Por: Facundo Olguín | @Facunicolas23
En los últimos días se conoció el fallecimiento del escolta Campeón del Mundo en 1950, Rubén Menini.
Miembro de un hito histórico para el básquet argentino junto a otros más que conformaron la “primera Generación Dorada”. Los trataron de callar y hacer que se olviden de ellos pero, sin embargo, siempre que se hable de la historia argentina en el deporte, se nos va a venir la cabeza su nombre. Hoy, el colega Alejandro Pérez dio a conocer, mediante su cuenta personal de Twitter, que el pasado 12 de abril falleció Rubén Francisco Menini a los 96 años, integrante de la Selección Argentina campeona mundial en 1950 y dos veces integrante del equipo olímpico.
Menini nació el 20 de febrero de 1924 en Buenos Aires y allí forjó su trayectoria en el básquet. Primero lo hizo en Obras y, luego, pasó a Racing, donde se consagró tanto deportiva como personalmente. Esto le permitió recalar a la selección argentina con varios jugadores que tenían mucho potencial y que lo fueron demostrando con el correr de los partidos que fueron jugando.
Debutó en el seleccionado el sábado 27 de junio de 1947 en el Campeonato Sudamericano disputado en Brasil. Justamente ese día, la primera fecha fue Argentina y Brasil, que terminó en una ajustada victoria albiceleste por 38 a 37. Desde allí, se fue haciendo lugar en el equipo y empezó a tomar otro rol dentro del mismo. Un escolta rendidor y que se cargaba el partido al hombro cuando las cosas no salían.
Defendiendo los colores argentinos, disputó un total de 26 encuentros en los que aportó 83 puntos en total. Allí se destacan el primer puesto en el Mundial de 1950 celebrado en nuestro país, el segundo lugar en los Juegos Panamericanos de Buenos Aires en 1951 y el cuarto lugar en los Juegos Olímpicos de Helsinki de 1952, en el cual participó en todos los partidos, siendo el último en la victoria ante Filipinas por 68-59, y donde anotó un total de 25 unidades.
Tras la obtención del campeonato mundial de 1950, empezó el apogeo del fin. Tras el derrocamiento de Juan Domingo Perón, la Confederación Argentina de Básquetbol fue intervenida por la Junta Militar. En ese momento, Carlos Arturo Juárez, presidente de la Confederación fue cesado de su cargo por su ideología política. En su lugar, primero asumió el Capitán Fernando Pablo Ayroles y, luego, el médico Amador Barros Hurtado. Este último, señaló a dicho plantel de atentar contra el amateurismo que se practicaba en aquellos años.
En una nota con Osvaldo Orcasitas, uno de los mejores periodistas deportivos de aquellos años, Rubén Menini comentó lo siguiente: “Por iniciativa del General Perón, nos dieron, como regalo por el título mundial, una orden a cada uno para importar un automóvil. Pero ojo: había que pagar el valor del auto, sólo nos eximían el impuesto a la importación, que en ese entonces estaba cerrada. Por eso, casi todos vendimos la orden a un tal Ferro, importador con oficina en la avenida Santa Fe, entre Azcuénaga y Larrea…”
De este modo, el 27 de marzo de 1957, el interventor Amador Hurtado y su secretario, Luis Salluzzi, rubricaron una sentencia definitiva hacia los campeones del mundo: Inhabilitación de por vida al básquetbol por comportamiento profesional, quitándoles el mote de deportistas amateur que era un requisito para poder competir en esos años.
Que descanse en paz, campeón.
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