Uno de los principales aprendizajes de la visión ágil de gestión de proyectos y tareas es aprender a planear a corto plazo, para establecer lo que se denominan «sprints» de trabajo.

En el Método Momentos Productivos® definido por La Fábrica del Tiempo®, existe un momento específico para esto, se llama “Planear”.

Una planeación a largo plazo solo tiene sentido para hacer una previsión de recursos, para ti, para tu cliente, etc, pero no para determinar con exactitud qué harás en un momento determinado. Por el contrario, una planeación a corto plazo te ayuda a reducir la «fatiga de la decisión», es decir, reducir la necesidad de estar revisando constantemente todo lo pendiente para decidir qué es lo siguiente que harás.

El resultado de la planeación es un listado de tareas concretas e individuales que serán ejecutadas cada día de la semana, todo ello con margen suficiente -en función del tipo de actividad de cada persona- para poder atender imprevistos. Es importante destacar aquellos imprevistos que se repiten con regularidad dejan de ser imprevistos para convertirse en compromisos regulares, es decir, tareas recurrentes.

Para determinar qué es lo que debe incluirse en tu plan semanal, es muy positivo que tus tareas cuenten con dos datos:

• Fecha de ejecución: Día que has decidido comenzar a realizar la tarea.
• Fecha de entrega: Nos ayuda a marcar la prioridad, y la fecha de ejecución nos ayuda a centrarnos cada día en lo más importante para ese día.

De esta forma, cada lunes, tras planear la semana, tendrás para cada día tu “menú del día”. Podrás dedicar más tiempo a la ejecución y así evitar la llamada “parálisis por análisis”.

¿Te animas a planear tu próxima semana con dailyjob?