favoritos
musicales, etc. Con lo cual supongo que me cortaré
más de ponerlos aquí, igual que con Flickr pasan
más fotos al fotoblog y menos al blog. Y así nos
vamos especializando sin darnos cuenta, por la propia fuerza de los
medios.
Aunque... estando en YouTube, lo cierto es que cuesta poco insertar
vídeos. Aquí va uno. De Leonard Cohen, cuyas
milongas tristes van bien conmigo.
Antes de que empiece la jornada de reflexión y
empiece a surtir efecto la permanencia de lo escrito...
Comento en Vanity Fea
sobre
esta convención de "la jornada de reflexión o la
electoral: si cuelgo algo de política en este blog antes de
medianoche, es legal, parece claro... ¿pero se vuelve ilegal
unos minutos más tarde si no lo descuelgo?
¿Debería borrar todos los posts de
años anteriores
que hablen de política u orienten u desorienten, jaja, el
voto?
Y lo mismo los libros, ¡igual si no quemamos
mañana los
libros de política, deberíamos prohibir su venta
al
menos!"
Bueno. Pues igual que el periódico de ayer que no tiras
sigue existiendo, los blogs y los libros seguirán opinando
durante la jornada de reflexión y la electoral. Primero,
decir
que voy a votar, y animo a votar, a Unión, Progreso y
Democracia
("el partido de Rosa Díez"). Y voy a poner dos mensajes
recibidos hoy que explican en parte por qué.
El
primero, un correo
de la plataforma por la Enmienda 6.1, contra la persecución
oficial al español en Cataluña. Eso en un
día en
el que la Generalidad ha difundido un cartel sobre el día de
la
mujer trabajadora en veintitantas lenguas, pero no en
español.
Esta gente, más que ser mezquina o rastrera, es que ya
está algo mal del riego, o se les han aflojado las
conexiones
neuronales.
Estimado
firmante de la Enmienda 6.1:
Hace dos años diste tu apoyo a una iniciativa
popular que
reclamaba enmendar el artículo 6.1 del Estatut de Catalunya.
El
objetivo era corregir el trato discriminatorio hacia los
ciudadanos castellanohablantes con vecindad civil en
Catalunya
por parte de la Ley catalana.
Tras la aprobación del Estatut, sumamos
nuestras
reclamaciones al recurso interpuesto por el Defensor del
Pueblo
ante el Tribunal Constitucional. El recurso está
todavía pendiente de resolución, razón
por la cual
no os hemos enviado más información al
respecto.
A pesar del inmovilismo de los partidos catalanes de
gobierno,
durante estos dos años ha habido cambios positivos
para
nuestra reinvindicación. En Cataluña, la
entrada
del partido Ciutadans en el Parlament ha permitido que se empiece a
oír un discurso alternativo al catalanismo oficial.
Pero sólo es en las Cortes que nos representan
a todos
los españoles donde podemos lograr que nuestros
derechos
sean efectivos.
Ahora, por primera vez, tenemos la oportunidad de que un
partido
progresista y de ámbito nacional defienda en las
Cortes
los principios de ciudadanía y laicismo
identitario. Por
primera vez un líder político de primera fila va
a
defender en el Congreso que no se puede ser progresista y
favorecer al mismo tiempo los intereses reaccionarios de los
nacionalismos.
El partido liderado por Rosa Díez, UPyD
(Unión,
Progreso y Democracia), ha hecho suyos los planteamientos
defendidos por la plataforma Enmienda 6.1, a la que ha dado
su
apoyo expreso. Os facilitamos un link donde podéis
informaros
acerca de
sus propuestas:
El texto en concreto que hace referencia a la reforma del
artículo 3.3 de la Constitución
está en el
punto del programa de regeneración democrática,
en el
apartado 1.c).
Tenemos la absoluta certeza de que nuestro país
aumentará muy notablemente su capacidad de progreso cuando
el
papel que hoy desempeñan los partidos
nacionalistas lo
desempeñe un partido comprometido con el interés
general.
Es el voto más útil.
Si te ha reenviado este mensaje un conocido y no eres
firmante
de la Enmienda 6.1, pero deseas apoyar esta
iniciativa,
envía un correo a alta@seispunto
uno.org
Y, segundo, un comunicado del Foro Ermua, explicando muy
elocuentemente por
qué no hay que votar ni al PSOE ni a quienes (nacionalistas
todos, e IU) han venido apoyando su curioso proyecto de
nación
desmantelable y sectarismo interesado, proyecto acaudillado por
RodrígueZ.
Contra
el todo vale
Iñaki
Ezkerra (Presidente del Foro Ermua)
La Legislatura de
José Luis
Rodríguez Zapatero ha sido la del todo vale. La consigna
del todo vale ha llegado a crear en
España no
ya una doctrina política sino una verdadera subcultura que
es
profundamente antidemocrática y enemiga de la
convivencia.
Una subcultura heredada inicialmente del nacionalismo vasco pero ya
totalmente asimilada por el partido que nos ha gobernado durante los
últimos cuatros años, que llegó al
Gobierno
gracias a ella y que pretende servirse de ella para perpetuarse en el
Gobierno. Pero es preciso decir en voz alta que para obtener el poder
en unas elecciones o mantenerse en el poder no vale
todo .
No vale proponer a
los
demócratas el Pacto por las Libertades y contra el
Terrorismo a
la vez que se propone a los propios terroristas otro pacto. No vale
acercarse a los terroristas cuando se está en la
oposición y decirles que se les va a tratar mejor que lo que
lo
está haciendo el Ejecutivo que en ese momento gobierna. No
vale
invitar a los terroristas a que propicien ese cambio como
sólo
ellos saben hacerlo. No vale prometer a los terroristas ni a los
independentistas, ni a los que son una cosa y otra al mismo tiempo, lo
que no se puede prometer. No vale violar la jornada de
reflexión
de unas elecciones. No vale atacar las sedes del partido rival. No vale
buscar votos entre la chatarra y los cadáveres de
Atocha.
No vale responsabilizar al partido rival de un atentado terrorista por
más que éste sea una respuesta a una determinada
política que no juzgamos ni adecuada ni moral. No vale
aliarse
ni con los cómplices políticos del terrorismo ni
con
quienes pretenden la destrucción del Estado
democrático español. No vale querer hacer pasar
por
respetables ni ideas ni ideologías
antidemocráticas y
totalitarias. No vale hacer de la izquierda un valor absoluto porque
entonces se rompe la convivencia ya que quien no pertenece a
la
izquierda queda excluido del respeto que merece como
demócrata y
como ciudadano. No vale hacer de la libertad otro valor absoluto.
Porque no lo es. Porque, con ser un bien inapreciable y un derecho de
toda persona, la libertad de uno debe estar limitada en su ejercicio
por la libertad de los otros y viceversa. Porque hay muy pocos valores
que puedan llamarse absolutos como pueda ser el de la vida, que
indudablemente lo es aunque lo relativicen quienes, por otra parte y
paradójicamente, absolutizan valores más
relativos cuando
no desechables como la secta política o la tribu
étnica. No vale llamar al otro gratuitamente
fascista
por un mínimo sentido de la propiedad del
lenguaje, del uso adecuado tanto de los conceptos como de las palabras
y porque quien desde un partido democrático hace un uso
gratuito
de ese vocablo coincide con los nacionalistas, o sea con quienes lo
hacen desde el racismo y el totalitarismo sirviendo así a
esa
mala causa. No vale el desprecio hacia una religión
secularizada
como el cristianismo cuyo discurso doctrinal ha sido fuente
moral
de la propia Ilustración y coincide con ésta
incluso en
las palabras que la Revolución francesa escribió
con
mayúsculas: Libertad, Igualdad y Fraternidad. No vale
sembrar la
división gratuitamente entre los españoles en
materias
vitales como la lucha antiterrorista. No vale intentar dividir a las
víctimas del terrorismo. No vale ningunear a las
víctimas
del terrorismo. No vale hacer sufrir a las víctimas del
terrorismo. No vale estigmatizar a las víctimas del
terrorismo.
No vale insultar a las víctimas del terrorismo diciendo que
están siendo manipuladas como si su tragedia las hiciera
menores
de edad en lugar de hacerlas dignas del mayor respeto y
consideración y reconocimiento. No vale omitir, silenciar,
borrar las huellas y el recuerdo del asesinato cometido por ETA para
que nadie se acuerde dentro de unos años de
quiénes
fueron los asesinos y por qué esa persona fue asesinada. No
vale
agredir a las víctimas del terrorismo diciendo que
obstaculizan el camino hacia la paz y que ponen palos a las
ruedas de la paz y demás cursiladas con las que se las
convierte
en dianas del odio de los fanatizados, los ciegos y los
necios.
No vale asistir a sus funerales para sacarse la foto electoralista
mientras se está ignorando y ofendiendo a sus familiares en
el
propio cementerio y ante el difunto. No vale traicionar la memoria y la
ideología y los valores y la causa del compañero
de
partido asesinado. No vale hacer de la táctica publicitaria
y
mediática un absoluto y un valor moral. No vale utilizar la
Justicia de un modo táctico y selectivo al servicio propio y
de
intereses puramente electorales. No vale excarcelar a asesinos y
encarcelarlos caprichosamente, como si la Justicia fuera un
instrumento de chantaje. No vale chantajear a los chantajistas con la
Justicia cuando ésta debe ser aplicada para acabar con el
chantaje, no para perpetuarlo. No vale chantajear a los
demócratas con multas por usar su libertad de
expresión y
reunión cuando se permite ilegítimamente
expresarse y
reunirse y manifestarse a los terroristas y a sus cómplices.
No
vale mirar hacia otro lado cuando los compañeros de otro
partido
democrático son puestos en la diana en las paredes de su
barrio
o cuando se les echa de un trabajo por defender una
ideología y
pertenecer a un partido perfectamente legítimos.
No vale
suplantar a las víctimas del terrorismo
presentándose uno
como víctima de una tragedia que asoló a toda
España hace setenta años y que dejó
cicatrices en
todos los hogares de España. No vale abrir las cicatrices en
nombre de una falsa memoria histórica que no es
más que
selectiva e interesada amnesia. No vale decir una cosa y la
contraria. No vale blandir los huesos de los muertos como si fueran
garrotes para resucitar el viejo cainismo
hispánico que
habíamos superado. No vale invocar la memoria
histórica
de los muertos de la Guerra Civil para sacarlos de las tumbas y hacer
que sigan luchando sus esqueletos unos contra otros o contra los vivos.
No vale hacer sufrir removiendo la memoria trágica de los
vivos.
No vale permitir que los asesinos y los cómplices de los
asesinos insulten a inflijan dolor a las víctimas del
terrorismo en letras de canciones o poniendo a las calles los nombres
de los asesinos o nombrando hijos predilectos a los asesinos. No vale
dejar que las nuevas generaciones jueguen en parques y plazas que
llevan los nombres de los asesinos y que los tomarán por
modelos
de conducta a imitar. No vale negociar con quienes practican esas
infamias. No vale negociar con quienes amparan esas infamias. No vale
perseguir ni estigmatizar a un partido ni a un colectivo ni a unos
ciudadanos que tratan de desterrar para siempre esas infamias de la
vida española. No vale ser cómplice de la infamia
nacionalista y del silenciamiento de las
víctimas y
del olvido. No vale despreciar el esfuerzo de anteriores
gobiernos en la lucha antiterrorista para presentarse como el gran
pacificador. No vale rechazar frívolamente la
experiencia
y los logros de los otros en esa lucha. No vale haber permitido que
resucitara el terrorismo. No vale llevar la ominosa
negociación con los terroristas al Congreso de los
Diputados. No
vale haber desobedecido incluso aquella resolución votada en
el
Congreso de los Diputados. No vale seguir negociando con terroristas
después de un atentado mortal. No vale negociar nunca con
terroristas. No vale mentir sobre los terroristas. No vale mentir
nunca. No vale haber dado la razón o parte de la
razón a
la causa de los terroristas al convertirlos en interlocutores y haber
ayudado a que crecieran en el País Vasco las plataformas y
los
colectivos y los partidos y las mesas del totalitarismo. No vale
renegar ante el nacionalismo vasco de los valores de la
España democrática y de la España
histórica. No vale despreciar quinientos años de
Historia
de una gran Nación. No vale saltarse todos los consensos de
la Transición. No vale aliarse con socios que son
los
enemigos declarados de la democracia española. No vale
remover
los cimientos del modelo de Estado y de la Nación que nos
han
dado paz (la verdadera paz de la Constitución de 1978) y la
auténtica prosperidad a los españoles
así como
respeto en el contexto internacional. No vale socavar la unidad de los
españoles. No vale socavar la igualdad de los
españoles.
No vale expulsar a un compañero del partido sólo
porque
tiene principios. No vale humillar a un compañero de partido
al
que ya le han humillado además los nacionalistas del modo
más infame y más bajo, es decir recurriendo a la
violencia física. No vale acabar con la democracia interna
del
propio partido con el lema del que se mueve no sale en la foto. No vale
hacer fotos de los serviles y los dóciles para presentarlos
como
los modelos civiles que no son ni serán nunca. No vale
perseguir
a todo lo que se mueve libremente. No valen los expedientes
ignominiosos, las mentiras insidiosas ni las purgas neoestalinistas. No
vale la mentira que ha sentado cátedra en esta Legislatura
que
ahora termina afortunadamente. No vale acosar a los candidatos de otros
partidos ni dar lecciones a las acosadas ni presumir de saber contener
el llanto cuando esas mujeres han demostrado un valor que es lo que
hace posible que todavía quede algún resquicio de
libertad en nuestra tierra. No vale restar importancia a los incidentes
inaceptables de una campaña electoral cuando son el
resultado de
una Legislatura que comenzó violando el derecho de los
españoles a meditar tranquilamente su voto.
(Este
texto de
Iñaki Ezkerra fue leído en la Universidad Pompeu
Fabra,
de Barcelona, el 27 de febrero, por varios miembros del Movimiento
Cívico catalán y vasco así como
publicado en la
página web del diario La Razón el 6 de marzo de
2008. Lo
suscriben entre otros Mapi Heras, Ana Velasco, Carmen Ladrón
de
Guevara, Nerea Alzola, Isabel Calero, Ana María Torrijo,
Ariadna
Hernández, Hermann Terstch, Fernando García de
Cortázar, Josep March, Michelo Artiach,
Íñigo
Martínez de Pisón, Antonio Aguirre,
Ignacio
Arsuaga, María Victoria Longares y Alejandro Campoy).
Y yo.
Ah, y votar al PP... ¿por qué no? Ahí
disentimos de otros
antizapateristas, peperos y coperos. Al margen de oportunismos menores,
hay una objeción mayúscula:
No se
apoyan guerras de agresión basadas en mentiras, con
resultado de
centenares de miles de muertos. Menos aún contra el propio
convencimiento en muchos casos. No se da por hecho que con un asunto
como éste (y visto
su resultado) se puede hacer pelillos a la mar, que la memoria de la
gente es corta, y quien manda manda. No hay que propiciar que un
partido y unos dirigentes que actúan así vuelvan
al gobierno, nunca más.
Vaya, parece que hay ciertos problemas conceptuales en la
Constitución Española. No define bastante sus
términos básicos... por ejemplo qué es
un ser
humano, o una persona.
Ahora parece ser que el Gobierno va a dictar, por decreto ley, que los
fetos de hasta siete meses no son seres humanos, sino meros "residuos
biosanitarios". Eso para favorecer a las clínicas
abortistas, para que puedan enviar a todos los fetos a la trituradora
legalmente, y no bajo mano como hasta ahora. Y terminar de
institucionalizar el aborto libre de facto, sin necesidad de tocar
más la ley—por lo bajini.
Todo esto será legal. Seguramente será inmoral en
opinión de muchos, pero no se puede decir que no sea legal.
A
otros les parecerá cojonudo, por supuesto, sobre todo a los
trituradores de fetos, que se van a ahorrar una pasta y unas
preocupaciones. Si es que preocupaciones tienen alguna.
La Declaración
universal de los Derechos Humanos de las Naciones Unidas
no se pronuncia en absoluto sobre la cualidad de personas o no de los
no nacidos. Pero... tampoco de los nacidos. Declara los derechos de las
personas o individuos, pero no nos dice qué es una persona
o individuo,
o un ser
humano.
Eso lo definen las leyes. Bastaría, quizá, con
que una
legislación estableciese que no se alcanza la "personalidad"
o
la "individualidad" hasta el ingreso en guardería,
o hasta
la edad de (pongamos) siete años, para que cumpliese
perfectamente esta Declaración. Autorizando el infanticidio
hasta entonces, si por allí les diese a los progenitores. Y
los
demás a ejercer la tolerancia en estos asuntos privados,
como
ahora con los abortos sietemensinos. Culturas hay que lo han hecho.
O bastaría una norma específica que remitiese la
obtención de la categoría de ser humano a quien
fuese
capaz de superar un examen o baremo de humanidad, por ejemplo basado en
criterios filosóficos tan rancios y añejos como
la consciencia de
sí o la iniciativa
personal, o la capacidad de racionalidad,
o
de expresión de deseos propios o de un proyecto vital. Los
tests serían
fiables al ser diseñados por expertos altamente cualificados
y por
comisiones nacionales acreditadas. Y los
locos, los Alzheimer y los subnormales, al horno
crematorio—con
los demás residuos biosanitarios.
Incluso con Declaración Universal de los Derechos Humanos, y
con
Constitución, estamos siempre a un paso de Auschwitz. Que
también era, seguramente, legal.
Esta no va de postgrados. Para entretener al personal, y
en especial a mis alumnosas (que se lo deben pasar bomba con
mi one-man show), aquí nos marcamos una de Bob Dylan,
"Masters of War." ¿Dedicada a qué master
en concreto?
Pues en efecto: a ese.
— ¡jua, juaaa!!!
— ¿De qué te ríes, si se
puede saber?
— ¡Que me hace mucha gracia, verte allí
con tu cara de tristeza, cantándonos tus milongas!
— Chica, es canción protesta. Ya sabes, lo que
decía Aute de los cantautores, "qué tortura,
escuchar tu voz de cura..."
Hale, por el mismo precio pongo dos. Recuerdo a quienes las pueden ver
por tener el plugin de QuickTime que, en caso de que se les ponga en
marcha automáticamente, en la esquinita derecha inferior de
la ventana del vídeo hay un triangulito que les da la
opción de que se ponga el vídeo en marcha
sólo al darle al play, como los de YouTube. Si no, se
solapan todos los vídeos del archivo, claro.
Esta era, hasta que llegué yo, de Kris Kristofferson, pero
más memorablemente de Gordon Lightfoot o Janis
Joplin.
Vaya, que me lo subo a YouTube—a ver
qué tal se ve así. Comparemos:
Pibo
cumple hoy nueve años: bueno, los cumple a las tres en
punto, y no
quiere celebrar nada hasta entonces; la precisión ante todo.
Ahora hay
unos meses en que se lleva dos años de diferencia con Oscar,
hasta que
éste cumpla los ocho:
- Oscar, ¿no ves a Ivo muy mayor de repente, ahora que tiene
dos años más que tú?
... pero no se deja achantar Otitas:
- Bah, no. A mí todos estos me parecen unos
auténticos canijos.
PROHIBIDA
UNA CONFERENCIA DE
UPyD EN LA UNIVERSIDAD DE SEVILLA
UPyD, el partido
liderado a nivel
nacional por ROSA DIEZ, tenía previsto celebrar una
conferencia
el próximo día 5 de marzo a las 19,30 h. en la
Facultad
de Ciencias Químicas de la Universidad de Sevilla, con la
única participación como conferenciante del
escritor
FERNANDO IWASAKI.
El Decanato de la
citada Facultad
Universitaria ha comunicado esta mañana de forma oficiosa la
suspensión de la citada conferencia por temor a que llegaran
a
suceder disturbios semejantes a los que ocurrieron hace algunos
días en una Universidad de Madrid con la presencia de Rosa
Díez.
UPyD manifiesta su
repulsa ante el
hecho citado y quiere denunciar la gravedad del mismo, tanto por el
hecho en sí como porque los autores del mismo proceden de
parcelas de la Universidad que intentan de nuevo impedir la libertad de
expresión y la difusión de las ideas a los
ciudadanos,
solo porque éstas son diferentes a las de otras formaciones
políticas hegemónicas actualmente en
Andalucía.
Una vez
más UPyD se
reafirma en su compromiso de continuar transmitiendo a los ciudadanos
su programa electoral e ideario político, a pesar de las
muchas
trabas financieras, mediáticas y de otra índole
que
está encontrando en el camino.
O sea, por temor a que
vengan los
camisas pardasa
reventarte la reunión y a atropellarte los derechos
políticos, te los atropellamos ya nosotros directamente,
nosotros, los prudentes y benevolentes académicos. Todo un
programa, vamos. Y que esto suceda en la Universidad... qué
bajo
van cayendo algunos. Claro que la Universidad siempre ha sido una
vendida— es sólo el ideal lo que se mantiene a la
altura
del ideal.
PS: Y el jueves, Carlos Berzosa, rector de la Complutense, intenta
impedir por telefonazo un acto de UPyD en su universidad.
También alegando que era "por temor". El decano de la
Facultad
correspondiente,
más digno o menos temeroso y temblón, se
negó.
Luego
el Rectorado saca una nota desmintiendo toda actuación:
el viejo truco—no iba con membrete oficial, ya se sabe. Este
sinvergüenza de señor Rector acababa de salir
del acto
preelectoral de Zapatero y sus titiriteros. De ahí
venían
sus temores y cobardías, claro.
Un
cuasi-diálogo con
Victor Gómez Pin en
su blog—en rojo sus artículos,
en negro comentarios míos o ajenos:
Confianza
entre seres de palabra, argumentos kantianos...
"La máxima
es el principio
subjetivo de la acción y debe ser diferenciado del principio
objetivo, es decir de la ley práctica (ley por
adecuación
a la cual se mide el carácter moral de un comportamiento).
La
máxima determina en base a las condiciones del sujeto (muy a
menudo en base a su ignorancia, o bien a sus inclinaciones) y
constituye así el principio en conformidad al cual el sujeto
procede, mientras que la ley
es el principio objetivo, válido para todo ser razonable, el
principio en conformidad al cual debe proceder, o sea un imperativo."
Este texto de la
kantiana
Metafísica de las costumbres, al que aludía al
principio
de estas reflexiones sobre el simulacro, nos da la clave de
dónde se sitúa el pesimismo y el optimismo en
materia de
comportamiento ético. Kant es optimista, tiene confianza en
que
el hombre en última instancia no puede ser totalmente ajeno
a
los imperativos de la razón, actitud que se traduce, entre
otras
cosas, en un comportamiento ético.
La diferencia
jerárquica
entre la máxima y la ley estribaría en que la
primera
sería subjetiva y contingente, mientras que la segunda
sería objetiva y necesaria:
Todo ser humano
está
permanentemente atravesado por aspiraciones subjetivas, que se traducen
en deseo respecto a determinado objeto, circunstancia,
posición
personal etc. Y esta capacidad subjetiva de desear es esencialmente
contingente y mutable, subordinada a la variabilidad de individuos y
peripecias.
Por el contrario, sea
cual sea su
circunstancia, el se humano desea tener razón, cuando menos
tener razón instrumental, pues de perderla se
hallaría en
la imposibilidad de alcanzar sus fines, sórdidos o no (para
envenenar a alguien hay que poner los medios racionales necesarios).
Pero sobre todo el ser humano no podría no desear que el
otro
ser humano se halle motivado por objetivos que no se reduzcan a
intereses subjetivos y mezquinos. Todo ser humano estaría
obligado a desear que en el otro se de una parcela que lo convierte
cabalmente en una persona, es decir, que esté motivado por
intereses universales de la humanidad. Y hasta cabría decir
que,
de hecho, está convencido de que así es
efectivamente,
pues de lo contrario, privado de toda confianza, viviría
atravesado por el terror y el imperativo de la vigilia permanente.
[Publicado
el 29/2/2008 a las 11:16]
Comentarios:
En general, y en el seno de una comunidad, posiblemente. Como norma
general que haga posible la vida social.
Ahora bien, incluso en una comunidad hay parásitos,
criminales y
asociales, que hacen que en la práctica se limite muy
seriamente
esa presuposición de racionalidad.
Además, hay otras comunidades que pueden estar enfrentadas
con la nuestra, con lo cual no se aplicaría.
A nivel universal, pasa lo mismo con la comunidad de comunidades
(intereses encontrados, elementos criminales, etc.).
Por tanto, hay que estar en guardia por si el otro está
simulando racionalidad para instrumentalizarnos y metérnosla
doblada.
- ¿No lo sabía Kant? Maquiavelo sí.
Comentado
por: JoseAngel el 29/2/2008 a las 15:51
Sí, JoseAngel, algunas personas al discutir, a
veces no
siempre pero sí en ocasiones, levantan esa sospecha de
instrumentalización de la supuesta máxima, ya que
la ley
es más difícil de manipular, si el interlocutor
está más o menos enterado, pero si se alega que
la
máxima en la que está basada es
errónea, pues ya
está.
Obedecer a la máxima puede hacerte ir contra la ley, esos
argumentos de película americana... Y el contrario: el
funcionario rígido que se aferra a una norma,
también lo
vemos mucho fastidiando siempre a los protagonistas.
Me pregunto contra qué nos costaría
más actuar
¿contra una máxima o contra una ley? En principio
parece
que debiera ser contra la máxima, supongo que depende de
cuán interiorizada esté en realidad y del grado
de
aceptación como "valor universal" real que le demos y del
riesgo
que suponga. Aunque si estás muy convencido hay quien no
esquiva
la cárcel.
Comentado
por: alicedd el 29/2/2008 a las 21:14
Acabo de ver una película muy buena sobre el tema:
"Operación Walkiria" o "Stauffenberg", sobre el complot para
asesinar a Hitler. Allí la ley estaba clara, pero era
obscena e
inmoral, y la integridad personal (de algunos al menos) les obligaba a
la traición. http://garciala.blogia.com/2008/030401-stauffenberg.php
Comentado
por: JoseAngel el 04/3/2008 a las 23:36
...Y
respuesta del cínico
Revisemos:
La base del optimismo
en
ética consistiría en estimar que todo sujeto
humano
está obligado a considerar como (bien entendido)
interés
propio el que se den intereses universales (ideales de fraternidad y
justicia) a los cuales los hombres adecuan su comportamiento. Esto no
ocurrirá en todo tiempo y en todo lugar, e incluso es
posible
que aparentemente no ocurra casi nunca, mas de facto, en
algún
registro, en todo hombre perduraría un rescoldo de esta
exigencia de adecuar su comportamiento a lo que posibilita la
persistencia de la razón y de los seres que la encarnan.
Es más:
confrontado a seres
que subsisten embrutecidos por la miseria, seres que oscilan entre la
expectativa de la pura rapiña (generalmente de alguien aun
más débil) y la consolación imaginaria
de
reconocerse en el equipo de fútbol triunfante, entonces,
para
conservar un hálito de confianza, para no caer en el terror,
tengo que agarrarme a la idea de que en ellos persiste un respeto ante
la razón, respeto traducido, por ejemplo, en el hecho de
que, ya
sea para urdir sus rapiñas o traiciones, dichos seres
argumentan.
Supongamos ahora que
no estoy
confrontado a la eventual indignidad del otro sino a la propia.
Supongamos que erijo como regla de conducta el aprovecharme de la buena
fe del otro. Obviamente, tengo entonces que desear que esta buena fe se
dé efectivamente, es decir, que el otro no sea
idéntico a
mí. En suma: hasta para conducir a buen puerto mis
aspiraciones
más inmundas no podría dejar de desear que en el
mundo
haya seres motivados por valores desinteresados y favorables a la
persistencia de los seres razonable, en lugar de serlo por meros
intereses subjetivos.
¿Respuesta
del
cínico a tal argumentación? Pues la
división de
los comportamientos: la defensa de los intereses generales de los seres
de razón para el otro, y la defensa de los intereses
subjetivos
para mí.
Mas ¿cabe
realmente tal
economía? ¿Cabe reducir el lazo entre humanos a
comportamiento de "listillos" frente a comportamiento de ingenuos?
Ciertamente Kant diría que no; que ni el cínico
lo es
totalmente, el ser moral deja, en ocasiones de codiciar el pan
(material y espiritual) del otro. Pero vaya usted a saber si podemos
dar razón a Kant...
[Publicado
el 03/3/2008 a las
11:00]
La
inevitable doblez
"El
antiguo camarada me
dijo que no había cambiado y comprendí que
él no
se creía cambiado. Entonces lo miré mejor. Y, en
realidad, salvo que había engordado tanto, conservaba muchas
cosas del tiempo pasado. Sin embargo, yo no podía comprender
que
fuera él. Entonces procuré recordar. En su
juventud
tenía los ojos azules, siempre reidores, perpetuamente
móviles, en busca, evidentemente, de algo en lo que yo no
había pensado, búsqueda que debía ser
muy
desinteresada, seguramente en pos de la verdad, perseguida en perpetua
incertidumbre, con una especie de travesura...Y ahora, convertido en
político influyente, poderoso, despótico,
aquellos ojos
azules que por lo demás no habían encontrado lo
que
buscaban, se habían inmovilizado, lo que les daba una mirada
puntiaguda, como bajo unas cejas fruncidas. Y la expresión
de
jovialidad, de abandono, de inocencia, se había tornado en
una
expresión de astucia y disimulo." (Marcel Proust)
En las sociedades que
respetan, al
menos formalmente, el lema libertad, igualdad, fraternidad, no hay
discurso político, educacional, o simplemente
periodístico en el que se cuestione el postulado de que los
seres humanos somos equiparables en dignidad.
En una de las
reflexiones que aquí he ido avanzando ponía el
énfasis en el hecho siguiente:
Piense lo que piense
en realidad,
ningún responsable se atrevería a aseverar que
hacer
daño a alguien como Einstein (en razón meramente
de ser
judío) sería más grave que
aprovecharse, por
ejemplo, de un inmigrante clandestino, analfabeto y diezmado en sus
potencialidades intelectuales por el abandono, el miedo y la miseria.
Obviamente esta
posición ha
de encontrar soporte en una tesis digamos filosófica. Pues
las
declaraciones de principio sobre la equivalencia de los seres humanos
son mero fariseísmo, si no se acepta que, tras las abismales
diferencias económicas, sociales, intelectuales y de
capacidad
física que separan a los humanos, hay algo que los homologa
y
que tiene mayor peso que todas las diferencias evocadas. Aunque no
siempre, participo de un cierto optimismo antropológico que
me
hace pensar que la convicción de la equivalencia salva
veritate
entre todos los hombres está profundamente arraigada, como
un
corolario del kantiano Imperativo categórico.
¿Por
qué entonces,
al referirme hace unas líneas a las siempre correctas
declaraciones de nuestros políticos, preciso "piense lo que
piense en realidad"? ¿Por qué esta sospecha de
una
potencial doblez en quien -responsable político-
habría
de representar el proyecto mismo de salvar la ciudad? Casi
diría
que, desgraciadamente, no se trata de una cuestión de
indigencia, falacia o traición meramente subjetivas. Algo
vinculado a un repudio social de la verdad, ese mismo repudio que funda
el pesimismo respecto a la filosofía, hace quizás
inevitable que la figura del político responda, en su
ademán, y sobre todo en su mirada a la atroz
descripción
de Marcel Proust que encabezaba estas líneas.
[Publicado
el 04/3/2008 a las
11:15]
Comentarios: —(¡Aquí
la respuesta del cínico....!)
Sí, es bueno que haya seres racionales y argumentativos, y
eso
los une a mí, en principio, razono y argumento. Pero
sólo
en abstracto y en general: en una situación concreta, puede
que
estén argumentando y razonando contra mis intereses, y eso
los
haga más perniciosos y dañinos para mis intereses
(más ajenos a mi bien) que una piedra dura o un
árbol
apenas sensitivo.
El argumento de Kant es un argumento filosófico,
aún
más, metafísico en el sentido de que
está
formulado al margen de todo contexto, haciendo abstracción
de
toda situación real. Es un argumento satisfactorio para un
metafísico, pero no para un político. El
político
(y no sólo el político, sino el animal
político)
siempre está en una situación en la que la
igualdad
teórica de los seres humanos no es sino teórica,
y por
fines prácticos le resultarán más
próximos
los intereses de este Einstein o de este otro personaje de tercera
fila; la superioridad abstracta de uno u otro, o su igualdad
teórica en cuanto que son seres humanos, es menos relevante
para
el político o para el pragmático que el papel que
estén desempeñando en nuestro universo
interaccional.
Y lo mismo las verdades y mentiras... Hay veces en que una mentira es
no sólo más útil, sino más
ética,
que una verdad.
Comentado
por: JoseAngel el 04/3/2008 a las 23:48
En suma, como en la
práctica
todos somos pragmáticos, he aquí la
reformulación
maquiavélica del imperativo categórico:
"Antes de
apelar al imperativo categórico, evalúa la
situación"
En lugar de ver en directo el debate final entre Zapatero
y Rajoy, nos
visionamos esta
película, una de las varias dedicadas a los
resistentes alemanes que en torno al heroico conde
von Stauffenberg intentaron asesinar a Hitler.
También se titula alternativamente Operación
Valkiria,
y Valkyrie
será el título de otra
más famosa
que va a estrenarse después del verano, con Tom Cruise en el
papel de
von Stauffenberg. Aquí está interpretado el
papel, con algunos aciertos
y problemas, por Sebastian Koch, que le da el toque de "buena gente" y
nobleza que aporta incluso a sus papeles de nazis (por ejemplo en El
libro negro).
Cruise le dará un toque bordecillo y chuleta que creo que no
le
irá mucho al personaje, aunque esperemos que me equivoque.
Como en otras películas alemanas sobre periodos
históricos problemáticos (Sophie
Scholl, El
Hundimiento...)
aquí se opta por una mezcla de condena al nazismo y de
autojustificación nacional. Para empezar, se seleccionan
personajes con
quienes el espectador pueda empatizar, y se nos identifica con sus
experiencias o acciones de supervivencia o de resistencia en medio del
infierno nazi. De ahí la elección de Koch para el
papel, aunque de
hecho von Stauffenberg era aún más guapo... pero
algo frío de aspecto,
de hecho un ario ideal. Cruise lo hará menos cacho pan, pero
más
intenso y kamikaze artista, seguro.
Hay en esta selección de
tema, naturalmente, una pequeña falacia
implícita. La cámara mental
abandona a los millones de alemanes que colaboraban con Hitler sin
poner palos en las ruedas, para centrarse en la diminuta
minoría de los
que hicieron algo contra él, o lo intentaron. Es el paso
número uno de
la autojustificación, una sustitución
metonímica, un cambio de énfasis.
Optan
por otra vía quienes se centran en los nazis sin ofrecernos
empatía, o
quienes la ofrecen de maneras ambivalentes, desagradables y
equívocas,
enfatizando tanto los aspectos repugnantes como los humanamente
cercanos de los personajes. Es lo que hace de manera excelente Jonathan
Littell en Les
Bienveillantes. Esperemos
a la película... Películas sobre nazis, centradas
en ellos como
personas con vida cotidiana y como colaboradores de las Acciones de
Castigo y de las Soluciones Finales serían más
auténticas con otra
verdad histórica más abundante—pero
qué duda cabe, serían más
difíciles
de tragar no sólo en Alemania, sino en todas partes. El tema
invita a
una estética realista-grotesca que ofendería
muchas sensibilidades, ya
es que es ofensivo de por sí—hay que dulcificarlo,
con la Resistencia
Alemana y la Rosa Blanca, con complots contra Hitler y selecciones
cuidadosas...
Porque hay además una selección dentro de la
selección. La película se centra naturalmente en
el von Stauffenberg
antinazi, o mejor hitlericida,
porque aunque el personaje histórico no ingresó
en el partido nazi sí
que compartía muchos presupuestos ideológicos de
los nazis, y no se
opuso al nazismo como tal—aun tras los horrores de las
matanzas, tuvo
que esperar a ver que Alemania se convertía
también en una víctima, y
sólo entonces tomó las armas contra Hitler.
Cometiendo algo que sería
alta traición entonces y ahora, pues ningún
militar puede invocar a su
propio criterio ni al derecho natural, como von Stauffenberg, para
atentar contra sus superiores... y esta disciplina es la que le mantuvo
a él aherrojado mucho tiempo, y al ejército
alemán hasta el final—la
mayoría sin hacerse muchas preguntas, seguramente.
La película
sí que nos muestra brevemente a von Stauffenberg
justificando la
ocupación del Este, y el uso de mano de obra esclava (como
lo hizo de
hecho). También nos presenta las tensiones con su esposa por
su acción,
y el punto de vista de ésta que aquí aparece
más preocupada por las
consecuencias para su familia que por el destino de Alemania.
También
para ella Stauffenberg es un traidor, en otro sentido, un traidor a su
matrimonio... un poco como la escena de Lady MacDuff en Macbeth,
si bien aquí será el "traidor" quien muera y la
esposa
traicionada quien sobreviva (murió ella hace un par de
años).
(Al hijo de Stauffenberg, militar alemán, no le hace ninguna
gracia Tom Cruise, por cierto...)
La
película empieza un poquito floja y torpe, con
machaconería germana,
con una escena en la que von Stauffenberg y su esposa se prometen a la
vez que contemplan admirativamente a Hitler, recién llegado
al poder,
oyendo Wagner en un palco. (Supongo que serán Las Valquirias,
pero no recuerdo... ). La acción va un poquito salteada,
evitando al
von Stauffenberg pro-nazi, mostrando sólo sus dudas. Hay una
escena muy
bien filmada con el ataque en el que es herido en África, y
a partir de
allí se va volviendo la película más
intensa y centrada, hasta culminar
en el atentado fallido, y sobre todo en las intensísimas
escenas de
toma de posición de los oficiales, elecciones cruciales de
vida o
muerte por parte de los mandos, traiciones a una o a otra causa, o a
sí
mismos... y la ejecución de von Stauffenberger con una frase
patriótica
en la boca. Ahora que la frase de la película es cuando le
dicen sus
superiores "¡Se arrepentirá de esto!", y el
replica "Hay muchas cosas
de las que arrepentirse en este país, pero no de
ésta".
Hitler
está tolerable, y Goebbels logrado. Los oficiales nazis,
clavados en su
papel. Un fallo, sin embargo, en los maquilladores/trucadores, es que
no hacen en absoluto realistas las mutilaciones del protagonista;
tampoco ayuda Koch con posturas absurdas que ponen de manifiesto la
falsa amputación de su mano derecha a fuerza de querer
disimularla. Esos antebrazos extralargos y prolongados
muñones... Detallitos como éstos son bastante
más
importantes de lo que podría parecer en una
película.
Seguro que Cruise, al menos,
estará convenientemente amputado y mutilado para su papel.
Stauffenberg.
Dir. Jo
Baier. Cast. Sebastian Koch, Ulrich Tukur, Christopher Buchholz, Alex
Milberg. Cinemat. Gunnar Fuss. Music by Enjott Schneider. Ed. Clara
Fabry. Germany: Team Worx / SWR, WDR, RBB, ORF / Beta Film, 2004.
Spanish DVD: Operación Walkiria.
Hace no mucho escribió David
Lodge Author, Author,
una bionovela sobre la frustración de Henry James por no ser
un
autor de éxito masivo, ni como novelista ni como dramaturgo.
Máxime visto el éxito inesperado en el terreno de
la novela que tuvo
un
aficionado amigo suyo, George Du Maurier, autor de Trilby,
el primer mega-bestseller moderno. Y, en el teatro, sufrió
James asistiendo al
triunfo de Oscar Wilde a la vez que se hundía su propia obra
en
el estreno.... salió de la representación de
Oscar Wilde
para ir a ser abucheado al final de su propia obra en el teatro vecino.
Tuvo David Lodge la puntería casual de publicar la novela en
un
año en el que salieron varias novelas sobre Henry James,
pisándose el terreno. Promocionándose mutuamente
en parte
también, supongo, pero bueno, Lodge lo vivió como
un
pisarse el terreno, con angustias mezquinas, rabietas contenidas, y
úlceras de estómago; sobre todo cuando Colm
Tóibín (autor de The Master)
consiguió muchas mayores ventas y éxitos
críticos
que él. Lodge observa irónicamente que casi se
repite la
historia de su novela—aún no se ha
leído la novela
de Tóibín por no sufrir más, y supongo
que por no
entrar en comparaciones odiosas. (Es curioso que
Tóibín,
como Wilde, es irlandés y homosexual, para terminar de
redondear
el paralelismo, y como para castigar a Lodge por ignorar
prácticamente el tema homosexual en su retrato de James...).
Son casi cómicos los sufrimientos de Lodge durante la
promoción de su novela, y ha narrado el proceso interno y
externo con notable ombliguismo e interés en The Year of Henry James,
con un ensayo-memoria bastante ilustrativo sobre la carrera y
día a día de los novelistas profesionales hoy en
día.
Traduzco un fragmento sobre por
qué se
vive tan ansiosamente y tan en primera persona esta cuestión
del
lanzamiento de los libros:
Uno de los cambios
más
obvios que han tenido lugar en décadas recientes en la
manera en
que se comercializa y anuncia la ficción literaria es la
manera
en que se espera que los propios escritores tengan un papel central
en el proceso—consecuencia de una mayor inversión
financiera en la publicación de la ficción
literaria y de
mayores recompensas financieras para los que la escriben. Cuando
MacGibbon & Kee publicaron mi primera novela The
Picturegoers
en 1960 dudo si como publicidad hicieron algo más que enviar
ejemplares a reseñistas (y tampoco eso se les daba muy
bien).
Una vez hube entregado el texto revisado de mi novela, y corregido y
devuelto las pruebas, mis editores ya no me importunaron
más.
Pero recibí un adelanto de sólo 75 libras, en
tres pagos,
al firmar el contrato, entregar, y publicar, lo cual incluso teniendo
en cuenta la inflación era un riesgo bastante
pequeño
para el editor. El adelanto medio para una primera novela en 2005 era
de 5.000 libras. La industria editorial funciona ahora en un marco
empresarial completamente diferente, y el éxito depende de
modo
crucial de la publicidad. Aunque ideas tales como la 'impersonalidad'
del arte, la 'falacia intencional' y 'la Muerte del Autor' han dominado
la teorización académica sobre la literatura
desde los
años 1920, la generalidad del público lector
sigue siendo
irredentamente curiosa sobre los individuos humanos que crean los
libros que ellos leen, y los editores han descubierto que las
entrevistas con escritores en la prensa, y en la tele y la radio, o
como ingrediente de las lecturas, sesiones de firmas, y
demás
eventos de encuentros con los autores, en librerías y en
jornadas literarias, pueden potenciar las ventas de un libro
más
que las reseñas. Si has aceptado un adelanto importante por
un
libro, tanto el propio interés como el sentido de la
obligación hacen difícil el negarse a participar
en tales
actividades, y algunos escritores disfrutan activamente con la
oportunidad de explicar su obra, con el contacto personal con los
lectores, y con el elemento de teatralidad que esto conlleva. Yo mismo
disfruto de estas actividades con moderación... (The Year
of Henry James
80-81).
Vemos pues que hoy en día el autor es una pieza fundamental
de
su obra. De su obra como fenómeno cultural del momento, y
como
objeto comercial. Que ésta vaya a tener una carrera
póstuma (volverse "Literatura" enseñable, etc.)
es algo
prácticamente descartable. Quizá sobre alguna se
escriba
una tesis, o se mencione en un artículo... pero bah, el
99'9%
irán como todo, al olvidadero por la vía
rápida.
En cualquier caso el éxito "literario" no depende del autor
ni
del lanzamiento ni de sus esfuerzos; la lógica
sociocomunicativa
es otra. Donde el autor es esencial es en lograr que la novela tenga al
menos la corta vida perecedera a la que puede aspirar, antes de pasar a
los saldos o a la trituradora. Un autor profesional debe vivir de
éxitos, y los éxitos hay que
trabajárselos con una
cuidadosa promoción: ahí sí que puede
intervenir
la obra humana y la ayuda de los profesionales.
Algunos llegan, y más que llegarán, al extremo de
Qin Dai, esta autora china que se despelota
para vender más ejemplares. Al parecer el truco
funciona. Y además así
los críticos tienen algo con qué distraerse en
lugar de masacrar sus
novelas. Creo que cada vez veremos más
fenómenos de escaparate de
éstos. Que la competencia está dura, con la
llegada de la Imprenta
Universal Autogestionada.
Aquí, como en lo otro, no todos tienen material de
la
misma categoría que ofrecer... Autores-show los
habrá
más arriesgados y originales, y menos; con mejor y con peor
trasero. El de Qin Dai no está nada mal, y el
público se
lo agradecerá. Otros autores peor provistos
tendrán que
inventar polémicas, escándalos: mantener la luz
de los
focos sobre sus opiniones o evoluciones por la ciudad y sus fiestas, o
por los retiros de algún monasterio budista californiano.
Vestir
de Ruiz de la Prada. Subir en globo a la estratosfera, a esparcir
ejemplares firmados de sus obras. Encerrar un ejemplar único
manuscrito en una cápsula con destino a Plutón.
Veremos cómo se desarrollan artes paralelas al lado del arte
de
las letras: el arte de mantener a las letras en el candelero, y de
atacar multimedialmente al inconsciente social. Los hermetismos del Código Da Vinci,
y las arqueologías y merovingiadas asociadas, son
sólo el primer capitulo de lo que veremos. Artistas veremos.
Acabo de poner en Mi
Literaturas
este comentario con respecto a Houellebecq, a quien no conozco
más que por los círculos concéntricos
que crea en
el estanque:
Hoy en día
(bueno, siempre,
pero más hoy en día) no viene mal un poco de
teatro, "a
dramatizar" un poco como dice el Presidente; el autor es un animador
imprescindible de su obra. Que hay demasiadas obras, y hay que hacer
destacar algunas por encima. Para eso es imprescindible la
polémica, y estar en el escaparate de los medios. Supongo
que H.
es sintomático, pero lo mismo otros muchos
fenómenos.
Bah, Byron también daba espectáculo. Esto va por
épocas, y la nuestra aún pide un poquito
más, por
favor.
Autores, vuestro público os espera: no lo
defraudéis.
Money as
Debt es un excelente vídeo de Paul Grignon
sobre el origen y funcionamiento
del sistema monetario, bancario y crediticio. Miradlo y temblad,
pues
expone muy claramente
por qué estamos, en más de un sentido, flotando
en una burbuja por el vacío. El vídeo se encuentra
en varias secciones en YouTube: no os lo perdáis si
entendéis inglés: MONEY
AS DEBT Versión española: DINERO ES DEUDA.
(PS: Explica por adelantado algunas de las razones de la crisis
financiera que se vivirá después de este verano).
Las propuestas que hace al final para arreglar la
situación son menos convincentes que la sensación
de que
esta situación explota en
forma de guerras y catástrofes periódicas. A la
espera quedamos de la siguiente. Aunque debe haber conducciones
subterráneas que envían al tercer mundo, o a los
currantes de contrato temporal, la mayoría
de las disfunciones del sistema... y así seguimos mal que
bien hasta el Big Crunch. He visto el vídeo enHistoriantes,
donde se encuentra se
encontraba una versión en español de Google Video.
"Pondrás esto en
tu blog?...." He ahí la
cuestión. Ya en 1800, había que tener cuidado con
la
propia imagen por si la observación pasaba a la red
social—que es donde se hacen y rehacen las
imágenes:
"I see what
you think of me,"
said he gravely -- "I shall make but a poor figure in your journal
to-morrow." "My journal!" "Yes, I know exactly what you will say:
Friday, went to the Lower Rooms; wore my sprigged muslin robe with blue
trimmings -- plain black shoes -- appeared to much advantage; but was
strangely harassed by a queer, half-witted man, who would make me dance
with him, and distressed me by his nonsense." "Indeed I shall say no
such thing." "Shall I tell you what you ought to say?" "If you
please.""I danced with a very agreeable young man, introduced by Mr.
King; had a great deal of conversation with him -- seems a most
extraordinary genius -- hope I may know more of him. That, madam, is
what I wish you to say." "But, perhaps, I keep no journal." "Perhaps
you are not sitting in this room, and I am not sitting by you. These
are points in which a doubt is equally possible. Not keep a journal!
How are your absent cousins to understand the tenour of your life in
Bath without one? How are the civilities and compliments of every day
to be related as they ought to be, unless noted down every evening in a
journal? How are your various dresses to be remembered, and the
particular state of your complexion, and curl of your hair to be
described in all their diversities, without having constant recourse to
a journal? -- My dear madam, I am not so ignorant of young ladies' ways
as you wish to believe me; it is this delightful habit of journalizing
which largely contributes to form the easy style of writing for which
ladies are so generally celebrated. Every body allows that the talent
of writing agreeable letters is peculiarly female. Nature may have done
something, but I am sure it must be essentially assisted by the
practice of keeping a journal."
(Según Jane Austen, Northanger
Abbey)
—¿Quién dijo que los diarios
íntimos
eran secretos antes de que llegaran los blogs, y se quedaban en un
cajón esperando a la posteridad?
Excelente película de acción. Un
taxista, Max (Jamie
Foxx) es secuestrado por un asesino a sueldo (Tom Cruise, "Vincent")
para que lo
lleve por Los Angeles a hacer una ronda rápida de
"encargos". El
pobre primero no pide sino escapar de esta pesadilla, pero apenas lo ha
conseguido (provocándose un accidente de
circulación)
descubre que tiene que salir corriendo tras el asesino, a pararlo
él mismo, pues va a matar al último de sus
encargos, una
clienta que le había gustado al taxista justo antes de coger
en
su taxi al asesino. Era la primera de la lista, pero al llegar tarde al
trabajo, el asesino no la encuentra en la oficina y la pasa al final,
cruzándose con ella justo antes de subir al taxi que ella ha
dejado... y de ahí las casualidades.
Excelente filmación, ritmo y trepidante argumento; la
tensión entre los personajes, la música
magistralmente
integrada, la pesadilla de la peregrinación por Los Angeles
viéndose en situaciones inesperadas y absurdas, asegura la
atención y la inmersión del espectador
(¡había escrito "del protagonista"!), identificado
con el pobre cabbie, que pasa de repente de la superficie
normal de la vida cotidiana en que vive a una pesadilla de muerte
súbita y arbitraria, reflexiones sobre el sentido de la
vida, y
situaciones en las que apenas se reconoce haciendo lo que hace.
Tom Cruise, con su aire tanático habitual, encarna muy bien
al
asesino. Es un psicópata nihilista al que sólo
mantiene
en marcha su pura
voluntad de hacer su voluntad, y el reto de mantenerse en la cumbre de
su profesión sin fallar ni una. Es a la vez una
encarnación de la lógica profesional del trabajo
bien
hecho sin consideraciones externas a las puramente empresariales. Un
ejecutivo agresivo, vamos,
pero literal; la fase terminal de la lógica capitalista,
frente
a la pobre humanidad normal, con sueños irrealizables, y
madre
regañona, que encarna Foxx. Muy buena la escena de
la
visita a esta madre en el hospital. Porque Cruise va a lo suyo, pero
también improvisa, es un tanático vital; hace
jazz del
comportamiento (siempre procurando no poner en riesgo su
misión), le gusta curiosear, medir a la gente, jugar con
ellos—y luego quitarles súbitamente la vida. Es
una
especie de Sir Death, como diría Javier Marías, o
Sir
Mortality—porque le hace reflexionar al taxista sobre
cómo
estaba dejando trascurrir su vida, su única vida, con
esperanzas
vanas y acciones empantanadas, engañándose a
sí
mismo. Y más que hacerle pensar, le obliga a actuar, a
convertirse en el héroe que salva a la chica (y se la queda,
presuponemos, aunque estas abogadas de traje sastre son tremendas, y
nunca se sabe). Foxx mata al matador, disparándole contra
toda
previsión de éste, aunque las pasan canutas hasta
que a
Cruise se le acaba la cuerda.
La película defiende en boca de Foxx la decencia de la gente
normal contra el nihilismo ateo de Cruise—aquí un
nietzscheano partidario del acto gratuito. Pero también en
su
misma construcción hace depender el sentido de la vida de
tomar
conciencia de la propia mortalidad, e indirectamente de la
irrupción del riesgo en nuestros
hábitos—el riesgo
inesperado, que nos obliga a sacar lo mejor de nosotros mismos where the action is,
y que irrumpe en nuestra vida con la fuerza de un cadáver
defenestrado sobre un taxi.
Aunque si nos atenemos a las estadísticas de esta
película, normalmente el cadáver seremos
nosotros, y las
consecuencias las sacará un tercero.
Collateral.
Dir. Michael Mann. Written by Stuart Beattie. Cast: Jamie Foxx, Tom
Cruise, Jada Pinkett Smith, Mark Ruffalo, Peter Berg, Bruce McGill.
Music by James Newton Howard. Ed. Jim Miller and Paul Rubell. Prod.
des. David Wasco. Photog. Dion Beebe, Paul Cameron. Exec prod. Frank
Darabont, Chuck Russell, Rob Fried, Peter Giuliano. Prod. Michael Mann
and Julie Richardson – Parkes – McDonald Prod
–
Darabont/Fried/Russell Prod. USA: Dreamworks / Paramount, 2004.*
Los estudiantes universitarios usan poquitos
anticonceptivos, dice una encuesta de El
País.
Según Ibercampus, "Los
universitarios 'se la juegan' en el sexo".
Claro que casi la mitad no se la juega tanto, pues "el 40% nunca ha
tenido una relación con penetración". Cabe pensar
que del
sesenta por ciento restante muchos/as muchachas tampoco deben tener
relaciones sexuales "peligrosas" (una vez descontadas homosexualidades)
todos los años... Y las que sí, pues a
la pastilla del día después, por lo visto. Si es
que
donde no hay costumbre, no hay método ni
planificación.
Estos días llegan a casa diversos
envíos de
propaganda electoral de los distintos partidos. Bueno, qué
digo
propaganda, es que te envían ya su papeleta, si hace falta
con
la cruz puesta marcando a sus candidatos, y si te descuidas con el
sobre ya lamido. Suelen ir directamente a la papelera de reciclaje,
claro, normalmente sin abrir, porque llevan en los sobres el membrete
del partido que sea, y ya sabes que normalmente no les vas a votar.
Bien, pero el sobre del Partido Popular lo he abierto, no porque les
piense votar, sino porque venía de incógnito, en
blanco y
sin nada que permitiese identificarlo como proviniente del Partido
Popular (a no ser ese mismo incógnito).
Por lo que se ve, está la campaña a un nivel de
bajeza
suficiente como para que el Partido Popular considere que si los del
"cordón sanitario" y socios del gobierno (o sea, todos menos
el
Partido Popular) ven por ahí paquetes de sobres del Partido
Popular, igual en vez de repartirlos van directamente a la basura.
¿Será paranoia? ¿O será,
más bien,
una medida prudente y realista, visto el percal y el nivel de civismo
del personal? Me temo que en muchos casos van a acertar si piensan mal.
Y que el sectarismo y la intolerancia abusiva del personal abunda
más entre los adversarios del PP que en este partido.
También para los votantes es aconsejable no decir muy claro
a
quién votan, si no es voto nacionalista o de izquierdas.
Dejémoslo en que es realista y prudente estar un poco
paranoico, si eres del PP.
Hemos interpuesto la Dra. Penas y yo mismo un recurso
contencioso-administrativo
contra la inactividad
de la Administración,
en concreto de la
Universidad de Zaragoza, por no aplicar sus propias resoluciones sobre
recursos anteriormente presentados y resueltos a nuestro favor. Lo que
pedimos es que se ejecuten las resoluciones del Rector que el propio
Rector no ha ejecutado, para que nos se nos discrimine arbitrariamente
ni se nos impida impartir docencia de postgrado o dirigir tesis
doctorales.
La
fecha del juicio prevista es otra prueba de la inactividad de la
Administración:
será el 6 de mayo de 2009 (Juzgado de lo
Contencioso-Administrativo nº 3 de Zaragoza, 12 h.). Esto por
actuaciones
contrarias a
derecho en nuestro departamento de Filología Inglesa
(Universidad de Zaragoza) que comenzaron en 2005.
De lo que se deduce que los
atropelladores de derechos y mangoneadores en la
Administración tienen todas las de ganar:
aun cuando la justicia deshaga el entuerto, habrán tenido
cuatro años
de ventajismo, y entretanto pueden haber empezado a acosar por otro
sitio. Que ya están en ello, no lo duden.
La culpa, en cuanto
responsable último, es del Rector—ahora rector en
funciones, Felipe
Pétriz: que habiendo resuelto dos recursos sobre esta
cuestión a
nuestro favor, luego no ha cuidado de aplicarlos cuando se han
desoído o toreado esas resoluciones suyas, y ha optado por
contestar a
nuestras protestas con silencio administrativo.
Yendo más a la raíz de la cuestión son
responsables los
coordinadores del
postgrado de nuestro departamento: los doctores Susana Onega, Francisco
Collado, Celestino Deleyto e Ignacio Vázquez, que contrariamente a derecho
(según
resolvió el Rector)
han reservado los estudios de postgrado y la prerrogativa de dirigir
tesis en nuestro departamento únicamente para los miembros
de sus
equipos de investigación. Sistema feudal, vamos. Y son por
supuesto esos miembros quienes les han votado y
apoyado en
esta actuación contra derecho, para beneficiarse del
coto.
También le toca su parte de responsabilidad al director del
Departamento, Dr.
Carlos
Inchaurralde, que ha permitido que el Departamento aplique esas
normativas internas ilegales, y ya anuladas repetidamente, pero que
siguen en vigor. A día de hoy, seguimos sin poder dirigir
tesis
doctorales y sin poder optar a docencia del nuevo segundo
ciclo—cuando
toda la vida hemos impartido segundo y tercer ciclo. Pero un
día le
entró esa inspiración a la Dra. Onega, que es
quien toma estas
decisiones y es seguida en fila india por los demás
profesores,
ya sea
votando en silencio
(si no son catedráticos), ya sea argumentando con
apasionamiento lo que
toque defender ese día (si son catedráticos).
Tampoco
cabe la menor duda, para quienes conocemos el ambiente, de que si la
Dra.
Onega decidiese apearse de la burra o cambiase de criterio,
irían todos detrás como un solo hombre.
Qué triste.
¿Y por qué siguen
en vigor estos criterios si han sido anulados por instancia superior?
Pues porque aunque el Rector resuelve que se han hecho cosas contrarias
a
derecho, y papeles irregulares, no le llega la capacidad operativa
hasta
ordenar al órgano inmediatamente superior que enmiende lo
mal hecho.
Qué digo amonestar o sancionar a quienes vulneran la
normativa: es que el
Rector se
niega (por omisión y silencio administrativo)incluso a corregir los papeles
mangoneados.
Prefiere no intervenir, y que sigan campando
a sus anchas los grupillos de poder locales, si eligen no obedecerle.
Supongo que es su idea de la buena administración. Pues
califica
por sí sola.
Estas situaciones
normalmente se resuelve por cansancio y desistimiento de los acosados,
al toparse con la inactividad de la administración, que
trabaja a favor
del feudalismo y mangoneo. Pero nosotros aún estamos
animosos. Así que
a contencioso administrativo nos vamos—que arrieros somos.